¿Qué son las Primicias en la Biblia?

La palabra Primicia es una palabra bíblica que por lo general es muy usada en el Antiguo Testamento, principalmente en cuando a las ofrendas que se entregaban al Señor en diferentes momentos y fiestas de Israel.

Es importante conocer una perspectiva bíblica respecto a este asunto, debido a que hoy en día muchas iglesias locales usan las primicias como motivo de ofrenda o pacto e incluso es usada como primer culto del año, así que acompáñanos en la lectura para resolver todas tus preguntas.

Las Primicias son los primeros elementos de un grupo de cosas. Son los primeros frutos de una cosecha, o los primeros animales de un ternero o al primer hijo de una pareja. Las primicias eran parte de las ofrendas individuales de los judíos en la Biblia.

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¿Cómo se daban dar las primicias en el Antiguo Testamento?

En el uso más general, las primicias eran los primeros frutos de la cosecha. La temporada de cosecha iniciaba principalmente en primavera, lo que hoy en día conocemos como los meses de marzo o abril, y continuaba hasta el otoño.

De hecho, las fiestas de la Pascua judía caía al principio de la cosecha y el sacerdote utilizaba el último día de la fiesta para presentar a Dios la primera gavilla de grano cosechado (Levítico 23:9-11).

De esta forma, el pueblo agradecía a Dios por todas sus provisiones.

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Ejemplos de primicias en la Biblia

La ley mosaica tenía como exigencia al pueblo de Israel llevar al Tabernáculo sus primicias, es decir, una ofrenda con lo mejor de los primeros frutos de su cosecha (Éxodo 23:19).

En las primicias se incluían por ejemplo granos, vino y aceite (Números 18:12). Además, las ofrendas de las primicias eran usadas por lo general para el sustento de los sacerdotes (Deuteronomio 18:1-5).

La Biblia también da detalles e instrucciones específicas de cómo el pueblo de Israel debía presentar las primicias al Señor (Deuteronomio 26). Sin embargo, un dato muy curioso es que en la Palabra de Dios no se encuentra en ninguna parte la cantidad exacta que se debe ofrecer.

En el Talmud, por ejemplo, se indicaba que se debía dar al menos la sexagésima parte de una producción; pero los israelitas podían ofrecer una parte mayor como ofrenda voluntaria.

La Biblia muestra que, especialmente en tiempos de avivamiento, había abundancia de ofrendas de primicias en Israel (2 Crónicas 31:5).

La bendición de dar primicias a Dios

Aunque las primicias eran esencialmente ofrendas de agradecimiento, la Palabra del Señor es muy clara en cuanto a los beneficios dar a Dios las mejores cosas, porque los que honraban al Señor con sus primicias eran bendecidos (Proverbios 3:9).

Los primogénitos en Israel también eran considerados primicias para el Señor. En memoria de la liberación que Dios dio a los israelitas cuando los primogénitos de Egipto fueron asesinados durante última plaga de las 10 plagas de Egipto.

Cada primogénito fue dedicado al Señor a partir de ese momento (Éxodo 8:17). De hecho, para no apartar a todos los primogénitos de las doce tribus de Israel, los levitas fueron el pueblo apartado por el Señor en lugar de todos los primogénitos de los israelitas (Números 8:18).

También es importante observar que ofrecer primicias al Señor es anterior a la llegada de la Ley de Moisés. La primera ofrenda registrada en las Sagradas Escrituras al Señor, la encontramos en Abel, el cual ofreció a Dios una ofrenda de las primicias de su rebaño (Génesis 4:4).

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¿Qué es la fiesta de las primicias?

En Israel también se celebraba la fiesta de las primicias. Esta fiesta se celebraba al comienzo de la cosecha de cebada, en cuanto aparecían los primeros granos. Entonces la primera gavilla de la cosecha se ofrecía al Señor, junto con un sacrificio, el primer día después del sábado de Pascua.

A través de esta gran fiesta, el pueblo de Israel reconocía que todo pertenecía al Señor. El creyente de Israel debía saber que su sustento y todo lo que tenía era propiedad de Dios que, en su favor y providencia, les proveía para toda necesidad.

Por lo tanto, antes de que los frutos de una cosecha pudieran utilizarse en una comida, primero eran presentados en forma del primicia al Señor.

Después de ofrecer la primera gavilla de su cosecha al Señor, los israelitas tenían que contar cincuenta días y presentar una nueva ofrenda al Señor con las primicias de la cosecha de trigo cocidas en dos panes (Levítico 23:9-21). Por eso, esta fiesta se llamaba también Fiesta de las Semanas, Fiesta de las Cosechas y Pentecostés.

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¿Las primicias tienen un significado espiritual?

Las primicias también se mencionan en la Biblia con un significado figurado y espiritual. En el Antiguo Testamento, por ejemplo, Israel era contado como las primicias de Dios (Jeremías 2:3). Este nombramiento reflejaba que era el pueblo que pertenecía al Señor.

Es muy significativo que la resurrección de Jesús ocurriera el día en que la gavilla de las primicias de la cosecha debía ser ofrecida a Dios, es decir, el día después del sábado de Pascua (Mateo 16:1-6).

De esta forma, podemos ver que las primicias en el Antiguo Testamento eran un figura de Cristo, porque él fue hecho primicia de los que duermen, y esto es un motivo de gran esperanza para todo creyente que, como Cristo Resucitó, así mismo, será resucitado (1 Corintios 15:20-23).

Incluso cincuenta días después, sabemos que el Espíritu Santo fue derramado el día de Pentecostés (Hechos 2:1). La Biblia también dice que los creyentes poseen «las primicias del Espíritu» (Romanos 8:23). Y simbólicamente, los primeros conversos a Cristo de un lugar determinado son llamados primicias (Romanos 16:5; 1 Corintios 16:15).

Santiago, en su epístola, habla de que los creyentes en general han sido engendrados por la palabra de verdad, según la voluntad de Dios, para ser como las primicias de sus criaturas (Santiago 1:18). El libro del Apocalipsis también habla de los creyentes fieles como primicias para Dios y para el Cordero (Apocalipsis 14:4).

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¿Es bíblico dar primicias en la actualidad?

En el Nuevo Testamento no se encuentran ejemplos de creyentes que ofrezcan primicias en la Iglesia o al Señor. Esto significa que las primicias según las instrucciones del Antiguo Testamento ya no se ofrecen al Señor.

Sin embargo, sigue siendo válido el principio de que el cristiano debe presentar sus primicias o sus mejores cosas al Señor. El creyente debe reconocer que todo lo que posee, ya sean bienes, bendiciones o cualquier cosa, todo, absolutamente todo, le pertenece al Señor.

Por ello, el cristiano debe priorizar siempre buscar primeramente el Señor, ofreciendo al Señor las primicias no solo de sus recursos (Mateo 6:33), sino también de su vida en servicio.

Hoy en día, muchas iglesias locales exigen dar las primicias en forma de ofrenda o de pacto, esto debe analizarse con mucho cuidado, siempre en el espíritu procurando hacer la voluntad del Señor. Si bien es cierto que tenemos un Dios de pactos, el Señor quiere que demos de corazón y no por una necesidad, porque Dios ama al dador alegre (2 Corintios 9:7).

Para profundizar aún más sobre las primicias, te recomendamos el siguiente video.

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