¿Quién fue Giezi en la Biblia?

¿Conoces la historia de Giezi en la Biblia? ¿Sabes quién fue este hombre y por qué fue condenado por Dios a tener lepra el resto de su vida despúes de la sanidad de un gran general sirio? Si quieres saber más sobre este personaje, sigue leyendo este artículo.

Giezi fue el siervo del profeta Eliseo, es conocido por adquirir lepra después de pedir recompensa por un milagro. Se menciona en la Biblia en tres ocasiones. En el relato de la mujer sunamita, en la sanidad de Naamán y ante el rey Joram.

Algunos estudiosos también sugieren que es posible que se mencione a Giezi indirectamente al menos otras dos veces. Es posible que sea el siervo mencionado en 2 Reyes 4:43, así como el joven cuyo nombre no se menciona en el conocido texto de 2 Reyes 6:15.

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Historia de Giezi, el Siervo de Eliseo

Giezi fue un hombre que se dedicó a servir al profeta Eliseo, siendo su asistente personal. Lo cual significa que acompañó al profeta en muchas ocasiones.

Una de estas ocasiones se registra en el capítulo 4 de 2 Reyes. En esa ocasión, se presenta la historia de la mujer sunamita, la cual había mostró una gran hospitalidad hacia el profeta Eliseo.

En este contexto, Giezi parece ser quien sugirió al profeta Eliseo que la mujer sunamita fuera recompensada con la promesa de un hijo. Así que pronto, según la profecía de Eliseo, la mujer dio a luz a un niño.

Sin embargo, con el pasar del tiempo, el niño cayó enfermo. Cuando la mujer sunamita fue a buscar a Eliseo, el profeta ordenó a Giezi que tomara su bastón y lo colocara sobre el niño.

Giezi hizo lo que el profeta le dijo, sin embargo, el esfuerzo fue en vano, porque al niño sin vida no le pasó nada. Pero el profeta Eliseo acudió personalmente al muchacho y Dios le devolvió la vida (2 Reyes 4:8-37).

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¿Cuál fue el pecado de Giezi?

Giezi aparece en 2 Reyes 4 como un siervo servicial, sin embargo, en el siguiente capítulo de la Biblia aparece como un siervo codicioso y ambicioso.

En 2 Reyes 5 leemos como Naamán, el capitán sirio leproso, fue a Israel a buscar a Eliseo. Su objetivo era ser curado de su lepra, y con él trajo preciosos regalos para ofrecer al hombre de Dios con el objetivo de recibir sanidad.

Entonces Eliseo le envió un mensajero a Naamán indicándole que se lavara siete veces en el río Jordán, así, después de idas y venidas, Naamán aceptó la instrucción, se lavó en el río y fue sanado.

Entonces regresó al profeta Eliseo y le ofreció un gran regalo. Pero Eliseo no aceptó nada de lo que Naamán le ofreció, sino que lo despidió en paz (2 Reyes 5:16-19).

Poco después de la partida de Naamán, Giezi se apresuró a alcanzarlo pensando: «Mi amo ha sido demasiado bondadoso con este sirio Naamán, pues no le aceptó nada de lo que había traído. Pero yo voy a correr tras él, a ver si me da algo. ¡Tan cierto como que el Señor vive!»» (2 Reyes 5:21).

Cuando Naamán se dio cuenta de que se acercaba Giezi, se dirigió inmediatamente hacia él. Entonces Giezi le pidió falsamente, en nombre de Eliseo, un talento y dos vestidos finos. Su propósito era tenerlos para sí mismo, así fue, el gran pecado del siervo de Eliseo.

A petición de Giezi, Naamán acabó ofreciéndole no solo un talento, sino dos (2 Reyes 5:23). Esto equivalía a unos 70 kilos de plata.

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¿Cuál fue el castigo de Giezi?

Cuando regresó a Eliseo, Giezi siguió intentando engañarlo. Por lo cual, ese falso pago exigido por Giezi le causó un terrible castigo.

A causa de su pecado, el ambicioso Giezi fue maldecido por el profeta Eliseo. Recibió sobre sí mismo y sus descendientes la misma enfermedad que había sufrido Naamán (2 Reyes 5:26-27).

En ese mismo momento salió de la presencia de Eliseo ya leproso, su cuerpo parecía estar cubierto como de blanca nieve(2 Reyes 5:27).

Nota importante: La palabra lepra es un término genérico utilizado en el Antiguo Testamento para referirse a muchos tipos de enfermedades de la piel. Probablemente este tipo de lepra que tenía Naamán, y que contrajo después Giezi, no requería aislamiento.

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Giezi y el rey Joram

Después de este acontecimiento, Giezi es citado por última vez testificando al rey Joram sobre las grandes obras realizadas por Dios a través del ministerio de Eliseo.

En esa ocasión destaca especialmente la resurrección del hijo de la sunamita (2 Reyes 8:4-6).

Es también probable que Giezi sea el joven que se asustó ante el asedio del ejército enemigo en 2 Reyes 6.

Según la oración de Eliseo, a este joven se le abrieron los ojos para contemplar la protección divina (2 Reyes 6:17). Sin embargo, no hay ninguna prueba que demuestre realmente que Giezi fuera la persona en cuestión.

¿Se sanó Giezi de la lepra según la Biblia?

Curiosamente, muchas personas acaban afirmando que Giezi fue sanado de su lepra. No es raro encontrar a gente predicando sobre una supuesta restauración de Giezi. Pero no hay ninguna base bíblica para tal afirmación.

En primer lugar, Eliseo tenía claro que la lepra le afligiría a él y a sus descendientes «para siempre» (2 Reyes 5:27). Si Giezi fue sanado posteriormente, entonces la palabra de Eliseo no se cumplió.

En segundo lugar, Jesús mismo habló de los leprosos que vivían en Israel en la época de Eliseo. En Lucas 4:27 nuestro Señor dice: «Así mismo, había en Israel muchos enfermos de lepra en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán el sirio». Esto significa que si Giezi fue sanado, el propio Jesús se equivocó al mencionar solo la sanidad de Naamán.

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¿Cómo se explica la presencia de Giezi ante el rey Joram?

El hecho de que Giezi se presentara ante el rey Joram puede explicarse fácilmente sin contradecir las Escrituras.

Según las reglas judías, cuando la enfermedad de la piel se había apoderado de todo el cuerpo, volviendo blanca toda su superficie, entonces la persona enferma dejaba de ser considerada impura.

De hecho, la impureza de las enfermedades de la piel se identificó sobre la base de su progresión. Cuando existía este cuadro evolutivo que indicaba una contaminación activa, el enfermo era considerado impuro.

El texto bíblico indica que la lepra de Giezi se apoderó inmediatamente de todo su cuerpo, y quedó «blanco como la nieve» (2 Reyes 5:27).

De hecho, la enfermedad de Giezi debe interpretarse a la luz de Levítico 13:12-13. Este texto indica que las condiciones estables se consideraron limpias. Este fue exactamente el caso de Giezi. Como se le consideraba limpio, podía seguir sirviendo a Eliseo y luego testificar ante el rey Joram.

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