En este momento tan difícil que esta pasando el mundo entero se ha vuelto común escuchar que muchas personas se encuentran enfermas. Hoy en día sabemos que miles de personas se encuentran luchando contra una enfermedad de algún tipo.
Esto ha ocasionado que el temor invada a todo el mundo, debido a que contraer una enfermedad en estos momentos no es para nada alentador. En momentos de dificultad física, mental o espiritual fácilmente podemos perder la fe y las esperanzas.
El mejor lugar que puede tener un creyente para encontrar la sanidad es refugiarse en la palabra de Dios. Dios habla constantemente de su poder respecto a la enfermedad y su capacidad de sanar cualquier dolencia porque nada es imposible para él. Así que, aquí encontrarás los mejores 35 versículos de sanidad con imágenes que te darán fe, esperanza y consuelo mientas actúa el poder sanador de Dios en tu vida o la de tu ser querido.
Contenido
- 1 35 Versículos para leer y orar a un enfermo por su sanidad
- 1.1 Santiago 5:14
- 1.2 Santiago 5:15
- 1.3 Salmo 146:8
- 1.4 3 Juan 2
- 1.5 Lucas 17:18-19
- 1.6 Hechos 4:29-30
- 1.7 Lucas 6:19
- 1.8 1 Pedro 2:24
- 1.9 Mateo 11:28
- 1.10 Salmo 107:20-21
- 1.11 Salmo 103:3-5
- 1.12 Salmo 147:3
- 1.13 Mateo 9:35
- 1.14 Marcos 5:34
- 1.15 Salmo 30:2
- 1.16 Santiago 5:16
- 1.17 Salmo 6:2
- 1.18 2 Corintios 12:9
- 1.19 Mateo 8:1-3
- 1.20 Proverbios 16:24
- 1.21 Filipenses 4:19
- 1.22 Juan 14:27
- 1.23 1 Corintios 10:13
- 1.24 Marcos 2:17
- 1.25 Lucas 13:11-13
- 1.26 Hechos 9:33-34
- 1.27 Hechos 10:37-38
- 1.28 Marcos 1:30-31
- 1.29 Mateo 8:7-8;13
- 1.30 2 Reyes 20:5
- 1.31 Jeremías 17:14
- 1.32 Isaías 41:10
- 1.33 Isaías 57:18-19
- 1.34 Isaías 40:29
- 1.35 Proverbios 17:22
35 Versículos para leer y orar a un enfermo por su sanidad
Santiago 5:14
«¿Está enfermo alguno de ustedes? Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor.»
Santiago 5:15
«La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y, si ha pecado, su pecado se le perdonará.»
Salmo 146:8
«El Señor da vista a los ciegos, el Señor sostiene a los agobiados, el Señor ama a los justos.»
3 Juan 2
«Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.»
Lucas 17:18-19
«¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.»
Hechos 4:29-30
«Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.»
Lucas 6:19
«así que toda la gente procuraba tocarlo, porque de él salía poder que sanaba a todos.»
1 Pedro 2:24
«Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.»
Mateo 11:28
«Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.»
Salmo 107:20-21
«Envió su palabra para sanarlos, y así los rescató del sepulcro. ¡Que den gracias al Señor por su gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres!»
Salmo 103:3-5
«Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión; él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas.»
Salmo 147:3
«El sana a los quebrantados de corazón,
Y venda sus heridas.»
Mateo 9:35
«Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.»
Marcos 5:34
«¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz y queda sana de tu aflicción.»
Salmo 30:2
«Señor mi Dios, te pedí ayuda y me sanaste.»
Santiago 5:16
«Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.»
Salmo 6:2
«Tenme compasión, Señor, porque desfallezco; sáname, Señor, que un frío de muerte recorre mis huesos.»
2 Corintios 12:9
«pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.»
Mateo 8:1-3
«Cuando Jesús bajó de la montaña, lo siguieron grandes multitudes. Un hombre que tenía lepra se le acercó y se arrodilló delante de él.-Señor, si quieres, puedes limpiarme -le dijo. Jesús extendió la mano y tocó al hombre. -Sí quiero -le dijo-. ¡Queda limpio! Y al instante quedó sano de la lepra.»
Proverbios 16:24
«Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos.»
Filipenses 4:19
«Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos.»
Juan 14:27
«La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.»
1 Corintios 10:13
«No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.»
Marcos 2:17
«Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.»
Lucas 13:11-13
» Y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.»
Hechos 9:33-34
«Y halló allí a uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años que estaba en cama, pues era paralítico. Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó.»
Hechos 10:37-38
«Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan: cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.»
Marcos 1:30-31
«Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella. Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía.»
Mateo 8:7-8;13
«Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. …Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora.»
2 Reyes 20:5
«Regresa y dile a Ezequías, gobernante de mi pueblo, que así dice el Señor, Dios de su antepasado David: He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte, y en tres días podrás subir al templo del Señor.»
Jeremías 17:14
«Sáname, Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvado, porque tú eres mi alabanza.»
Isaías 41:10
«Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.»
Isaías 57:18-19
«He visto sus caminos, pero lo sanaré; lo guiaré y lo colmaré de consuelo. Y a los que lloran por él les haré proclamar esta alabanza: ¡Paz a los que están lejos, y paz a los que están cerca! Yo los sanaré -dice el Señor-«
Isaías 40:29
«Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil.»
Proverbios 17:22
«Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos.»
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