¿Qué significa el que comenzó en vosotros la buena obra?

Comenzar un proyecto, una carrera profesional, un negocio o cualquier estudio no es fácil, sin embargo, terminarlo por completo es una tarea que lleva mucho esfuerzo y dedicación, el cual en muchas ocasiones termina inconcluso o en olvido y fracaso.

La Biblia por su parte, menciona que el trabajo que el Señor hace, es un trabajo que lleva hasta el final, es decir, que Dios no deja nada inconcluso. Es por ese motivo que en el presente artículo vamos a explicar el significado de Filipenses 1:6, así que, acompáñanos en la lectura.

El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará significa que los creyentes están bajo el maravilloso gobierno de Dios, es decir que, el proceso de santificación del creyente será gobernado por Dios, hasta que llegue a la estatura de la plenitud de Cristo.

Filipenses 1:6 Explicación y contexto

Para explicar correctamente Filipenses 1:6 es necesario ver el contexto en el que fue dicho, para así interpretar correctamente las Sagradas Escrituras. El apóstol Pablo, quien se identifica como el escritor de la carta a los filipenses en los 2 primeros versículos del capítulo uno, saluda a todos los santos de la ciudad con la paz y la gracia del Señor.

Al saludarlos, el apóstol da gracias a Dios por la vida de los creyentes filipenses en oración y les recuerda que siempre los recuerda en todas sus oraciones, y en ese contexto expresó el versículo que estamos estudiando diciendo:

«Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo» (Filipenses 1:6).

¿Qué significa Filipenses 1:6 el que comenzó en vosotros la buena obra?

El significado del que comenzó en vosotros la buena es que no hay otro que comience una obra gloriosa en los creyentes que Dios mismo.

Aunque algunos intérpretes sugieren que la expresión «buena obra» está relacionada con el versículo 5, cuando Pablo habla de la cooperación de los filipenses desde la evangelización (Filipenses 1:5), y mencionan que la «buena obra» sería el esfuerzo de aquellos creyentes por la difusión del Evangelio, realmente no es una interpretación muy aceptada por los estudiosos.

La interpretación más aceptada, sin duda, es la que aplica este pasaje a la salvación y a la nueva vida cristiana. Esto significa que la buena obra que Dios ha comenzado en la vida del creyente es la obra de salvación.

Como dice Albert Barnes, la «buena obra» a la que Pablo se refiere aquí, no puede ser otra que la verdadera piedad. A está obra también se llama la obra de Dios; la obra del Señor; o la obra de Cristo (Juan 6:29; 1 Corintios 15:58; 1 Corintios 16:10; Filipenses 2:30).

Pablo afirma aquí que esa obra fue iniciada por Dios. No fue por su propia fuerza o voluntad. Fue en el hecho de que fue iniciada por Dios, en lo que basó su firme convicción de que sería permanente y completada por Dios.

Por tanto, es Dios el que comienza la obra en cada creyente, es Dios quien salva al creyente y empieza una obra de transformación y regeneración hasta terminarla por completo. Por lo tanto, si la perseverancia del cristiano dependiera enteramente de sí mismo, no podría haber ninguna evidencia segura de que llegaría al final.

¿Qué significa el que comenzó la buena obra, la perfeccionará?

El Señor no sólo da origen a la salvación en Dios, sino también su consumación. Por lo tanto, Pablo estaba seguro de que Dios completaría la obra de los filipenses, esto significa que el mismo Dios que comienza la buena obra de la salvación en la vida de un creyente no lo abandona a la deriva, sino que sigue obrando en él a través de Su Espíritu Santo.

Warren Wiersbe explica que la salvación puede ser entendida en una triple obra: 1) la obra que Dios hace por nosotros, es decir, la salvación del espíritu; 2) la obra que Dios hace en nosotros, es decir, la santificación o salvación del alma; 3) la obra que Dios hace con nosotros es decir, Cristo siendo uno con nosotros.

Así que «el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará» apunta a la seguridad que debe tener el cristiano de que Dios transformará su vida poco a poco a medida que el creyente conozca y consagre su vida.

La palabra «perfeccionará» en griego es «epiteleó» que significa que lo llevaría a cabo hasta el final; la completará, por tanto, es una palabra que significa que se llevaría a cabo hasta el final, es así como podemos estar serguros que Dios llevará a cabo la obra que ha comenzado con cada creyente hasta su finalización.

¿Qué significa la perfeccionará hasta el día de Jesucristo?

Hasta el día de Jesucristo es una clara referencia al día del Señor. El día en que Cristo se manifestará para glorificarse a sí mismo, de modo que puede decirse enfáticamente que es su día.

Como menciona Albert Barnes, ese día se llama a menudo «su día», o «el día del Señor», porque será el día de su triunfo y gloria. Aquí se refiere al día en que el Señor Jesús aparecerá para recibir a su pueblo, para juzgarlo, en el día del tribunal de Cristo (Romanos 14:10; 2 Corintios 5:10), un juicio no para condenación, sino para recompensa, para recompensar a sus hijos según sus obras (Apocalipsis 22:12).

Pero, ¿Es cierto que Dios perfeccionará a los redimidos hasta día final? Observe que Pablo dice «estando persuadido de esto». Es decir, está seguro de que Dios no dejará sin terminar la buena obra que él mismo ha comenzado (1 Corintios 1:8).

Dios no es como los hombres, Dios es inmutable. No hace nada a medias. Tiene un propósito que nadie puede frustrar (Job 42:2). Dios es fiel a su Palabra que garantiza la preservación de sus hijos.

Importante: Este pasaje también me recuerda a 1 Juan 3:2 donde el apóstol Juan escribe «Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es». Así que el proceso de perfeccionamiento continuará en cada uno de nosotros hasta ese glorioso día. ¡Aleluya!

Si el que comenzó la buena obra la completará, ¿cuál es nuestra responsabilidad?

Hay que decir que la seguridad de la preservación divina no anula la responsabilidad y la perseverancia humanas.

Es fácil ver que, antes de decir que el que comenzó la buena obra en los creyentes filipinos también la completaría, Pablo alabó su compromiso y trabajo por la obra de Dios (Filipenses 1:5).

Además, en el capítulo siguiente el apóstol pone estas dos verdades al lado de una manera aún más clara cuando dice: «ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.» (Filipenses 2:12-13).

Esto significa que la buena obra realizada por Dios de principio a fin en el creyente lo capacita para una vida de servicio en su obra. En el Reino de Dios no hay lugar para la ociosidad.

A este respecto, Hendriksen explica que, si bien es cierto que Dios comienza su obra para completarla, también lo es que, una vez que Dios ha comenzado su obra en los hombres, éstos nunca permanecen como meros instrumentos pasivos.

Por lo tanto, saber que Aquel que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo, nunca debe ser un incentivo para la negligencia y relajación espiritual. Por el contrario, esta enseñanza debe animarnos a trabajar más en el reino del Señor, sabiendo que Dios mismo es quien está realizando su obra en nosotros.

Un resumen a la carta de los filipenses en el siguiente video.

Hola! 😃 Gracia y Paz del Señor.

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