¿Qué significa Betel en la Biblia?

La palabra Betel aparece en la Biblia como el nombre de un lugar en el que tuvieron lugar una serie de acontecimientos importantes en la historia del pueblo de Israel en el Antiguo Testamento.

De acuerdo a la Biblia, Betel significa «casa de Dios, y puerta del cielo». Betel fue una ciudad histórica para el pueblo de Israel, fue un santuario en los días del profeta Samuel (1 Samuel 7:16; 1 Samuel 10:3) y una ciudad de adoración a Baal en tiempos de Jeroboam I.

Es importante destacar que la Biblia menciona a dos ciudades con el nombre Betel. La ciudad más importante y más conocida es la que estaba al norte de Jerusalén. La otra Betel estaba situada geográficamente al sur de Judá (1 Samuel 30:27). La Betel del sur también era conocida como Betul y Betuel.

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¿Cuál es el origen de Betel?

Betel es un lugar mencionado en la Biblia desde el libro de Génesis.

Un tiempo después de que Abraham fue llamado por Dios, el patriarca se encontraba en la región de Betel en donde edificó un altar a Dios (Génesis 12:8). Más tarde, cuando regresó de Egipto, una vez más Abraham pasó por Betel (Génesis 13:3).

Sin embargo, fue Jacob, hijo de Isaac, quien dio origen a Betel. Anteriormente el nombre de la ciudad era Luz (Génesis 28:19; Josué 18:13). Pero allí Jacob tuvo un sueño mientras se dirigía a Padan-Aram.

¿Qué soñó Jacob en Betel?

Mientras Jacob huía de Esaú por haberle robado la bendición de la primogenitura e iba camino a la casa de su tio Labán en Padan-aram llegó a cierto lugar cuando había anochecido y tomó una piedra para ponerla como cabecera y tuvo un sueño.

En el sueño vio como una escalera conectaba el cielo con la tierra y que por ella subían y bajaban ángeles, además, en el sueño Dios estaba en lo alto de la escalera y le decía a Jacob entre varias cosas: « Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido» (Génesis 28:15).

Debido a que Dios se reveló allí a Jacob mientras dormía, cuando despertó tuvo miedo y dijo: «¡Qué asombroso es este lugar! Es nada menos que la casa de Dios; ¡es la puerta del cielo!» y llamo el nombre de aquel lugar Betel (Génesis 28:17;19).

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¿Dónde estaba ubicada Betel según la Biblia?

La ciudad nombrada por Jacob como Betel estaba ubicada a unos 16 kilómetros al norte de Jerusalén (Jueces 21:19). Su ubicación era exactamente en la frontera entre los territorios de Benjamín y Efraín.

Algunos estudiosos de la Biblia mencionan que en la distribución de la tierra prometida, Betel fue asignada a la tribu de Benjamín. Sin embargo, más tarde los efraimitas acabaron tomando posesión de ella (Josué 18:22; 1 Crónicas 7:28).

Otros creen que Betel sólo se cita como indicación del límite del territorio de Benjamín. Así que desde el principio Betel fue asignada a José, y así fue tomada finalmente por Efraín.

¿Dónde está ubicada actualmente la ciudad de Betel?

Muchos estudiosos creen que la región de Betel mencionada en la Biblia, actualmente es la ciudad moderna de Beitin.

De hecho, las investigaciones arqueológicas del siglo pasado parecen indicar que esta ciudad está construida en la parte sur de la antigua Betel.

¿Por qué fue importe Betel en Israel?

Betel fue una ciudad importante a lo largo de la historia de Israel, además del altar que edificó Abraham, Jacob también edificó uno (Génesis 35:1-15; cf. Génesis 28:11-22).

Además, como se mencionó anteriormente, Betel también fue una de las ciudades usadas por el profeta Samuel para Juzgar al pueblo (1 Samuel 7:16).

Podemos decir que Betel fue importante para el pueblo de Israel porque fue un centro histórico de adoración. De hecho, por un tiempo incluso el Arca del Pacto estuvo allí (Jueces 20:18-28; 21:1-4).

Betel durante el reino dividido de Israel

En la época del reino dividido, el rey Jeroboam I utilizó Betel como uno de sus centros de culto en Israel y colocó allí uno de los becerros de oro que había construido.

Y como ya lo tratamos en el artículo del rey Jeroboam I, éste fue un rey que promovió la idolatría al pueblo y el culto a los baales cometiendo un grave pecado (1 Reyes 12:25-33; 13:34; 14:16; 15:26-30; 16:2; 2 Reyes 3:3; 10:29; 13:2; 17:22).

Sin duda, Dios permitió la división política del Reino, pero no permitió la división esperitual, algo en lo que se enfocó Jeroboam I durante su gobierno.

Debido al altar levantado por Jeroboam I en Betel, el Señor envió un profeta de Judá a Betel y profetizó el nacimiento del rey Josías, hablando del juicio de Dios contra el falso culto en Betel. El profeta llegó a decir que Josías quemaría los restos de los sacerdotes de Betel en el altar de ese lugar para profanarlo (1 Reyes 13:1-10).

Josías reinó sobre Judá del 640 al 609 a.C. Durante su reinado promovió una importante reforma religiosa y acabó destruyendo el centro de culto que Jeroboam I había contruido en Betel (2 Reyes 23:15-20).

Los profetas del Antiguo Testamento y Betel

Cuando el profeta Elías estaba a punto de ser llevado por Dios en un torbellino al cielo, y estaba con su sucesor el profeta Eliseo, pasaron por Betel (2 Reyes 2:1-3).

Más tarde, cuando Elías ya había sido llevado por el Señor al cielo y mientras Eliseo ejercía su minsterio, dos muchachos se burlaron del profeta cuando éste se encontraba nuevamente en Betel, como consecuencia de la burla, los dos muchachos fueron despedazados por dos osos (2 Reyes 2:23-25).

El profeta Oseas y el profeta Amós hablaron contra Betel debido a la idolatría de la ciudad a causa de los altares levantados por Jeroboam I (Oseas 10:15; Amós 3:14). El profeta Jeremías fue otro que también habló de cómo Betel se había convertido en una causa de vergüenza para Israel (Jeremías 48:13).

¿Qué pasó con Betel?

Después del reino dividido, Betel se convirtió en una ciudad de conflictos militares (2 Crónicas 13:19). Hasta que finalmente fue asolada por los Asirios en el cautiverio del reino del norte.

Siglos después, cuando el reino del Sur terminó el exilio en Babilonia, muchos exiliados volvieron a Betel, aunque el culto realmente siguió centralizado en Jerusalén (Nehemías 11:31; Zacarías 7:2).

Posteriormente, durante el imprerio griego, Betel creció y fue una ciudad fortificada. Pero, tiempo después con la llegada del Imperio Romano, según menciona el historiador Josefo, la ciudad fue capturada por Vespasiano en el año 69 d.C. Poco después, la ciudad fue reconstruida como una villa romana mencionada por el historiador cristiano Eusebio.

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