¿Quién fue Amán en la Biblia?

¿Conoces la historia de Amán en la Biblia? ¿Sabes quién fue este hombre y por qué su historia es conocida hasta aún en la actualidad por el pueblo cristiano y judío? Si quieres saber más sobre este personaje del Antiguo Testamento, sigue leyendo este artículo.

Todo lo que se conoce sobre la historia de Amán solamente es encontrado en el libro de Ester. En este libro Amán es presentado por el escritor bíblico como un gran villano, y no es mencionado en ningún otro libro de las Sagradas Escrituras.

Amán era un ministro del rey de Persia llamado Asuero esposo de Ester. Amán quería exterminar al pueblo judío y trató de manipular al rey para que lo hiciera porque tenía el deseo de matar a todos los judíos que habían estado cautivos en Babilonia.

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¿Qué significa el nombre Amán?

El significado del nombre Amán en hebreo «הָמָן» o su trasliteración «Haman«, que significa «ser turbulento«.

Amán es posiblemente un nombre persa, al igual que el nombre de su padre, Hamdathá. Pero su identificación como «Agagita» sugiere alguna conexión con Agag, rey de los amalecitas, que se opuso al rey Saúl (1 Samuel 14:47-15:35).

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Historia de Amán en la Biblia

Amán es el principal antagonista en el libro de Ester, quien según la Biblia fue un visir del Imperio Persa bajo el rey Asuero, comúnmente también conocido como Jerjes (muerto en 465 a.C.).

Como indica su identificación «Agatita», Amán era descendiente de Agag. Lo que ha hecho interpretar a algunos comentaristas como algo simbólico, debido a que su personalidad era muy similar a estos pueblos. 

Estos pueblos eran los archienemigos de Israel. Así que tal vez el libro de Ester muestra a un descendiente de esta gente queriendo de nuevo destruir al pueblo de Dios en un momento en que los amalecitas habían casi desaparecido.

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¿Por qué Amán odiaba al pueblo Judío?

La Biblia dice que Amán recibió un ascenso del rey Asuero. Fue exaltado sobre todos los príncipes del imperio.

Así que, de acuerdo con las órdenes del rey, todos los sirvientes debían postrarse ante Amán. Todos obedecieron esta orden, excepto Mardoqueo, lo que ocasionó un odio profundo por él y por su pueblo.

Aquí conviene saber que no había ninguna prohibición en la ley mosaica que impidiera a un judío postrarse ante los reyes y las personas honorables. Así que la negativa de Mardoqueo a inclinarse ante Amán podría tener alguna relación con los orígenes de ambos.

Si Amán era realmente un descendiente de Agag, es comprensible que, como judío, Mardoqueo se negara a honrar a un representante del enemigo histórico de su pueblo.

Ante la actitud de Mardoqueo, Amán reveló todo su orgullo y prepotencia. Su delirio de grandeza no le permitía vivir con la idea de que un solo sirviente se negara a postrarse ante él.

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¿Por qué Amán quería destruir todo el pueblo Judío?

Amán no solo era un hombre orgulloso y altanero; también era un hombre malvado.

Ofendido por la actitud de Mardoqueo, no se contentó con penalizar solo a su enemigo. Amán quería más. Quería destruir a todo el pueblo judío.

Así que Amán comenzó a conspirar contra los judíos y consiguió que el rey Asuero le permitiera llevar a cabo su plan. Amán era tan persuasivo que el rey le autorizó a emitir decretos reales (Ester 3:10).

Todo el odio de Amán se puede ver en el decreto que se dictó en nombre del rey. Este decreto fue enviado en cartas a cada provincia del imperio.

Estas cartas decían que todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un solo día iban a ser destruidos, asesinados, aniquilados y sus bienes saqueados (Ester 3:13).

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¿Cómo libró Dios el pueblo Judío de la mano de Amán?

En este contexto, Dios hizo de Ester un instrumento de su providencia.

La joven que había sido criada por Mardoqueo se había convertido en la esposa del rey Asuero. Fue utilizada por Dios cuando Mardoqueo le contó la terrible condición de los israelitas en ese momento.

Después de haber escuchado a Mardoqueo, Ester prometió interceder por su pueblo ante el rey. Y Aunque no podía entrar en la presencia del Rey sin ser llamada, porque podría perder su vida, ella perseveró, y de acuerdo al propósito de Dios, todo salió bien.

Con mucha sabiduría, Ester pudo desenmascarar a Amán ante Asuero.

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¿Por qué Amán tuvo que honrar a Mardoqueo?

Antes de que Ester desenmascarará a Amán, él tuvo que honrar a Mardoqueo. Esto se debió a que Mardoqueo fue quien denunció a dos guardias que querían matar al rey.

Cuando Asuero se enteró, decidió honrar a Mardoqueo. Entonces llamó a Amán y le preguntó qué debía ocurrirle al hombre al que el rey quisiera honrar.

El orgulloso Amán pensó que Asuero estaba hablando de él. Así que sugirió que el rey vistiera a esta persona con ropajes reales, le pusiera la corona en la cabeza y la pusiera a desfilar en el caballo del rey por los principales puntos de la ciudad. Pero este hombre era Mardoqueo, no Amán (Ester 6).

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¿Cómo fue la muerte de Amán?

Debido a su ira, Amán incluso construyó una horca para Mardoqueo. Pero, irónicamente, fue él quipen murió.

Cuando fue expuesto como un hombre malo ante el rey, Amán temió lo peor.

Desesperadamente trató de rogar por su vida a la Reina Ester. En ese momento se le acusó incluso de acosar a Ester. Así que allí quedó sellado su destino final y finalmente fue ahorcado en la misma horca que él había construido (Ester 7:10).

Con la deshonra y muerte de Amán, Mardoqueo asumió oficialmente su posición. Aunque no fue posible derogar el decreto redactado por Amán, se emitió un nuevo decreto. Este nuevo decreto anuló la eficacia del primero, y concedió a los judíos la facultad de defenderse ante sus enemigos (Ester 8-10), guerra en la cual Dios les dio la victoria.

La victoria del pueblo Judío sobre sus enemigos, después del decreto de Amán, es conocida como la fiesta de Purim y hoy en día es aún celebrada en Israel.

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