¿Qué significa Airaos, pero no pequéis? Estudio Efesios 4:26-27

«Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo» es una exhortación del apóstol Pablo a la iglesia de Efeso en Efesios 4:26. Esta declaración genera muchas dudas respecto al correcto significado del «airaos, pero no pequéís» porque incluso puede parecer una contradicción.

Es por esta y otras razones que vamos a estudiar este versículo debido a que según la declaración, el cristiano tiene la posibilidad de airarse, pero hay un límite el cual no debe sobrepasar porque se puede convertir en pecado, así que, acompáñanos en la lectura.

Airaos, pero no pequéis significa que el cristiano puede indignarse de manera justa hacia la maldad. Este tipo de enojo piadoso hace que el creyente deteste la injusticia, la inmoralidad, la impiedad y todas las demás manifestaciones pecaminosas.

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¿En qué contexto se dijo Airaos pero no pequéis Efesios 4:26?

Es importante saber que el contexto de este pasaje revela que Pablo estaba hablando de la unidad de los santos en el cuerpo de Cristo, mostrando que dicha unidad debe ser preservada en la práctica incluso frente a la diversidad (Efesios 4:1-16).

De hecho, el apóstol exhortó a la iglesia de Efeso a soportarse los unos a los otros en amor (Efesios 4:2), teniendo conocimiento que como hermanos, en algunos momentos vamos a tener algunas diferencias, pero que dichas diferencias deben soportarse en amor para que Cristo sea formado en nosotros.

El apóstol señaló además la verdad acerca de que la nueva naturaleza que poseen los redimidos en Cristo exige una nueva norma de vida que se opone al pecado y refleja la santidad.

Pablo incluso utilizó la analogía de «despojarse y revestirse», es decir, los salvos deben quitarse el ropaje de la vieja naturaleza y revestirse del nuevo hombre, creado según Dios (Efesios 4:17-6:20).

Así, Pablo exhorta a los hermanos a aplicar de manera práctica las siguientes cosas:

• Dejar la mentira para hablar la verdad (Efesios 4:25-26).
• Saber controlar la ira (Efesios 4:26-27).
• Dejar de robar y empezar a trabajar en lo que es correcto (Efesios 4:28).
• Dejar las palabras corrompidas y sucias, e iniciar un vocabulario para la edificación de los hermanos (Efesios 4:29-30).
• No contristar o entristecer al Espíritu Santo (Efesios 4:30)
• Dejar toda amargura, gritería y malicia, pero caminar en el amor, la amabilidad y el ser compasivos unos con otros (Efesios 4:31-5:2).
• Dejar toda impureza e inmoralidad (Efesios 5:3-5).

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¿Qué significa enojarse pero no pecar?

Esta expresión utilizada por el apóstol Pablo es una referencia al Salmo 4:4, donde el rey David escribió: «Si se enojan, no pequen; en la quietud del descanso nocturno examínense el corazón. Selah«

Para entender el significado de la expresión «Airaos, pero no pequéis», primero tenemos que considerar algunas cosas sobre la ira. La ira es una de las manifestaciones de la carne (Gálatas 5:20-21) y el Nuevo Testamento se refiera a la palabra ira de tres formas diferentes: como parorgismos, como thumos, la cual se encuentra al menos unas 18 veces y como orgé encontrada unas 36 veces en el NT.

El mismo apóstol, escribiendo a Timoteo, enseña que se debe orar «levantando manos santas, sin ira ni contienda» (1 Timoteo 2:8).

Santiago, en su epístola, escribe por ejemplo que «Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere.» (Santiago 1:19-20).

Por otra parte, en la Biblia encontramos que la ira se atribuye a la persona de Dios (1 Reyes 11:9; Salmos 7:11. De hecho, el Señor dice que es fuego consumidor (Hebreos 12:29) Además, en los Evangelios consta que Jesús se enfadó (Marcos 3:5; Juann 2:15-17), y luego encontramos a Pablo escribiendo: «Si se enojan, no pequen». Entonces, ¿cómo debemos entender estos pasajes?

Cuando Pablo escribe «Airaos, pero no pequéis» está diciendo que la ira del cristiano no debe estar asociada con el pecado. Esto significa que podemos enfadarnos, pero debe ser un tipo de indignación en defensa de la justicia de Dios.

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Debemos airarnos de forma santa y justa

Un cristiano debe mostrar indignación por ejemplo cuando permanecer en silencio en una determinada situación es lo mismo que callar y colaborar con el error o el pecado, pero al mismo tiempo no debe dejar que esa indignación termine en pecado.

Por lo tanto, la ira en sí misma no es necesariamente pecaminosa, ya que Dios mismo es un Dios de ira, de modo que «Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad.» (Romanos 1:18), es decir, la ira de Dios es santa, es justa y es uno de Sus atributos.

Dios es amoroso, misericordioso e igualmente santo y justo, y no puede ser indiferente al pecado, sino que derrama su justa ira sobre el pecador (Salmos 7:11).

Sin embargo, la ira en la vida de los hombres caídos está casi siempre fundada en los pilares del pecado, y es en este sentido que se vuelve reprochable y carnal, es decir, mientras que la ira de Dios se opone siempre al pecado, la ira humana está casi siempre asociada a él.

Importante: Una forma santa y pura de ira la podemos encontrar en David, un hombre celoso por Dios, el cual tenía un corazón que ardía dentro de él con venganza contra los enemigos de Dios, él oraba diciendo: «Dios haz algo contra esos hombres, ven contra tus enemigos».

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No se ponga el sol sobre vuestro enojo

Para enfatizar aún más el cuidado que debe tener el cristiano cuando se enoja, el apóstol escribió que no permitan que el enojo les dure hasta la puesta del sol, y continuó diciendo: «ni den cabida al diablo» (Efesios 4:27).

Esto significa que el diablo tratará a toda costa de convertir la justa indignación en un comportamiento pecaminoso, porque aun el enojo justo puede convertirse en amargura, por eso debería dejarse a un lado al final de cada día.

El consejo «Airaos, pero no pequéis» se dirige especialmente a quienes han sido hechos nuevas criaturas en Cristo, y poseen en sus vidas las virtudes del fruto del Espíritu, como amor, paciencia, bondad, pues saben que se requiere la indignación contra el pecado, así como la unidad entre los hermanos y la bondad con todos los hombres.

Como auténticos cristianos, debemos enfadarnos contra el pecado, contra el desprecio del Nombre del Señor, contra la injusticia, contra la falta de verdad, contra la impunidad, contra la corrupción y tantos otros comportamientos fruto de la depravación humana.

Tener ese tipo de ira o enojo y no pecar es un mandato que debe cumplirse, pero lo que debe quedar claro es que la justa ira que se espera de los seguidores de Cristo no se basa en ellos mismos, sino en la norma exigida por la Santa Palabra de Dios.

Te recomendamos el siguiente video para ver algunos ejemplos adicionales sobre cuándo la ira es correcta.

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