¿Quién fue Onesíforo en la Biblia?

¿Conoces la historia de Onesíforo en la Biblia? ¿Sabes quién fue este hombre y cómo llegó a ser uno de los pocos hombres que no se avergonzó de las cadenas de uno de los apóstoles? Si quieres saber más sobre este personaje del Nuevo Testamento, sigue leyendo este artículo.

Onesíforo era un miembro cristiano de la iglesia de Éfeso. Era conocido por su ejemplo de misericordia y compañerismo hacia el apóstol Pablo.

Aunque no hay muchos detalles sobre quién era Onesíforo, sin duda su breve historia en la Biblia es un ejemplo de conducta piadosa y benévola que debería ser imitada por los creyentes de todos los tiempos y lugares.

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¿Qué significa el nombre Onesíforo?

El nombre Onesíforo del griego original «Ὀνησίφορος» o su trasliteración «Onésiphoros, tiene un significado que puede entenderse probablemente como «alguien que aporta beneficios» o «trayendo ventajas».

Onesíforo se menciona en el texto bíblico del Nuevo Testamento en la segunda carta que Pablo escribió a Timoteo (2 Timoteo 1:16-18; 4:19).

Todo indica que Onesíforo era un habitante de la ciudad de Éfeso. Aquí conviene saber que Éfeso era la capital de la provincia romana de Asia Menor. La ciudad era un centro económico, cultural y religioso de la época. Incluso la vida social y económica de la ciudad giraba en torno al culto a la diosa Diana, que contaba con un imponente templo considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo.

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Historia de Onesíforo

En Éfeso el Evangelio creció bajo la predicación del apóstol Pablo. Esto provocó una intensa oposición por parte de los paganos de Éfeso.

Así que en este complicado período de su ministerio, Pablo contó con la dedicada y preciosa ayuda de Onesíforo. El propio apóstol escribe reconociendo lo mucho que le ayudó Onesíforo en Éfeso (2 Timoteo 1:18).

Por la forma en que Pablo habla de la casa de Onesíforo, todo indica que toda su familia se convirtió a Cristo. Pero la comunión de Onesíforo con Pablo fue mucho más allá de lo demostrado durante los servicios de Pablo en Éfeso. De hecho, Onesíforo asistió al apóstol durante su período de encarcelamiento en Roma.

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Pablo y Onesíforo en Roma

La Biblia dice que Onesíforo fue a Roma y buscó insistentemente a Pablo hasta encontrarlo (2 Timoteo 1:17).

No es posible saber con exactitud si Onesíforo fue a Roma a buscar espontáneamente a Pablo, o porque fue llamado a ir a la capital del Imperio, o incluso si viajó allí por asuntos personales.

Tampoco es fácil explicar por qué Onesíforo tuvo que buscar a Pablo. Quizás el lugar de la detención de Pablo no era conocido por los creyentes de Roma; o quizás Onesíforo nunca había estado en Roma.

Independientemente de la razón de busqueda, Onesíforo encontró y animó a Pablo. Es más, no se avergonzó del apóstol por estar en prisión. La amistad de Onesíforo con Pablo era sincera, y mostró la misma benevolencia en sus días de prisión que en los de Éfeso.

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Onesíforo consoló a Pablo

La Biblia no aclara de qué manera concreta Onesíforo consoló al apóstol Pablo.

Esto puede haber ocurrido dándole algún apoyo financiero y un servicio útil, llevándole comida, ropa y literatura; o tal vez simplemente con su presencia dándole ánimo sobre la base de las promesas de Dios y proporcionándole noticias de la obra del Evangelio en todas las ciudades de Asia.

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¿Qué sucedió con Onesíforo?

El hecho de que Pablo salude a la casa de Onesíforo y no a él personalmente, ha llevado a algunos a pensar que Onesíforo ya había muerto cuando el apóstol escribió 2 Timoteo.

Los que piensan así se basan todavía en el hecho de que Pablo expresa su deseo de que el Señor conceda misericordia a Onesíforo «en aquel día«, una clara referencia al Día del Señor.

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Si esta hipótesis es correcta, ¿cuándo murió Onesíforo? O, ¿por qué? ¿Había sido arrestado por apoyar a Pablo y muerto en las sombrías prisiones romanas? ¿O acaso fue martirizado? Esto puede haber sucedido, ya que Pablo, como el mayor líder del cristianismo en aquella época, era visto por Roma como un peligroso malhechor en un contexto en el que los cristianos eran violentamente perseguidos bajo el gobierno de Nerón (2 Timoteo 2:9).

Sin embargo, no se pueden sacar conclusiones al respecto sobre lo que ocurrió con Onesíforo.

La ausencia de un saludo personal a Onesíforo puede explicarse de otras maneras, sin que ello implique necesariamente su muerte. Puede ser que Onesíforo simplemente estuviera ausente de su casa, y que Pablo estuviera enviando saludos a la familia de su fiel compañero.

Además, en otros pasajes Pablo también desea bendiciones escatológicas a alguien sin que la persona esté muerta (1 Tesalonicenses 5:23). Así que lo correcto es decir que no hay información bíblica sobre las cosas que le sucedieron a Onesíforo aparte de lo que dicen las Escrituras.

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Onesíforo, un ejemplo de creyente fiel y verdadero

Pablo escribió a Timoteo dándole consejos pastorales. Intentó guiar al joven trabajador en varios aspectos de la vida cristiana y del ejercicio del ministerio. Así que, sin duda, Onesíforo era alguien a quien Timoteo podía imitar.

Aunque para nosotros Onesíforo es casi anónimo, para el Señor es conocido personalmente. Prestó innumerables y valiosos servicios a la causa del Evangelio de Cristo, y Timoteo lo sabía muy bien.

Además, cuando todos en Asia abandonaron a Pablo en el momento más difícil de su vida, Onesíforo fue un amigo tan cercano como un hermano y nunca se avergonzó de las cadenas del apóstol (2 Timoteo 1:16).

Su comportamiento fiable y solidario contrastaba con el comportamiento cobarde y desertor de otros creyentes, como Figelo y Hermógenes (2 Timoteo 1:15). Por todo ello, Onesíforo es un ejemplo de alguien firme, leal, valiente, benévolo y comprometido con la causa del Evangelio de Cristo hasta las últimas consecuencias.

Hoy en día, nosotros como creyentes, debemos aprender de la conducta de Onesíforo, y permanecer fieles al Señor en todo momento, y que sin importar la situación, perseveremos en el Señor, para que en aquél Día, hallemos misericordia del Señor.

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