¿Quién fue Jairo en la Biblia?

¿Conoces la historia de Jairo en la Biblia? ¿Sabes quién fue este hombre y por qué su historia es relevante dentro del ministerio público de Jesús? Si quieres saber más sobre este personaje del Nuevo Testamento, sigue leyendo este artículo.

No hay muchos informes sobre la vida de Jairo, pero sabemos que fue un hombre muy respetado en la ciudad. Además de tener una niña de 12 años, Jairo también era un hombre importante en Capernaum.

Jairo fue uno de los dirigentes de una sinagoga en tiempos de Jesús. La historia de Jairo se hizo conocida porque su hija fue resucitada por el Señor Jesús. Jairo es mencionado en los tres evangelios sinópticos (Mateo 9:18-26; Marcos 5:21-43; Lucas 8:40-56).

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¿Qué significa el nombre Jairo?

El significado del nombre Jairo del griego «Ἰάειρος» o su trasliteración «Iairos», puede significar «El Señor ilumina».

Poco se sabe específicamente sobre quién era Jairo. Los escritos bíblicos no se centran específicamente en su biografía, sino en el milagro sobre su hija. Pero algunos pequeños detalles de la narración bíblica nos ayudan a hacernos una idea de quién era Jairo.

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Historia de Jairo en la Biblia

Jairo ocupaba un puesto importante. La Biblia dice que ocupaba un puesto honorable en la sinagoga.

El apóstol Mateo en su escrito simplemente dice que Jairo era «un gobernante». Pero Mateo no explica qué tipo de jefatura ejercía, y ni siquiera da su nombre (Mateo 9:18).

La palabra griega utilizada por Mateo sobre la ocupación de Jairo tiene un significado amplio que incluye «gobernador», «jefe», «dirigente», «administrador» y «comandante».

Sin embargo, son los Evangelios de Marcos y Lucas los que presentan esta información y califican el tipo de jefatura de Jairo. Marcos y Lucas dicen que Jairo era «uno de los jefes de la sinagoga», del griego archisunagógos (Marcos 5:22; Lucas 8:41).

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Jairo, dirigente de una sinagoga

La Biblia dice que Jairo en la expresión griega, era como un «jefe de la sinagoga», «príncipe de la sinagoga» o «gobernante de la sinagoga».

La sinagoga era básicamente una asamblea de judíos que se reunían para orar y dedicarse a la lectura y exposición de las Escrituras.

La sinagoga estaba gobernada por un grupo de ancianos, uno de los cuales era Jairo. Estos ancianos eran responsables de mantener el buen orden en las reuniones de la sinagoga.

Los gobernantes seleccionados se ocupaban de elegir a los que iban a leer y exponer las Escrituras en las reuniones, y a elegir a los que dirigirían las oraciones. Luego, los dirigentes de la sinagoga examinaban los discursos de los oradores para asegurarse de que todo se hacía de forma correcta.

También es cierto que algunas sinagogas tenían un solo administrador. De cualquier manera, está claro que Jairo era una persona influyente que ocupaba un puesto importante y tenía ciertos recursos económicos.

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¿Por qué Jairo buscó a Jesús?

Jairo era un hombre importante, pero esto no le privó de vivir un drama familiar. Su única hija, una niña de doce años, había caído gravemente enferma.

Así, Jairo fue al encuentro de Jesús. Probablemente Jairo vivía en la ciudad de Cafarnaúm, y esto puede ser un indicio de que había oído hablar de los prodigios, milagros y señales realizados por Jesús.

Cuando Jairo se presentó ante Jesús, se postró y le pidió que sanara a su hija. Pero incluso antes de que Jesús llegara a su casa, la hija de Jairo murió. Sin embargo, Jairo escuchó las palabras de consuelo y aliento del Maestro: «No tengas miedo; cree nada más.» (Marcos 5:36).

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Jairo, no temas, cree solamente

En el libro de Lucas, vemos que alguien se acercó a informar a Jairo de que su hija había muerto. Además, esta persona le dijo que no molestara más al maestro.

La decepción puede haber llenado el corazón de Jairo en ese momento. Sin embargo, Jesús le habló y le dijo que no tuviera miedo, sino que creyera en lo que Él podía hacer.

Continuando su camino hacia la casa. Al llegar, cerca de la misma, oyen los sonidos de los lamentos y el luto. Entonces Jesús habla y dice a la gente que dejen de lamentarse, porque la niña no estaba muerta, sino que dormía.

Entonces, al entrar en casa, Jesús tomó la mano de la niña y le dijo que se levantara. Inmediatamente, la hija de Jairo se levantó completamente sana. Y entonces Jesús les pidió que le dieran algo de comer a la niña.

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La fe de Jairo fue honrada por Jesús

Cuando Jesús llegó a la casa de Jairo, ya había mucha gente reunida para el funeral.

Aun con la incredulidad general de aquella gente, el jefe de la sinagoga siguió confiando plenamente en el Señor Jesús y pudo ver como su hija era milagrosamente resucitada.

En efecto, Jairo aparece muy brevemente en la Biblia, pero sigue siendo un gran ejemplo de alguien que creyó en el Salvador, a pesar de las circunstancias que pusieron a prueba su fe.

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¿Qué podemos aprender de la vida de Jairo?

De la vida de Jairo podemos aprender muchas lecciones, entre ellas podemos ver:

1. Jairo tenía una fe que no veía lo natural. A pesar de tener a su hija muy enferma, Jairo confió en que dejarla para encontrarse con Jesús era lo correcto. Incluso con la noticia de que su hija había muerto, Jairo escuchó a Jesús y no a los demás y creyó en su fidelidad.

2. Siempre podemos confiar en el Señor. Aunque las circunstancias en muchas ocasiones son difíciles, siempre podemos encontrar consuelo acudiendo al Padre y a Su hijo, ese consuelo sobrepasa todo entendimiento y nos llena de completa paz.

3. Nuestras palabras y acciones pueden influir para bien en los demás. En cada momento, cada hijo e hija de Dios esta atravesando diferentes situaciones, como hijos de Dios, debemos dar palabras de esperanza para que nuestros hermanos en la fe, para que se fortalezcan tal como el Señor fortaleció a Jairo.

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