Jesús sana la suegra de Pedro

Los milagros que realizó el Señor Jesús en la tierra sirven como testimonio de autoridad como Hijo de Dios. Durante su ministerio terrenal, Jesús curó a los enfermos, controló las fuerzas de la naturaleza, expulsó a los demonios y resucitó a los muertos.

Un ejemplo de todo su poder, lo podemos encontrar en la sanidad de la suegra de Pedro, el cual es uno de los milagro recogidos en los Evangelios Sinópticos (Mateo 8:14-15; Marcos 1:29-31; Lucas 4:38-39). Así que si quieres saber cuando sucedio, en que lugar y que lecciones nos deja, sigue leyendo.

La Biblia presenta desde diferentes perspectivas en los evangelios, la sanidad de la suegra de Pedro, la cual tenía una fiebre muy alta cuando fue encontrada por Jesús. La Biblia dice que Jesús reprendió la fiebre y aquella mujer fue sanada inmediatamente.

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¿Cuándo sanó Jesús a la suegra de Pedro?

Jesús sanó a la suegra de Pedro cuando estaba en la ciudad de Cafarnaúm. Esta ciudad estaba en la región de Galilea, un lugar donde tuvo lugar una parte importante del ministerio terrenal de Jesús.

De hecho, la mayoría de los discípulos de Jesús eran de la región de Galilea. Así, el Señor Jesús se identificaba mucho con Galilea, especialmente con la ciudad de Cafarnaúm (Mateo 9:1).

Básicamente, los tres registros bíblicos de la curación de la suegra de Pedro aportan el mismo nivel de información. Todos ellos omiten el nombre de la mujer y hacen hincapié en su estado de salud.

Mateo ofrece el relato más breve. Solo dice que Jesús llegó a la casa del apóstol Pedro y «vio a la suegra de este en cama, con fiebre.» (Mateo 8:14).

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Marcos y Lucas, en cambio, informan de que Jesús fue a casa de Pedro después de salir de la sinagoga. Obviamente era la sinagoga de la propia ciudad de Cafarnaúm. Lucas añade además que la fiebre de la suegra de Pedro era muy alta. Tal vez esto refleje su especial interés por la medicina, ya que de todos los escritores bíblicos es el que más detalles da al respecto.

Como la fiebre es un síntoma siempre asociado a algún cuadro clínico, muchos comentaristas afirman que es imposible saber exactamente el tipo de enfermedad que perturbaba a la suegra de Pedro.

Por lo tanto, teniendo en cuenta que el texto bíblico dice que fue después de que Jesús saliera de la sinagoga que fue a la casa de Pedro, es seguro considerar que este milagro ocurrió en un día de reposo.

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Jesús en casa de Pedro

Muchos estudiosos afirman que el hecho de que la suegra de Pedro estuviera postrada en su casa probablemente debería servir como indicación de que vivía con su hija y su yerno.

Además, según el relato de Marcos, parece que Andrés también vivía en el mismo lugar. Marcos informa además que en esa ocasión Jesús estaba acompañado por Santiago y Juan.

La Biblia no explica el motivo concreto de la visita de Jesús a la casa de Pedro. Puede ser que haya sido invitado a cenar, o que haya ido específicamente a visitar a la mujer enferma, o incluso que simplemente haya ido a visitar socialmente a sus queridos amigos. Sea como sea, el hecho es que al llegar a esa casa Jesús fue informado de que la suegra de Pedro estaba enferma.

Entonces Jesús se acercó a la mujer postrada, se inclinó hacia ella y la tomó de la mano. Ese toque fue realmente poderoso. Jesús tocó a esta mujer y la fiebre la dejó.

No importaba si esa fiebre era una reacción del cuerpo a un trastorno aún más grave. Lo que fuera que había afligido a esta mujer hasta dejarla postrada en una cama había sido reprendido.

Importante: Es interesante observar que la Biblia no muestra una mejora gradual en el cuadro clínico de esa mujer. No empezó a sentirse mejor poco a poco. Ella se sanó inmediatamente. Al instante, su temperatura corporal se normalizó y se levantó con vigor para servir a todos como anfitriona de la casa.

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Lecciones sobre la sanidad de la suegra de Pedro

Podemos aprender algunas lecciones importantes de este milagro de Jesús.

En primer lugar, aprendemos que el Señor es poderoso para sanar cualquier enfermedad, y transformar cualquiera que sea la situación. Jesús curó a la suegra de Pedro, y no solo a ella. Ese mismo día, Jesús también curó a muchas personas de «toda clase de enfermedades» y liberó a muchos endemoniados (Marcos 1:32-34). Sin importar la naturaleza de sus enfermedades, Jesús sanó a todas esas personas.

En segundo lugar, aprendemos que los creyentes también se enferman. Pedro y su hermano Andrés eran dos de los apóstoles de Jesús. Sin embargo, la enfermedad llegó a su casa. Hay muchos ejemplos bíblicos de personas piadosas y temerosas de Dios que fueron afligidas por la enfermedad, entre los que podemos mencionar al profeta Eliseo, Dorcas, el apóstol Pablo, Epafrodito y Timoteo (2 Reyes 13:14; Hechos 9:36,37; Filipenses 2:25-27; Gálatas 4:13; 1 Timoteo 5:23).

Pero si bien es cierto que al poder de Dios no hay enfermedad que se le resista, también es cierto que en soberanía de Dios, en ocasiones no todos reciben sanidad (2 Timoteo 4:20).

Aunque no comprendamos los designios secretos del Señor, nos consuela saber que todas las cosas nos ayudan para el bien de los que aman a Dios (Romanos 8:28). Podemos estar seguros de que nada podrá separarnos del amor de Dios que hay en Cristo Jesús (Romanos 8:35:39).

En tercer lugar, podemos aprender que, la curación de la suegra de Pedro y todos los demás milagros realizados por Jesús nos enseñan que Él es realmente Aquel en quien se cumplen las Escrituras. Él es quien verdaderamente «… cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores» (Mateo 8:17; Isaías 53:4).

Si quieres profundizar más sobre Jesús sana la suegra de Pedro, te recomendamos el siguiente video.

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