Obtener verdadera paz es el deseo de toda persona, más aún en tiempos tan difíciles como los actuales donde la crisis económica post pandemia ha afectado a todos los hogares del mundo y la amenaza de una cuarta guerra mundial esta al acecho.
Sin embargo, si hablamos de una verdadera paz, debemos mirar a Jesús y su muerte en la cruz, el cual consiguió la verdadera paz entre Dios y el hombre. Y prometió a sus discípulos que la paz que él da, no es la paz que da el mundo, sino que es la paz de su Espíritu Santo (Juan 14:27), es por eso que en el presente artículo vamos a estudiar el significado de la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento de Filipenses 4:7.
La paz que supera todo entendimiento es la paz de Dios. Esta paz no es de origen humano, es decir, no es ningún tipo de paz superficial y pasajera, sino que es un don divino que protege los corazones y los pensamientos de los hijos de Dios en Cristo Jesús.
Contenido
Filipenses 4:7 Explicación y contexto
Muchos textos bíblicos tratan de la paz divina, pero el que vamos a explicar es Filipenses 4:7, donde el apóstol Pablo escribe: «Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús».
Para entender bien lo que el apóstol quería decir con «la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento», debemos considerar algunos puntos principales del contexto en el que fue dicho.
En el capítulo 4 de la Epístola a los Filipenses, entre los versículos 1 y 9, Pablo exhorta a los cristianos a mantenerse firmes en el Evangelio, alegrándose en el Señor, siendo generosos y sufridos, para que su bondad sea conocida por todos (Filipenses 4:1-5).
También exhorta a dos hermanas Evodia y Síntique que fueron colaboradoras de Pablo en diferentes misiones, que se reconcilien en el Señor por el desacuerdo en el que se encontraban (Filipenses 4:2).
Y habla del problema de la ansiedad, y aconseja a los hermanos que no se angustien, sino que, en lugar de preocuparse, presenten sus peticiones delante de Dios con oración, ruego y acciones de gracias a Dios. Justamente después de esas palabras, es que el apóstol menciona las palabras:
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:7
Posteriormente, el apóstol termina esta sección del capítulo 4, en los versículos 8 y 9 exhortando sobre el deber cristiano, es decir, hablando de lo que los hijos de Dios deben pensar y lo que deben practicar. Además, señala que lo que es excelente o digno de alabanza debe dominar nuestros pensamientos y que la recompensa de esto es la presencia del «Dios de la paz» (Filipenses. 4:8-9).
¿Qué significa la paz de Dios?
La paz de la que habla el apóstol es uno de los atributos de Dios, su origen está en Dios y Él la posee en su propio ser. Puesto que es uno de Sus atributos comunicables, lo comparte con Sus hijos, no porque se lo merezcan por sí mismos, sino que lo concede como un don, un regalo a causa de la obra redentora de Cristo, es decir, si tenemos la paz de Dios hoy es porque Cristo la mereció en nuestro lugar al reconciliarnos con Él (Juan 14:27; 16:33; 20:19,21,26).
No es casualidad que prácticamente en todas las cartas del apóstol Pablo presente siempre esta paz íntimamente unida a la gracia, en la expresión «gracia y paz». Esto significa que la gracia es el fundamento de esta paz, es decir, sin la gracia no hay manera de tener paz.
Esta paz es también una característica destacada en la vida de todo auténtico cristiano, ya que es una de las virtudes del fruto del Espíritu Santo (Gal 5,22).
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¿Qué significa la paz que sobrepasa todo entendimiento?
Hemos visto que la verdadera paz es un don divino que refleja el propio amor de Dios. William Hendriksen, en su comentario al Nuevo Testamento, define perfectamente esta paz como la sonrisa de Dios reflejada en el alma del cristiano; la calma después de la tormenta del Calvario; la firme convicción de que el Dios que no escatimó ni siquiera a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros, seguramente nos dará también gratuitamente todas las cosas con Él (Romanos 8:32).
En cuanto a la expresión «sobrepasa todo entendimiento», algunos han interpretado que la paz divina hace mucho más por nosotros de lo que nuestros planes y proyectos podrán hacer jamás, es decir, en este sentido, la paz divina sobrepasa nuestro entendimiento.
Por supuesto que hay un punto de verdad en esto, sin embargo esta no es la interpretación correcta de esta expresión. Cuando el apóstol escribe «la paz que sobrepasa todo entendimiento», está diciendo que la paz de Dios es insondable.
Así como el amor de Cristo sobrepasa todo entendimiento, de modo que es imposible que el hombre comprenda por naturaleza su anchura, longitud, altura y profundidad, así es la paz de Dios (Efesios 31:8-19).
A continuación mencionaremos un comentario bíblico muy interesante sobre la paz que sobrepasa todo entendimiento de Albert Barnes.
Comentario de Albert Barnes sobre ¿Qué es la paz que sobrepasa todo entendimiento?
Es decir, que supera todo lo que la gente había concebido o imaginado. La expresión denota que la paz impartida es del tipo más elevado posible.
El cristiano, encomendando su camino a Dios, y sintiendo que él ordenará todas las cosas correctamente, tiene una paz que no se conoce en ninguna otra parte. Ninguna otra cosa la proporcionará sino Cristo.
Ninguna confianza que un hombre pueda tener en sus propias fuerzas; ninguna confianza que pueda depositar en sus propios planes o en las promesas o la fidelidad de sus semejantes, y ningún cálculo que pueda hacer sobre el curso de los acontecimientos, puede dar tanta paz al alma como la simple confianza en Dios.
¿Qué significa guardará vuestros corazones y pensamientos en Cristo?
Inmediatamente después de escribir sobre tan maravillosa paz, el apóstol declara que esa paz que sobrepasa todo entendimiento es la misma paz responsable de guardar los sentimientos y los pensamientos de los hijos de Dios en Cristo Jesús.
El término griego utilizado por Pablo traducido como «guardará» es «phroureó» que significa protegerá, y es un término militar para indicar la vigilancia de los centinelas que protegen una ciudad de una invasión enemiga o incluso para evitar que los habitantes de una ciudad asediada huyan. En ambos casos el significado es «proteger».
Con esto decía que la paz de Dios, por insondable que sea para nosotros, monta guardia a la puerta de nuestros corazones y mentes y evita que las aflicciones, angustias, pensamientos indignos y la ansiedad sacudan nuestros sentimientos y se apoderen de nuestro corazón, elementos que fueron mencionados en los versos anteriores.
Sin embargo, la paz que supera todo entendimiento nos protege no sólo de las amenazas externas, sino también de los conflictos internos. Por eso el apóstol termina con la expresión «en Cristo Jesús», es decir, esta paz nos libera de nosotros mismos, impidiéndonos, debido a nuestra vieja naturaleza, huir de la fortaleza que es Cristo.
En este sentido, nuestro viejo hombre debe estar encadenado dentro de un corazón asediado por la paz de Dios.
Reflexión sobre Filipenses 4:7
La paz que sobrepasa todo entendimiento no es la ausencia de problemas, aflicciones y dificultades, sino la seguridad de que Dios tiene el control de todas las cosas, y que por muy difícil que parezca todo, podemos descansar en la promesa de que en el día que viene, pronto, el Dios de la paz aplastará a Satanás (Romanos 16:20).
Como también menciona Albert Barnes, el Señor nos guardará de la ansiedad y la agitación, y para ello es necesario dar a conocer nuestras peticiones a Dios, y acudir a él en vista de todas nuestras pruebas y necesidades.
La manera de encontrar la paz, y de que el corazón sea preservado de los problemas, es ir y exponer todo ante el Señor. Es sólo en él que la mente puede ser preservada en paz. No es por la mera confianza en Dios, o por la mera oración, sino por la confianza en Dios tal como se revela a través de Cristo, y por la fe en él.
Pablo nunca perdió de vista la verdad de que toda la seguridad y la felicidad de un creyente debe estar Cristo, aquel que venció al mundo.
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