¿Quiénes eran los Escribas en la Biblia?

Un escriba de forma sencilla puede ser definido como una persona cuya profesión era escribir. Es decir, aquellas personas que en la antigüedad registraron y copiaron cosas importantes por escrito, tales como: documentos legales o administrativos, registros históricos, etc.

Como en la antigüedad eran pocos los que dominaban el arte de la lectura y la escritura, la profesión de escriba era muy apreciada. Por tanto, en este artículo, vamos a conocer un poco más sobre quiénes eran los escribas en la Biblia y su importancia.

Un escriba es un término utilizado para designar a las personas especializadas en el estudio y la explicación de la ley. El significado más común de escriba en la Biblia hace referencia a los intérpretes de la Ley, pero su aplicación depende del contexto en el que se utilice.

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¿Cuál es el significado de Escriba?

La palabra escriba se utiliza para traducir al menos cuatro términos originales encontrados en la Biblia.

Así, los términos encontrados para el significado de escriba son:

• El hebreo saphar, que significa «contar» o «relatar». Se trata de una operación muy técnica.
• El griego gramateus, de donde proviene la palabra gramática
• El griego nomikos, también traducido como «doctores de la ley»
• Y nomodidaskalos, también traducido como «maestros de la ley».

Para comprender mejor el significado de escriba, así como la función que desempeñaban, debemos considerar algunos pasajes del Antiguo y del Nuevo Testamento en los que aparecen estas personas.

¿Cómo fueron los escribas en el Antiguo Testamento?

Originalmente, en el Antiguo Testamento, el escriba era la persona que inspeccionaba y cuidaba los documentos. En algunos textos de la Biblia, el escriba aparece designado como «El Cronista» (2 Crónicas 26:11; 2 Reyes 25:19).

El escriba era una persona que podía ser una especie de secretario real con rango de ministro, encargado de registrar información importante para la corte.

En algunos casos, la función del escriba estaba relacionada con el tesoro del Estado (2 Samuel 8:17; 1 Reyes 4:3; 2 Reyes 12:10; 18:18). El escriba principal, por ejemplo, era uno de los principales asesores del rey.

Por lo general, en el Antiguo Testamento, encontramos al escriba designado como un simple secretario que escribe una carta (Esdras 4:8), pero otras veces el escriba aparece como responsable de transcribir las Escrituras, como es el caso de Baruc (Jeremías 36:26;32).

Aunque incluso antes del final del exilio, el escriba, en algunas ocasiones, ya podía ser alguien que copiaba, estudiaba, interpretaba y enseñaba las Escrituras (Jeremías 8:8-9), la aplicación de la función del escriba relacionada principalmente con el estudio, la copia y la custodia de la Ley, se puede ver especialmente después del período de la cautividad babilónica.

En Nehemías 8:9 podemos encontrar a uno de los escribas más conocidos en el AT, siendo Esdras un escriba y sacerdote a la vez.

Lo que sugiere que inicialmente, después del exilio, ésta podría ser una función propia de los sacerdotes, aunque antes la tarea del escriba parece haber estado completamente separada del sacerdocio.

¿Cómo fueron los escribas en el período intertestamentario?

Fue después del período de los grandes profetas, tras el exilio, en el período interbíblico, cuando los escribas llegaron a ejercer una mayor influencia sobre el pueblo, ya que la Ley mosaica asumió un estatus aún más prominente.

Así, durante este período ya se reconocía a los escribas como personas que desempeñaban una función honorífica relacionada con el estudio de la Ley de Dios.

En el siglo II a.C., un buen número de escribas eran también sacerdotes. Fue en este período cuando los escribas empezaron a aparecer en la forma en que aparecen en el Nuevo Testamento.

¿Cómo fueron los escribas en el Nuevo Testamento?

En el Nuevo Testamento, debemos entender a los escribas como aquellos que eran expertos en la interpretación de la Ley. Fueron los principales creadores del culto a la sinagoga.

Como ya se ha mencionado, los términos griegos aplicados en el Nuevo Testamento para referirse a los escribas también pueden traducirse como «doctores de la ley» y «maestros de la ley», de modo que tales traducciones son sinónimas de la palabra «escribas» en los libros del Nuevo Testamento.

Así, en el Nuevo Testamento, nunca encontraremos las expresiones «escribas» y «maestros de la ley» juntas en la misma frase.

¿Qué relación tenían los escribas con el Sanedrín?

Algunos escribas también pertenecían al Sanedrín (Mateo 16:21; 26:3), por lo que estas expresiones, doctores de la ley y maestros de la ley, se refieren a que eran responsables de la administración de la Ley en los juicios del Sanedrín.

Los escribas que aparecen en el Nuevo Testamento tenían la función de preservar la Ley. Fueron profundos estudiosos de la Ley, y también guardianes de la misma, especialmente cuando el sacerdocio se corrompió en el período helenístico.

Instruían a muchos estudiantes en la Ley, y exigían que dichos estudiantes fueran capaces de transmitir lo que se les había enseñado sin ninguna variación. También realizaron algunas actividades en el Templo (Lucas 2:46; Juan 18:20).

Los Escribas y los Fariseos

Los escribas aparecen en los Evangelios generalmente acompañados de los fariseos, es decir, pertenecían principalmente a estos partidos, pero constituían un grupo distinto.

Muchos de los escribas eran personas corruptas, que enseñaban la ley a cambio de un pago, e incluso se aprovechaban de la posición de honor que tenían ante el pueblo (Mateo 10:10; Marcos 12:40; Lucas 20:47; 1 Corintios. 9:3-18).

Varias veces entraron en conflicto con Jesús, pues el Señor condenó la hipocresía y el formalismo exterior que fomentaban (Mateo 7:28-29). La mayoría de ellos se opuso abiertamente al ministerio de Cristo (Mateo 21:15).

Los Escribas y Jesús

Los escribas también se preocupaban por aplicar y transmitir en la vida cotidiana la ley oral, es decir, las diversas normas jurídicas no escritas. Dieron tanta prioridad a la tradición oral que la elevaron por encima de la Ley escrita, y por ello fueron reprendidos severamente por el Señor (Marcos 7:1-13).

También persiguieron al apóstol Pedro y al apóstol Juan (Hechos 4:5), además de participar en el martirio de Esteban (Hechos 6:12). Cuando Pablo habló sobre el tema de la resurrección, se pusieron del lado del apóstol cuando no estaban de acuerdo con los saduceos (Hechos 23:9).

Los escribas estaban muy orgullosos del título de rabino, que significa «mi señor» (Mateo 23:7). Tras la caída de Jerusalén en el año 70 d.C., la importancia de este grupo fue aún mayor, ya que contribuyeron de muchas maneras a la continuidad del judaísmo.

Curiosidades de los escribas

El Nuevo Testamento no nos da muchos detalles sobre la vestimenta de los escribas. Solo dice que iban vestidos con túnicas largas y adornadas. Sin duda era un tipo de prenda imponente.

En el Antiguo Testamento, sabemos que ellos también se vestían con ropas finas y tenían una caja de plumas atada a sus cinturones (Ezequiel 9:2).

Sus instrumentos de trabajo eran las plumas y un pequeño cuchillo para borrar la escritura y cortar el papiro (Jer 36:23). Si fuera el caso, los escribas también utilizaban algún tipo de cuña o estilete para escribir en escritura cuneiforme.

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