¿Quién fue Apolos? La historia de Apolos en la Biblia

Apolos es un personaje bíblico citado en el Nuevo Testamento. Por tanto, en este artículo vamos a estudiar quién era Apolos y conoceremos datos interesantes sobre su biografía y las cosas importantes que hizo con la iglesia primitiva.

Cuando nos encontramos con el Señor, tenemos una nueva vida, de hecho el Señor dice que cuando creemos en él, somos nuevas criaturas. A partir de ese momento empieza un proceso de santificación, un avance en la fe. Ese mismo proceso fue el que llevó Apolos, un hombre temeroso que tuvo que ser enseñado en el camino del Señor por otros hermanos.

Apolos era un judió de la ciudad de Alejandría que tuvo una gran cualidad para hablar y persuadir. Fue un hombre piadoso que enseñó las escrituras con profundidad y sabiduría. En sus primeros años de servicio fue enseñado por Aquila y Priscila el camino exacto del Señor.

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¿Quién era Apolos?

Apolos era un judío de Alejandría, un lugar de renombre en aquella época. La mayor descripción bíblica de él se encuentra en el libro de los Hechos de los Apóstoles (18:24-28; 19:1).

Además de este pasaje, Apolos en mencionado en la primera carta a los Corintios y en la carta a Tito (1 Corintios 1:12; 3:4-6,22; 4:6; 16:12 y Tito 3:13). Su nombre, Apolos, es una abreviatura de Apolonio.

Basándonos en el texto del libro de los Hechos, sabemos que Apolos llegó a Éfeso alrededor del año 52 d.C., después de que el apóstol Pablo ya hubiera partido de allí hacia Palestina, siguiendo después a otras regiones (Hechos 18:21-23).

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¿Qué significa el nombre Apolos en la Biblia?

El nombre Apolos, proviene del griego Apollo, que significa «espíritu del calor». Este era el nombre del dios del Sol y las artes en las mitologías griega y romana. 

Hijo de Zeus (dios de los dioses) y Leto (diosa del anochecer), es una de las principales deidades de la mitología, conocido por ser uno de los doce dioses del monte Olimpo.

Apolos era un predicador conocedor del bautismo de Juan

Apolos era un predicador elocuente y poseía un profundo conocimiento del Antiguo Testamento. También había sido instruido en el camino del Señor (Hechos 18:25; Hechos 9:2; 19:9), es decir, conocía la historia y las enseñanzas de Jesús.

Es posible que adquiriera esos conocimientos sobre Cristo en su propia ciudad, Alejandría. Algunas tradiciones sugieren que podría haber sido uno de los setenta discípulos mencionados en el Evangelio de Lucas (capítulo 10), pero no hay pruebas que apoyen esta afirmación.

Apolos predicaba con fervor, enseñando con diligencia todo lo que sabía del Señor (Hechos 8:25). Sin embargo, Apolos solo conocía el bautismo de Juan.

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Aquila y Priscila enseñan a Apolos lo que le faltaba

Aquila y Priscila, que llegaron a Éfeso acompañando al apóstol Pablo (Hechos 18:18-19), escucharon la predicación de Apolos y se dieron cuenta de que, aunque correcta, su mensaje era incompleto.

Entonces, Aquila y Priscila le explicaron con más precisión las cosas que no sabía. Lo que faltaba en sus conocimientos era principalmente el conocimiento del Espíritu Santo y la importancia de los diferentes bautismos. Quizá la situación de Apolos era similar a la de los discípulos que encontró Pablo en Éfeso (Hechos 19:2-3).

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Después de ser instruido por Aquila y Priscila, Apolos salió de Éfeso hacia Corinto, donde «con gran vehemencia persuadió públicamente a los judíos, demostrando con las Escrituras que Jesús era el Cristo» (Hechos 18:28; Hechos 19:1).

De esta forma, Apolos empezó a hacer un trabajo muy importante en las iglesias locales de la época llegando a convertirse en uno de los principales predicadores de aquel tiempo.

Apolos y Pablo

El apóstol Pablo permaneció un año y seis meses enseñando la Palabra de Dios en Corinto (Hechos 18:11), en la iglesia local de aquella ciudad.

Apolos, a su vez, apoyó a Pablo después de su partidad en corinto y, debido a su elocuente predicación, algunos cristianos de esa comunidad quedaron impresionados con él.

Esto generó una división entre la Iglesia de Corinto, seguramente por los mismos que consideraban a Pablo una persona débil que no mostraba elocuencia en su predicación oral (1 Corintios 2:1; 2 Corrintios 10:10; 11:6).

En la División, algunos pretendían ser imitadores de Pablo, otros de Apolos, otros de Pedro (Cefas) y otros del propio Cristo (1 Corintios 1:12).

Desde el punto de vista humano, según lo que el propio Pablo escribió, podemos decir que Pablo había sido superado por Apolos en el púlpito de Corinto. Sin embargo, tanto Pablo como Apolos no se consideraban de ninguna manera rivales, al contrario, ambos cooperaban en la proclamación del Evangelio de Cristo (1Cor 3:4-6), es decir, que esa terrible división dentro de la iglesia no era aprobado por ellos.

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Pablo Plantó, Apolos regó, pero el crecimiento lo da Dios

Pablo señaló que fue él quien «puso los cimientos» en Corinto, el Apóstol señala la importante labor realizada tanto por él plantando como por Apolos regando.

Cuando Pablo llegó a Corinto, sembró donde nadie había anunciado a Cristo. Más tarde, cuando se marchó a Éfeso, Pablo dejó en Corinto una iglesia todavía inexperta y, Apolos, se encargó de «regar» lo que Pablo había «plantado».

De todos modos, en el capítulo 3 de 1 Corintios, es evidente el objetivo de Pablo de mostrar que ambos eran solo siervos de Cristo, por medio del cual esos hermanos se habían convertido en creyentes (1 Cor 3:5).

Todavía en 1 Corintios 16:12, Pablo escribió diciendo que le había pedido a Apolos que visitara la iglesia de Corinto, pero éste no quiso ir. Lo más probable es que esta negativa de Apolos a ir a los cristianos de esa ciudad, se haya producido por las tensiones que existían en el seno de la iglesia, por lo que no quería alimentar la división.

Por último, Apolos parece haber estado con Tito en Creta en algún momento posterior, según Tito 3:13.

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Apolos y la Epístola a los Hebreos

La autoría de la Epístola a los Hebreos ha sido un misterio que nadie ha podido resolver hasta hoy. Durante mucho tiempo se consideró el nombre de Pablo como el candidato más probable, pero con análisis más profundos del texto de la carta, se pusieron de manifiesto las importantes diferencias entre esta epístola y las demás escritas por el Apóstol, lo que hizo que esta tradición perdiera fuerza.

Se sugirieron diferentes nombres y entre todos ellos se encuentra el de Apolos. Esta posibilidad ha sido considerada desde la época de Lutero, y de hecho, algunos estudiosos sostienen que Apolos, según los textos bíblicos sobre él, parece ser el tipo de persona que escribiría una epístola como la de Hebreos.

Su marcada característica de haber sido un profundo conocedor de las Escrituras, y su claro objetivo de mostrar a Cristo a través de ellas, parecen coincidir con la excepcional exposición del Antiguo Testamento señalando a Cristo, presente en la Epístola a los Hebreos.

Aunque Apolos es considerado entre los candidatos de haber escrito la epístola a los Hebreos, personalmente creo que fue el gentil Lucas el que escribió la epístola. Esto debido a las diferentes formas de escritura que son muy semejantes al Evangelio de Lucas y a Hechos de los Apóstoles.

Además, algo muy importante es que la epístola a los Hebreos, no iba a ser recibida si la hubiese escrito un gentil, por esa obviedad es muy probable que Lucas dejara en anónimo al escritor de la carta.

De hecho, su cercanía a Pablo, y también a otros personajes como Tito (Tito 3:13), explica quizá la mención de Timoteo por el autor de Hebreos (Hebreos 13:23).

Aunque Apolos y Lucas parecen una buena posibilidad para la autoría de la carta, no se demuestra nada, ya que el nombre del autor se omite en la epístola.

Para profundizar más sobre la biografía de Apolos, te recomendamos el siguiente video.

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