¿Por qué Pablo es el Apóstol de los Gentiles?

Uno de los grandes misterios de la Palabra de Dios son los gentiles, los cuales no se encuentran claramente en el Antiguo Testamento, pero que gracias a la misericordia de Dios y por medio de la muerte de Cristo en la cruz del calvario, todo aquel que crea en Jesús sin importar su nacionalidad es salvo.

Esta extraordinaria bendición, fue clara en el libro de los hechos de los apóstoles, donde en el concilio de Jerusalén se concluyó que los gentiles también recibieron la salvación del Señor como el pueblo judio, por tanto, en este artículo estudiaremos por qué Pablo es considerado el apóstol de los gentiles.

A Pablo se le llama el «Apóstol de los Gentiles» porque la parte principal de su ministerio apostólico tuvo que ver con la predicación del Evangelio a los pueblos no judíos, tal como el Señor lo llamó.

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Pablo de tarso y la predicación a los gentiles

El apóstol Pablo fue el mayor misionero de la Iglesia cristiana en sus primeras décadas, estando directamente implicado en la expansión del Evangelio por el mundo grecorromano.

Pablo era un judío nacido en la ciudad de Tarso y que tenía ciudadanía romana. Fue educado como un fariseo celoso, y dedicó parte de su vida a perseguir a los seguidores de Cristo. Pero el Señor tenía otros planes para Pablo.

De perseguidor se transformó en perseguido por amor a Cristo durante su ministerio como apóstol de los gentiles. Así que es fácil entender que fue Dios mismo quien eligió a Pablo para ser el apóstol enviado a los pueblos fuera de Israel.

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Pablo, de perseguidor a Apóstol de los gentiles

La palabra apóstol es de origen griego y significa «enviado» o «mensajero», pero subraya la autoridad del que envía. Así que los apóstoles de Cristo no actuaron bajo su propia autoridad, sino que actuaron bajo la autoridad e influencia del Señor que los comisionó.

Pablo no formaba parte del grupo de los doce apóstoles de Jesús. No siguió de cerca el ministerio terrenal del Señor Jesucristo. Sin embargo, fue llamado y comisionado por el Cristo resucitado para ser apóstol (1 Corintios 15:8).

Por lo tanto, el apostolado de Pablo era legítimo, y cuando decimos que era el apóstol de los gentiles, significa que era la persona que el Señor eligió y envió para proclamar el Evangelio y ser su representante en la construcción de la Iglesia más allá de las fronteras de la nación judía.

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¿Qué versículos dicen que Pablo es apóstol de los gentiles?

Muchos versículos bíblicos hacen referencia al ministerio de Pablo como apóstol de los gentiles. En los Hechos de los Apóstoles, por ejemplo, leemos cómo el propio Pablo afirmó que Dios le había enviado a los «lejos, a los gentiles» (Hechos 22:21).

Incluso la declaración final de Pablo en ese mismo libro atestigua que la salvación de Dios fue enviada a los gentiles (Hechos 28:28).

En la Carta a los Romanos, Pablo declaró: «Me dirijo ahora a ustedes, los gentiles. Como apóstol que soy de ustedes, le hago honor a mi ministerio» (Romanos 11:13). A los creyentes de Éfeso, Pablo les dijo que se le había concedido la gracia de anunciar a los gentiles «las incalculables riquezas de Cristo» (Efesios 3:8).

Más tarde, escribiendo a Timoteo, Pablo volvió a afirmar: «y para proclamarlo me nombró heraldo y apóstol. Digo la verdad y no miento: Dios me hizo maestro de los gentiles para enseñarles la verdadera fe.» (1 Timoteo 2:7).

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Pablo fue separado para predicar a los gentiles

En uno de los pasajes en los que el apóstol de los gentiles profundizó en la cuestión del origen de su ministerio, afirmó que, aunque había sido un judío muy capaz y muy celoso dentro del judaísmo, su ministerio no se basaba en estas cosas.

Porque, en verdad, Dios lo había separado desde el vientre de su madre y lo había llamado por su gracia a su debido tiempo para que anunciara el Evangelio a los gentiles (Gálatas 1:14-16).

Sin embargo, los que piensan que el apóstol Pablo predicó el Evangelio solo a los gentiles. Tambiés podemos observar que evangelizó a muchos judíos.

De hecho, una de sus estrategias misioneras fue predicar en las sinagogas de las ciudades a las que llegaba para llegar a los judíos y a los prosélitos gentiles. Esto concuerda con la explicación que el Señor dio a Ananías cuando dijo que Pablo era un recipiente elegido para llevar su nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel (Hechos 9:15).

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La importancia del ministerio del apóstol Pablo a los gentiles

La importancia de la labor de Pablo como apóstol de los gentiles es muy grande. Pablo fundó varias iglesias en diversos lugares del Imperio Romano. Incluso, muchas de las iglesias de Asia Menor parecen haber sido fundadas por Pablo durante sus viajes misioneros.

Como apóstol de los gentiles, Pablo fue sin duda el misionero más importante de la historia de la Iglesia cristiana. Su ministerio fue decisivo para que el número de cristianos pasara de unos pocos cientos de personas en la Iglesia primitiva a muchos miles en las décadas siguientes.

Se calcula que su trabajo repercutió, directa e indirectamente, en casi medio millón de personas en aquella época. En el libro de los Hechos de los Apóstoles, por ejemplo, se dice que durante el trabajo de Pablo en Asia, todos los que habitaban esa provincia romana escucharon la palabra del Señor Jesús, tanto judíos como griegos (Hechos 19:10).

La aportación doctrinal del apóstol de los gentiles a la Iglesia de todos los tiempos y lugares fue también inconmensurable. Pablo no inventó su propia doctrina, sino que enseñó lo que recibió directamente del Señor, y sus epístolas son muy claras al respecto (Gálatas 1:11-17; 1 Corintios 11:23).

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Pablo y la salvación de Cristo a los gentiles

Pablo desempeñó un papel primordial en la resolución de la cuestión de la aceptación de los gentiles dentro de la comunidad cristiana. Ese fue un período de transición en el que la revelación especial de Dios a través del Evangelio de Cristo comenzó a ser recibida por personas que no formaban parte de la comunidad judía.

Así que esto creó una tensión dentro de la Iglesia respecto a cómo los creyentes gentiles debían ser recibidos en el cuerpo de la fe. Algunas personas incluso argumentaron que los creyentes gentiles tenían que abrazar el judaísmo y solo entonces debían ser contados entre el pueblo de Dios.

Pero iluminado por el Espíritu Santo, el apóstol de los gentiles rechazó la idea de los judaizantes y argumentó correctamente que el Evangelio de la gracia no necesitaba ser completado, y que la fe en Jesucristo era suficiente para la salvación (Hechos 15).

Si quieres saber más sobre la vida del apóstol Pablo, te recomendamos el siguiente video.

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