Juan 10:10 Explicación el ladrón no viene más que a robar, matar y destruir

El evangelio del apóstol Juan el cual nos presenta como principal propósito que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, también nos habla dentro del testimonio del ministerio del Señor Jesús en la tierra de un versículo muy interesante, el cual se encuentra en Juan 10:10.

Justamente este versículo es el que en esta ocasión queremos explicar y estudiar para que como hijos de Dios sigamos creciendo en el conocimiento pleno de Dios (Efesios 4:13), así que, acompáñanos en la lectura hasta el final.

El significado del ladrón vino a robar, matar y destruir tiene directa relación a los líderes religiosos de la época, los saduceos y Fariseos, sin embargo, también es una referencia a la influencia de Satanás sobre aquellos hombres que rechazan el evangelio.

¿Es el diablo el ladrón que viene a robar, matar y destruir según Juan 10:10?

Sin duda podemos decir que el diablo vino a matar, robar y destruir. Pero la verdad es que no hay ningún versículo en la Biblia que registre exactamente esta frase.

Cuando analizamos las Sagradas Escrituras, especialmente en los libros del Nuevo Testamento encontramos el versículo que dice: «El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.» (Juan 10:10).

Y lo que sucede es que mucha gente toma este versículo y lo asocia para decir que el diablo vino a matar, robar y destruir. Sin embargo, el contexto de este pasaje bíblico muestra que ésta no es precisamente la mejor interpretación de este versículo.

Juan 10:10 forma parte del capítulo que recoge la conocida alegoría del Buen Pastor y el consiguiente discurso de Jesús (Juan 10:1-18).

En el texto, el Señor Jesucristo se llama a sí mismo el Buen Pastor que da su vida por sus ovejas. Y contrasta su ministerio con las acciones de otros que fueron antes que él a los cuales llama ladrones, salteadores, extraños y asalariados. Es a esta gente, que era enemiga de Cristo, a la que el Señor les llama ladrones, no directamante a Satanás.

Explicación el ladrón que vino a robar, matar y destruir

¿Quiénes eran esos hombres a los que Jesús llamó ladrones, salteadores, extraños y asalariados? ¿Quiénes eran estos malvados que querían el mal de las ovejas?

El contexto del pasaje permite ver que Jesús tenía en mente a los líderes religiosos del pueblo. Estos hombres estaban de pie delante de Jesús mientras Él hablaba y principalmente eran los saduceos y los fariseos.

Incluso el énfasis de Jesús era con los fariseos, los cuales fueron los principales opositores al ministerio de Jesús, por lo tanto encajan muy bien como pastores malvados.

Ellos buscaban a toda costa apoderarse del pueblo para, mediante sus propósitos egoístas, promover su propia gloria. Y para lograr sus objetivos, intimidaban, amenazaban e incluso usaban la violencia.

Además, podemos ver que estos líderes religiosos realmente robaban, mataban y destruían a los que les escuchaban. De hecho, podemos leer en Mateo 23:15 «¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Recorren tierra y mar para ganar un solo adepto, y cuando lo han logrado lo hacen dos veces más merecedor del infierno que ustedes.»

✅ Nota importante: Cuando el Señor Jesús dice que estos aparecieron en el mundo antes de Jesús, no es que el Señor Jesús sea un ser creado, simplemente es que no había aun encarnado antes que estos hombres aparecieran y atacaran el rebaño (Juan 10:8).

Pero, ¿el diablo también vino a matar, robar y destruir?

Considerando todo el testimonio bíblico sobre la persona de Satanás, podemos entender que es un mentiroso, asesino, malvado, acusador y el principal adversario de Cristo y su pueblo. Así que sí, efectivamente podemos decir que el diablo ha venido a matar, robar y destruir.

De la misma forma que los líderes religiosos de Israel influenciaban a muchas personas, estos hombres actuaban bajo la influencia de Satanás (Juan 8:44).

Así que, aunque los fariseos pasaron a la historia, en la actualidad se mueve su espíritu, por lo cual el versículo «El ladrón ha venido a robar, matar y destruir», sigue siendo una importante exhortación del Señor Jesús contra todos los falsos líderes de cualquier tiempo y lugar.

Explicación he venido para que tengan vida y vida en abundancia

La buena noticia es que Cristo es el Buen Pastor. Mientras que el ladrón vino a robar, matar y destruir, Él vino para que sus ovejas tengan vida, y vida en abundancia (Juan 10:10-11).

Esto significa que hoy en día podemos disfrutar de una vida abundante en la comunión con Dios a través de la obra redentora de Cristo.

Hoy en día es común encontrar gente que distorsiona este texto para proclamar un falso evangelio. Al hacerlo, estos falsos maestros tratan de quitar el foco de la gracia de Dios y ponerlo bajo los logros personales. Pero debemos entender lo que realmente significa una vida abundante.

Y la tengan en abundancia

La vida abundante de la que habla Jesús es mucho más preciosa que todas las riquezas de este mundo. Su propósito es, en efecto, enriquecer a los que le pertenecen concediéndoles bendiciones infinitas y eternas.

Cuando Jesús promete una vida abundante a su pueblo, está prometiendo una vida en la que hay abundante gracia, abundante amor, abundante alegría, abundante paz y abundante seguridad, lo que es mucho más que simplemente abundancia financiera.

De esta forma no debemos caer en la interpretación vana de creer solamente que Cristo nos dará una vida de lujos y excesos materiales, porque realmente el significado es mucho más profundo e integral.

¿Qué es la vida en abundancia?

La vida abundante que la Biblia habla está directamente relacionada con la suficiencia de Cristo en la salvación de su pueblo. Su obra es perfecta e indispensable para que sus ovejas tengan vida eterna.

Por supuesto que Dios puede conceder bendiciones materiales a su pueblo, si así lo desea. Pero nunca podemos decir que éste sea el objetivo del Evangelio.

Anunciar que Cristo garantiza la prosperidad material a sus seguidores es hacer el papel de ladrón y salteador, pues equivale a engañar y destruir a las personas que se dejan llevar por esta falsa enseñanza.

Con respecto a esta vida terrenal, Cristo nos garantizó que si lo buscamos primeramente a él, nos garantiza todas las cosas que necesitemos (Mateo 6:30-33).

Hoy ya disfrutamos de esta vida abundante, pero la presencia del Espíritu Santo en nosotros, como sello de nuestra herencia, atestigua que esta vida abundante alcanzará su plenitud cuando estemos en el milenio y posteriormente en la nueva jerusalén.

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