¿Conoces la historia de Marta en la Biblia? ¿Sabes quién fue esta mujer y lo que hizo el Señor Jesús a favor de ella y sus hermanos? Si quieres saber más sobre este personaje, sigue leyendo este artículo.
El Señor Jesús amaba a Marta y a su familia, los cuales hospedaban a Jesús cada vez que fuera necesario. Jesús por lo general cuando se encontraba a los alredores de Betania, iba a visitar a Marta y a sus hermanos (Juan 11:5).
Marta era la hermana de María y Lázaro, vivió en Betania. Fue una seguidora del Señor Jesús, lo acompañó en el Calvario y la resurrección. Es conocida porque en una ocasión eligió organizar y ocuparse de las cosas de la casa en vez de escuchar a Jesús.
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¿Que significa el nombre Marta?
El significado del nombre Marta en griego «Μάρθα» o su trasliteración «Martha», significa «señora» o «doña de la casa», pero también se asocian a este nombre otros significados como «ama» o «protectora».
Marta es comparada con su hermana María, y en esa comparación, se muestra la decisión que tomó cada una, el Señor Jesús le dijo a Marta que, su hermana María, «escogió la mejor parte, y nadie se la quitaría», como lo escribió Lucas (Lucas 10:39-42).
Historia de Marta de Betania
Marta, así como sus hermano Lázaro y María, vivían en Betania, una aldea a unos tres kilómetros de Jerusalén, en la ladera oriental del Monte de los Olivos, en el camino de Jericó.
El nombre de Marta solo se menciona en la Biblia en los evangelios de Lucas y Juan (Lucas 10:38-41; Juan 11:1-5;19-39; 12:2). Marta es la única persona con este nombre en toda la Biblia.
Lo más probable es que Marta fuera la mayor de los tres hermanos, o al menos mayor que su hermana María. La Biblia menciona que Jesús fue recibido en casa de Marta varias veces (Lucas 10:38).
Algunos estudiosos, al comparar los registros de Mateo 26:6, Marcos 14:3 y Juan 12:2 sobre la cena que tuvo lugar en la casa de un hombre llamado Simón el leproso en Lucas 7:36-50, tratan de identificar a la mujer pecadora con María.
Sin embargo, se debe tener muy presenta que esta cena fue celebrada por Simón el leproso en Galilea, no en Betania, donde residian los hermanos, es decir, que aunque es una cena similar, se celebró en lugares diferentes y con personas diferentes.
¿Por qué Marta estaba afanada y turbada con muchas cosas?
Lucas registró una visita del Señor Jesús a Betania, fue recibido en casa de Marta (Lucas 10:39-42). En aquella ocasión, María estaba sentada a los pies de Jesús escuchando atentamente lo que decía, mientras que Marta se ocupaba de las tareas domésticas.
En un momento dado, Marta se distrajo por todo lo que tenía que hacer. Evidentemente, Marta estaba ocupada con las tareas domésticas y, muy probablemente, preparando una comida para sus invitados.
Es posible que se trate de una comida para al menos 15 personas, es decir, Jesús, sus doce apóstoles y las dos hermanas, ya que el contexto inmediato del pasaje favorece la interpretación de que Jesús estaba acompañado por sus discípulos (Lucas 12:38; Lucas 10:38-42; 11:1).
Además, existe la posibilidad de que Lázaro estuviera presente, lo que elevaría este número a 16 personas. En cualquier caso, es seguro que Marta estaba muy ocupada mientras María escuchaba la enseñanza del Señor Jesús.
Marta parece estar algo irritada por la falta de ayuda de María, y cuestiona a Jesús por ese comportamiento: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude!» (Lucas 10:40). Obsérvese que la crítica no solo era dirigida a María, sino también al mismo Jesús, que permitió que María se quedara allí.
Jesús respondió a Marta diciendo que estaba afanada y turbada por muchas cosas, pero que había algo mucho más importante que su preocupación. Al principio de su respuesta, Jesús utilizó la expresión «Marta, Marta», que significaba un consejo de tierno afecto.
Marta, es necesario escoger la buena parte
Jesús le dijo que «una sola cosa es realmente necesaria». Algunos estudiosos sugieren que Jesús se refería a la comida en sí, como si dijera que una simple comida hubiera sido suficiente. Sin embargo, la secuencia de su respuesta revela algo mucho más: «María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará.» (Lucas 10:41-42).
La expresión «ha escodigo lo mejor» también puede traducirse como «a elegido lo mejor», en el sentido de haber elegido la mejor parte, y eso en el texto se aplica directamente a la frase anterior: «solo una cosa es realmente necesaria».
La buena parte que eligió María, obviamente fue escuchar las palabras de Jesús. Con esto se entiende que ella mostraba una sincera devoción y adoración al Señor, y esta es la porción que nunca le sería quitada.
Es evidente que esta conducta está en armonía con su ejemplo al ungir a Jesús, con un frasco de nardo puro, el cual fue deseado por Judas el Iscariote debido a su alto precio.
Marta, María y un drama familiar
En Juan 11 leemos el relato de la muerte y resurrección de Lázaro, el hermano de Marta y María. Jesús era muy amigo de aquella familia, y en cuanto Lázaro enfermó, las dos hermanas se apresuraron a hacer que alguien le dijera al Señor.
Probablemente Marta y María esperaban que Jesús visitara prontamente a su amigo enfermo y lo sanara, pero lo que no sabían era que en el plan de Dios, el milagro a realizar era mucho mayor que la sanidad de una enfermedad (Juan 11:4).
Cuando Jesús se acercó donde estaba Lázaro, Marta salió inmediatamente a su encuentro, mientras que María se quedó en casa, pero luego Marta la llamó y ella también acudió a Él.
Tanto Marta como María dijeron la conocida frase: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.» (Juan 11:21,32). Marta fue la primera en decirlo, y en respuesta escuchó la extraordinaria declaración de Jesús: «Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera» (Juan 11:25).
María, cuando dijo esta misma frase, estaba postrada llorando a los pies de Jesús. Juan relata que en ese momento «Jesús se turbó y se conmovió profundamente», y en consecuencia «Jesús lloró» (Juan 11:32-35).
Finalmente, cuando se quitó la piedra del sepulcro, Jesús llamó a Lázaro y éste resucitó milagrosamente (Juan 11:41-44).
Vea también: ¿Por qué resucitó Jesús al tercer día?
¿Qué podemos aprender de la vida de Marta?
Podemos aprender mucho de esta familia de hermanos. Pero, en especial en este artículo hablaremos de lo que podemos aprender de Marta.
Una de las principales enseñanzas es que debemos elegir la mejor parte. En muchas ocasiones debido a nuestros afanes y preocupaciones elegimos el trabajo, los estudios, la familia, los quehaceres del hogar y muchas otras cosas en lugar del Señor Jesús.
Aunque podemos ser hijos de Dios, podemos poner nuestras prioridades en otras cosas, aunque solamente una es necesaria, la prioridad del creyente debe ser Cristo, debemos buscar primeramente el reino de Dios, todas las otras cosas son secundarias.
Podemos aprender que Marta fue una hija de Dios que iba creciendo en su fe. De ella podemos recordar una frase maravillosa ante el dolor por la muerte de su hermano, cuando dijo: «Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que había de venir al mundo» (Juan 11:21).
Que el Señor permita que podamos ser como Marta, una hija de Dios que fue instruida por el Señor para que eligiera lo mejor, como lo hizo María y que podemos ser receptivos a las correcciones divinas, en ocasiones elegimos lo incorrecto, pero siempre esta la misericordia del Señor que nos guía hacía lo correcto..
Las Sagradas Escrituras recogen un pasaje maravilloso sobre esta hermosa familia que amaba al Señor y queria conocerlo profundamente y dice: «Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro.» (Juan 11:5), de la misma forma que creemos por la fe, que Jesús ama a todos sus verdaderos discípulos.
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