¿Qué significa que habrá guerras y rumores de guerras?

Antes los acontecimientos de guerras y rumores de guerra que vemos en la actualidad y la inestabilidad ecónomica generalizada en la mayoría de los países, es inevitable preguntarse que dice la Biblia acerca de todo esto.

Los conflictos que enfrentan a reino contra reino y a nación contra nación no es algo de este siglo, ni del anterior, al contrario, desde el principio de la humanidad la guerra ha sido parte de la historia y los seres humanos hacen parte de todos los conflictos bélicos.

La afirmación bíblica de que en los últimos días habrán guerras y rumores de guerras indica la inestabilidad mundial que marcaría la historia de la humanidad a medida que avanza el tiempo hacia su consumación final y la segunda venida de Cristo.

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Mateo 24:6 Explicación

Fue el propio Señor Jesús, en su sermón escatológico, quien advirtió de la realidad de las guerras y los rumores de guerras en los últimos días (Mateo 24:6; Marcos 13:7).

Sin embargo, mucha gente interpreta mal estas palabras de Jesús. De hecho, cada vez que estalla una guerra en el mundo, muchos cristianos se apresuran a intentar relacionar el nuevo conflicto con alguna profecía bíblica.

Sí, sin duda, en general, todas y cada una de las guerras que ocurren en el mundo están incluidas en las profecías bíblicas relativas a los acontecimientos de los últimos días.

Sin embargo, lo que la gente olvida es que, bíblicamente hablando, «los últimos días» corresponden a todo el período que se extiende desde la primera venida de Cristo y derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés, hasta su regreso en el fin del mundo (Hechos 2:17).

Por lo tanto, no es una buena práctica de interpretación bíblica tratar de establecer que un conflicto particular corresponde a una profecía específica.

Además, la mayoría de las personas que intentan hacer este tipo de ejercicio tratan de establecer supuestas fechas para el posible regreso de Jesús y el fin del mundo. Por eso es muy común escuchar, con cada nueva guerra, que el fin ha llegado.

Estas afirmaciones son erroneas, es decir, cada nueva guerra no significa que llegó el fin. Sin embargo, la Biblia nos llama a estar vigilantes y estar atentos a los aconteimientos que suceden en el mundo, porque sin duda estamos viviendo el fin de los tiempos.

Pero no significa que cada guerra o rumor de guerra es el fin inmediato, al contrario, el Señor aclaró que todo esto es necesario que suceda para que se sigan «cociendo» todos los acontecimientos que llevarán a este mundo al fin.

Nota importante: En la Biblia, podemos entender muy claramente que nadie sabe el día o la hora del regreso de Cristo, porque esta información sólo pertenece a Dios el Padre (Mateo 24:36).

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Guerras y rumores de guerras en la Biblia

Es realmente peligroso malinterpretar las profecías bíblicas relativas al fin de los tiempos. Esto se debe a que, al adoptar interpretaciones erróneas, el lector de la Biblia acaba por no entender el mensaje correcto que se pretende en el texto bíblico.

El pasaje bíblico que recoge la declaración de Jesús sobre las guerras y los rumores de guerras que marcarían la historia del mundo, es un claro ejemplo de ello. En el texto, Jesús dice: « Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras, pero procuren no alarmarse. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin.» (Mateo 24:6).

Esta afirmación de Jesús conlleva al menos dos lecciones fundamentales para nosotros.

1. Las guerras en la Biblia son un cumplimiento profetico

Las guerras, y los rumores de guerras, son el cumplimiento de una historia inevitable. Por muy caótico que parezca todo, con naciones que se levantan contra otras naciones, reinos que se levantan contra otros reinos, catástrofes naturales que sacuden la tierra y el hambre que asola a los pueblos, Dios sigue siendo soberano sobre todas las cosas.

Él es quien gobierna la historia según su propósito. Ninguna de estas cosas está fuera del control de Dios; porque según el Señor Jesús, todas son cosas que deben suceder, son cosas que forman parte de los decretos eternos y soberanos de Dios.

Es interesante observar que, después de que Jesús pronunciara estas palabras, nunca más la tierra ha experimentado un minuto de paz.

A lo largo de todos estos siglos siempre ha habido, en algún lugar del mundo, una guerra. Incluso el siglo XX fue el más sangriento de la historia de la humanidad, incluso después de casi dos mil años de aquellas palabras de Jesús.

2. Las guerras no son el fin, son principio de dolores

A pesar de todas estas tensiones, Jesús advierte, con toda claridad, que las guerras no son el final.

Estas cosas son el principio de los dolores (Marcos 13:8). En este sentido, Jesús comparó el desarrollo de la historia con el de una mujer embarazada que, a medida que se acerca el momento del parto, sus dolorosas contracciones se intensifican.

Esto significa que en nuestra actualidad estamos viviendo estos dolores, que nos están acercando al regreso del Señor Jesucristo, lo cual implica una mayor intensidad en los rumores y en conflictos bélicos de los diferentes continentes del planeta.

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La historia y el mundo se dirigen hacia el final

Todo creyente debe tener la esperanza en el Señor Jesucristo. Lamentablemente hoy en día encontramos muchos hijos de Dios que no anhelan la venida del hijo de Dios. Pero debe ser claro para todo redimido que este mundo va camino a la destrucción, va camino al fin.

El Señor hizo una promesa para este mundo, prometió destruir este mundo con fuego (2 Pedro 3:7) y a todos aquellos impíos que no procedan al arrepentimiento. Así que las guerras son un cumplimiento parcial de esa profecía que sin duda se hará realidad en el tiempo del Señor.

Entonces, las guerras y los rumores de guerra y la inestabilidad ecónomica actual no nos invitan a hacer cálculos para tratar de descubrir una información que sólo pertenece a Dios, sino que nos invitan a mirar la historia sabiendo que avanza hacia su fin según la voluntad del Señor.

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Cuando llegue el tiempo del fin, no habrá dudas

Definitivamente los dolores por las guerras, las hambres, las pestes, los terremotos y las persecusiones serán cada vez más terriblres. Es decir, las contracciones para el parto serán cada vez más fuertes, pero aún no ha llegado el momento del nacimiento.

Cuando llegue la hora, será inconfundible. Es decir, cuando llegue el tiempo del fin, no habrá ninguna duda, porque el Señor dice que será un tiempo como no lo ha habido nunca ni lo habrá, porque será el tiempo más oscuro de la humanidad.

Así que, por ahora, ante la realidad de las guerras y los rumores de guerras, debemos estar vigilantes y orando para que todas las personas en todas las naciones se arrepientan y vengan a la fe del hijo de Dios, porque el Señor quiere que todos sean salvos (1 Timoteo 2:4).

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