Las diez plagas de Egipto y sus significados

Uno de los acontecimientos más conocidos de la Biblia a favor del pueblo de Israel especialmente en el Antiguo Testamento son las 10 plagas de Egipto. Evento que tuvo lugar debido a la arrogancia y terquedad del Faraón de turno, el cual a pesar de ver grandes e increíbles manifestaciones del poder de Dios, no quiso liberar a Israel de la esclavitud.

A partir de la decisión del Faraón de no liberar a Israel de la esclavitud, es que empieza una de las historias más sobrenaturales que muestran el poder de Dios sobre la naturaleza y sobre el ser humano, por tanto, en este artículo encontrarás cuales fueron las diez plagas de Egipto y sus significados.

Las 10 plagas de Egipto fueron un evento de demostración del juicio y poder soberano de Dios. La historia de estas terribles plagas se encuentra en la Biblia en el libro de Éxodo, capítulos 7 al 12. El faraón se resistió a liberar al pueblo de Israel, el cual se encontraba esclavizado en Egipto por más de 400 años. Dios mostró su poder al rey egipcio y a su nación idolatra con 10 plagas:

1. Plaga de Sangre
2. Plaga de Ranas
3. Plaga de Piojos
4. Plaga de Moscas
5. Plaga de muerte de animales
6. Plaga de Úlceras
7. Plaga de Granizo
8. Plaga de Langostas
9. Plaga de Oscuridad
10. Plaga de Muerte del primogénito

Al terminar la decima plaga, el faraón se rindió y dejó que el pueblo de Israel saliera de Egipto. Las diez plagas no solamente fueron una lección o juicio para Egipto, sino que por ellas podemos aprender cosas muy importantes como pueblo de Dios.

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1. El agua se convierte en sangre

La primera plaga enviada por el Señor fue convertir las aguas de Egipto en sangre. En esta plaga, no solamente se afectó el río Nilo, sino que también se vieron afectados todos los canales, estanques y depósitos de agua que había en Egipto (Éxodo 7:17-19).

En esta plaga muchos argumentan que realmente consistió en convertir las aguas en color rojo. Afirmando que esto sucedió debido a la mezcla de arcilla roja que bajó de las tierras altas de Etiopía. Sin embargo, en la Biblia, el término hebreo original usado en esta palabra no se usa para denotar el color rojo, sino que siempre se usa para nombrar realmente la sangre.

El rio Nilo era adorado por Egipto como un tipo de deidad y no solamente como fuente de vida agrícola. De esta forma, cuando Dios golpeó las aguas con sangre en ese río, también significó un ataque al panteón de dioses egipcios. Es importante mencionar que en esta plaga los magos egipcios imitar esta plaga ocasionando que el Faraón endureciera su corazón (Éxodo 7:22).

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2. Plaga de Ranas

Luego de que Faraón se negará a liberar al pueblo de Israel, el Señor envió la segunda plaga como prueba de autoridad sobre la naturaleza, por lo cual Egipto sufrió la aparición de una gran cantidad de ranas. ¡Las ranas invadieron Egipto sin control alguno!, es decir, abandonaron su hábitat natural e invadieron todas las casas de los egipcios, logrando entrar por absolutamente todo lugar (Éxodo 8:1-15).

Es importante aclarar que en la cultura egipcia, las ranas representaban en la religión a una diosa llamada Heqet. Por tanto, la plaga de ranas significaba que el Dios de Israel era capaz de controlar dos elementos sagrados del paganismo egipcio como el rio Nilo y las ranas. Esta plaga también fue imitada por lo magos egipcios.

De esta forma Egipto vio como el Dios de Israel utilizaba su instrumento de adoración para su propio tormento.

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3. Plaga de Piojos

La tercera plaga surgió del polvo de la tierra. Dios le comunico a Aarón que golpeara el suelo con la vara y el polvo se convertiría en piojos, Aarón obedeció y esta plaga ocasionó que todos los egipcios fueran infestados con piojos junto con sus animales. Por esta vez, los magos egipcios pudieron imitar la plaga y reconocieron el poder divino del Señor diciendo: «En todo esto anda la mano de Dios» (Éxodo 8:16-19).

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De esta forma con la plaga de piojos, los magos del faraón reconocieron su impotencia en copiar la plaga aunque lo intentaron de todas las formas con sus hechizos y encantamientos. ¡Dios es todopoderoso!, el Señor es más grande que cualquier esfuerzo humano de este mundo.

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4. Plaga de Moscas

La cuarta plaga fue un enjambre de moscas, el cual castigó a todos los egipcios, sin embargo, al igual que las tres plagas anteriores, las moscas no tocaron a los israelitas. Durante esta plaga, faraón intento negociar con Moisés la liberación de Israel, queriendo que Israel adorara a Dios pero en Egipto, sin dejarlos salir de la nación (Ex. 8: 20-32).

Moisés rechazó rotundamente esta propuesta y le advirtió que su pueblo necesitaba viajar por el desierto llevando a todas las personas, animales y cosas sin dejar nada. En la conversación, parecía que Faraón estaba dispuesto a ceder, sin embargo, tan pronto como desapareció la plaga de moscas, el faraón endureció nuevamente su corazón y no dejó que Israel saliera.

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5. Plaga en Animales

En la quinta plaga tuvo lugar una terrible pestilencia que golpeó a todos los rebaños de Egipto, excepto los del pueblo de Israel. Esta plaga mató a caballos, camellos, ovejas y todo el ganado en general. En la economía de la época, los rebaños eran la principal fuente de ingresos, comercio y trabajo en la nación. Sin embargo, en un día, Dios destruyó todos sus rebaños y fuente de sustento (Éxodo 9:1-7).

Este evento llevó a Faraón a investigar lo sucedido, sin embargo, nuevamente endureció su corazón y no dejó libre al pueblo de Israel.

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6. Plaga de Úlceras

En la sexta plaga de Egipto, el Señor envió a Moisés y Aarón a hablar nuevamente con Faraón, quien por sexta vez consecutiva no permitió que Israel adorara al Señor. Por tanto, Dios le ordenó a Moisés arrojar un puñado de cenizas, con el cual estallaron úlceras en la piel de todos los hombres y animales egipcios (Éxodo 9: 8-12).

En esta plaga se vieron afectados hasta los propios magos egipcios que al principio de las diez plagas intentaron imitarlos. Ante todo este sufrimiento, fue Dios quien endureció el propio corazón de Faraón y no dejó ir al pueblo de Israel.

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7. Plaga de Granizo

En la séptima plaga, Dios hizo caer piedras a Egipto como una gran lluvia de meteoritos. Esa lluvia de piedras mezcladas con fuego fue algo sobrenatural, que le mostró al Faraón y a todo el pueblo de Israel el poder del Dios creador de los cielos y la tierra.

La misericordia de Dios fue vista en esta plaga debido a que advirtió que aquellos que quisieran sobrevivir, debían retirarse de sus hogares. Algunos oficiales de Faraón, al ver todo lo que les estaba aconteciendo con las anteriores plagas, temieron a la palabra del Señor y reunieron a sus siervos y ganado para ser salvados.

La lluvia de piedras con fuego sometió a todo Egipto, pero dejó libre de este juicio al pueblo de Israel. Con esta plaga, el faraón pidió ayuda y además admitió su responsabilidad en la culpa de todo lo sucedido, prometiendo la liberación de Israel. Sin embargo, cuando cesó la lluvia de piedras, el Faraón nuevamente endureció su corazón impidiendo salir a Israel.

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8. Plaga de Langostas

La octava plaga introdujo a Egipto innumerables langostas. Estas langostas devoraron todo a su paso de modo que no quedó ninguna hoja ni árbol verde en la nación. Devastaron toda hierba y árboles que habían sobrevivido (Éxodo 10:1-20).

Antes de que Egipto fuera castigado con langostas, el faraón intentó negociar de nuevo con Moisés, pero la propuesta fue rechazada de inmediato y las langostas cubrieron toda la tierra de Egipto. Al ver la debacle, faraón envió a llamar a Moisés nuevamente confesando que había pecado y solicito a Moisés su oración para que la plaga desapareciera, cuando la plaga desapareció nuevamente, el Señor endureció su corazón para no dejar ir al pueblo.

9. Plaga de Oscuridad

En la novena plaga, Dios envió una gran oscuridad a Egipto durante tres días. No fue una especie de tormenta o eclipse de sol, sino una oscuridad sobrenatural que surgió directamente por intervención divina. La oscuridad se apoderó de Egipto debido a su rebeldía y desobediencia (Éxodo 10: 21-29).

Esa densa oscuridad significó una clara demostración de la superioridad del Dios de Israel sobre el panteón egipcio. Además, el pueblo de Israel no sufrió esta plaga, debido a que en todas las habitaciones de los israelitas había luz.

Una vez más, el faraón trató de negociar con Moisés la liberación del pueblo de Israel para ir al desierto a adorar al Señor. Pero Dios endureció su corazón para que no dejara ir a Israel. En esta ocasión el faraón ordenó a Moisés salir de su presencia diciéndole que lo mataría si alguna vez lo volvía a ver.

10. Plaga Muerte del Primogénito

La última plaga fue la muerte de los primogénitos de Egipto. De las diez plagas, este fue el peor juicio ejecutado por Dios, ya que trajo la muerte a toda la nación. Nuevamente hubo una gran diferencia entre el pueblo de Dios y el egipcio, porque murieron todos los primogénitos del pueblo y los animales egipcios, sin embargo, los israelitas recibieron la salvación del Señor (Éxodo 11:1-10 y 12:1-33).

La salvación de los hijos de Israel fue extraordinaria, y sucedió porque colocaron en los postes de sus puertas la sangre de los corderos sacrificados como Dios les había mandado. Por lo tanto, el juicio de Dios pasó sobre sus casas sin tocar ningún primogénito. Como resultado de la décima plaga, el faraón y todo el pueblo de Egipto suplicó a Israel que se fueran de Egipto.

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¿Por qué envió Dios las diez plagas a Egipto?

Dios envió las diez plagas sobre Egipto para demostrar Su gran poder y para que Su Nombre fuera glorificado en toda la tierra (Éxodo 9: 14-16).

Aproximadamente 500 años antes del envío de las diez plagas, Dios le habló a Abraham sobre el futuro de su descendencia. El Señor le advirtió que su descendencia que sería esclavizada, pero el Señor juzgaría a la nación que los oprimía (Génesis 15:13,14). Por tanto, las plagas de Egipto también enfatizan que Dios es quien gobierna la historia según su propósito.

¿Cuál es el significado de las diez plagas de Egipto?

Además de su propósito principal como se destacó anteriormente, podemos decir que con las diez plagas de Egipto, el Señor humilló a todos aquellos dioses falsos de ese pueblo. Demostrando así que:

• Él es el único Dios verdadero. El Señor utiliza incluso las deidades de los hombres como instrumento de su juicio.
• Nadie puede imitar su poder. Aunque los magos intentaron imitarlo, desde la tercera plaga en adelante, los magos no pudieron hacerlo.
• Él cuida personalmente a los que elige. El Señor en las 10 plagas protegió a su pueblo sobrenaturalmente.
• Él es quien controla toda la naturaleza. El Señor convirtió el polvo en piojos, envió moscas y langostas, hizo llover piedras y provocó una gran oscuridad, de esta forma, vemos como el Señor controla todo el universo.
• Él es el Señor de todas las enfermedades. Aunque causó úlceras a todos egipcios para castigarlos y una gran pestilencia a sus rebaños, su pueblo no sufrió en ningún momento.
• Él tiene control sobre la vida y la muerte. Una gran verdad a la luz de la decima plaga, en la cual murieron todos los primogénitos egipcios y ninguno del pueblo de Israel.

Las diez plagas de Egipto mostraron no solo a los egipcios, sino a los mismos israelitas, y a todas las naciones incluyendo la actualidad quién es el Dios Todopoderoso.

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