Antes de ascender al cielo, Jesús dio el siguiente mandato: «Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo» (Mateo 28:19).
Este versículo es uno de los más conocidos de la Biblia. Y es muy recordado especialmente cuando el tema a tratar es la evangelización, sin embargo, es muy importante conocer el verdadero significado del mandato del Señor Jesús.
Ir y hacer discípulos a todas las naciones significa un mandato a todos los redimidos, con base en la autoridad del Señor Jesucristo; de ir a todo rincón del mundo a enseñar que hay un salvador del mundo y que es necesario convertirse en un seguidor suyo.
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Contenido
¿Qué significa Mateo 28:19?
Es común escuchar a alguien decir que tenemos que hacer el «ir» que mandó Jesús, porque el «ir» es la tarea de la Iglesia.
Normalmente, cuando se interpreta este versículo, el énfasis se pone siempre en el «ir». Lo mismo ocurre con el pasaje relacionado en Marcos, donde se suele hacer hincapié en «ir por todo el mundo» (Marcos 16:15).
Interpretar esta parte del versículo realmente no tiene mucho problema, sin embargo, el problema se puede volver muy grande cuando entran las herejías en las diferentes denominaciones.
Es muy importante entender el «Ir» desde una perspectiva bíblica, en la cual el Señor Jesucristo desea que Su evangelio sea conocido en todo el mundo.
Poca gente conoce un detalle interesante de este pasaje, el cual no es fácil de ver porque trata sobre la forma en que está construido el texto en el griego.
Sin entrar en demasiados detalles sobre la gramática griega, podemos decir que el verbo «id» no está en imperativo. De hecho, el «id» está en el participio, calificando el imperativo de la frase.
Esto significa que en el griego el mandato dado por Jesucristo es «haced discípulos».
Mateo 28:19 Explicación
En esa frase el «id» sólo determina la forma en que se cumple el mandato de hacer discípulos. Incluso con este detalle, como ya he dicho, nunca he visto un problema en la interpretación popular que sitúa «ir» como el orden de la frase. Al fin y al cabo, para hacer discípulos hay que «ir».
La cuestión aquí es que el hincapié no debe ser en el «ir», sino que debe ser en el «hacer», muchas veces el enfoque es el «ir», pero realmente la intención del Señor Jesús es hacer discípulos, hombres y mujeres que trabajen por su causa y vivan por ella.
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¿Qué significa Haced discípulos según la Biblia?
Una secta puede ir. Una denominación que predica herejías puede ir. ¡Incluso un incrédulo puede ir! Pero el «hacer discípulos» no es para todos.
Para que no haya dudas, el propio Jesús nos aclara que sólo predicando el Evangelio podemos hacer discípulos (Marcos 16:15). Entonces, hacer discípulos significa predicar el evangelio del Señor Jesucristo para perdón de pecados y reconciliación con el Padre celestial.
Sin el verdadero Evangelio es posible hacer espectadores para los servicios. Es posible hacer audiencias para las presentaciones de la iglesia. Es posible hacer consumidores para el mercado evangélico, clientes para las «santas campañas» y activos para el informe financiero del mes.
Pero sino permanece realmente el evangelio del Señor Jesucristo, no será posible hacer discípulos como mandó Jesús.
Solo el mensaje que expone la verdad sobre el pecado y señala a Cristo resucitado puede generar verdaderos discípulos para el reino de Dios.
Este mensaje no es selectivo. No le interesa quién puede ofrecer más o menos. No se basa en el mérito humano. Pero este mensaje equipara a todos los pecadores con la condición de enemigos de Dios, a menos que se reconcilien con Él por medio de Cristo.
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Cristo quiere discípulos en todas las naciones
Las personas compradas por Cristo provienen de todos los pueblos, lenguas y naciones. Estos discípulos deben entonces ser bautizados como señal de que han sido regenerados, redimidos de sus pecados y unidos a Cristo.
No basta con ir. El mandato del Maestro es que hagamos discípulos. ¿Cómo lo hacemos? ¡Simplemente! Yendo por el mundo, predicando el Evangelio y viviendo día a día en la cruz que el Señor le ha dado a cada uno de sus hijos (Lucas 9:23), de esta forma mostraremos a Cristo en nuestra vida y los demás desearán servir al Señor.
Uno de los mayores desafios para hacer discípulos es comprender que debemos mostrar el camino y nada más. Pero para mostrar este camino es necesario primero transitarlo, para hacer discípulos; más que predicar o hacer campañas de evangelización, es necesario mostrar con nuestra vida el verdadero amor y pasión por el Señor Jesucristo.
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¿Cómo ir y hacer discípulos a todas las naciones?
La idea es muy simple. Es realmente difícil andar en el camino del Señor. Es por eso que hacer discípulos en este tiempo es realmente complicado.
Y aun cuando finalmente algunos deciden seguir este camino para hacer discípulos, nos damos cuenta que la mayoría se pierde en todo tipo de reglas, perdiendo la esencia que es el ejemplo y mostrando el camino de la cruz.
Esto se debe a que incluso aquellos que afirman hacer discípulos lo hacen de acuerdo con un modelo y una fórmula establecidos. Entonces se pierde la esencia de recorrer el camino.
Para hacer discípulos es necesario que primero andemos por este camino. Y nuestra instrucción para hollar el camino es solo la palabra de Dios y su Espíritu Santo.
Pero si no somos un ejemplo, ¿cómo podemos hacer discípulos? Si no tenemos frutos, ¿cómo podemos enseñar acerca de los frutos? Vivir así exige de nosotros tal vida verdadera en Dios. Para lograr hacer verdaderos discípulos del Señor es mucho más importante conocer la vida del discípulo que enseña que hacer un gran curso de discípulado teórico.
Verdaderamente debemos caminar la vida de santidad, oración y dedicación al Señor. Debemos enseñar lo que vivimos y no lo que escuchamos o aprendemos en los libros.
Entonces, la mejor forma de hacer discípulos en la actualidad es el ejemplo de mi vida cristiana y no la predicación vacía.
Lo que el mundo espera de la Iglesia ya no es una doctrina revolucionaria, sino la palabra que hemos oído desde el principio siendo practicada y vivida con la manifestación del poder de parte de Dios, que es la prueba de la vida que llevamos.
Entonces, para realmente entender el significado de «Id y haced discípulos» debemos vivir en la práctica según lo que el Señor nos ha enseñado con sencillez y según la medida de fe que Él nos ha repartido por la gracia del Espíritu Santo.
Por tanto, hacer discípulos no trata de conseguir grandes multitudes, sino de lograr un verdadero cambio en una persona. No necesitamos hacer 10.000 discípulos. Si solo enseñámos una verdadera vida cristiana, piadosa y temerosa de Dios a unos cuantos hombres podríamos hacer una gran diferencia.
Quiero recomendarte el siguiente video acerca de la diferencia entre un creyente y un discípulo.
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