¿Qué significa: Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos?

Este pasaje es muy conocido por el pueblo cristiano, sin embargo, ha tenido a lo largo de la historia de la Iglesia diferentes interpretaciones. Es por eso que en este artículo deseamos hacer un estudio bíblico sobre su significado.

Es muy importante cuando se va a realizar un estudio sobre un pasaje de la palabra de Dios, conocer el contexto en el que fue dicho y estudiar cual ha sido la interpretación a lo largo de los siglos, por tanto, queremos mostrarte con temor de Dios lo que creemos es la interpretación de esta pasaje.

Muchos son los llamados y pocos los escogidos significa que la invitación del Evangelio se anuncia a todo el mundo y llega a muchos, pero pocos son los que efectivamente responden con verdadera fe a ese llamado.

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¿Cuál fue el contexto de la frase muchos son los llamados y pocos los escogidos?

Esta frase fue utilizada por Jesús en una de sus parábolas, en Mateo 22:14, al concluir la Parábola de las Bodas del Hijo del Rey.

Algunas traducciones de la Biblia, como la Reina Valera también tienen la frase «porque muchos son llamados, mas pocos escogidos», en está ocasión al final de la parábola de los trabajadores de la viña, en Mateo 20:16.

Sin embargo, esta expresión no aparece en los manuscritos griegos más antiguos, por lo que se omite en otras traducciones como por ejemplo en la Nueva Versión Interrnacional.

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¿Qué quiere decir muchos son los invitados, pero pocos los escogidos?

Esta frase debe ser interpretada en el contexto dicho. Jesús habló en la parábola de un rey que, cuando celebraba las bodas de su hijo, mandó llamar a los invitados a la fiesta, pero éstos no quisieron ir.

El rey se enfadó y ordenó a sus siervos que invitaran a todos los que encontraran por el camino, fueran buenos o malos, y los llevaran al banquete de bodas.

Uno de ellos, sin embargo, acudió a la boda con un traje inapropiado, y por ello fue desterrado por el rey.

Una primera interpretación de este texto apunta especialmente a la situación de los judíos, que primero fueron llamados como pueblo del pacto, pero no recibieron esta llamada, y la invitación se extendió a los gentiles.

Sin embargo, su significado no sólo se agota en este aspecto, sino que también se refiere a la verdad de que muchos son llamados en todo el mundo, pero igualmente no atienden esta llamada.

La tercera interpretación, profunda y muy seria hace referencia a aquellos cristianos que no lograron ser vencedores en este mundo, sino que vivieron una vida carnal y apartada de la perfecta voluntad de Dios, de esta forma aquellos que no vencieron en este mundo, no tienen derecho a entrar a las bodas del cordero o también llamado «el milenio» sino que quedan fuera.

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¿Por qué son muchos los llamados y pocos los escogidos?

Dios llama a muchos al arrepentimiento, de modo que este llamado ha resonado por todo el mundo a lo largo de los siglos.

De hecho, es cierto que todos son llamados, como señaló el apóstol Pablo en Romanos 1-3. Y este llamado se produce de varias maneras:

1. A través de las obras de la creación, es decir, el universo creado revela las maravillas de Dios (Salmos 19:1; Romanos 1:20-23).

2. A través de la conciencia moral del hombre, porque el hombre es imagen y semejanza de Dios, aunque el pecado haya desfigurado esa imagen (Romanos 2:14-15).

3. A través de la revelación especial de Dios en su Palabra con la predicación del Evangelio de Cristo.

Este llamado hace que el hombre sea inexcusable, es decir, que nadie pueda afirmar un día que nunca conoció la existencia de Dios.

Ni siquiera aquellos que nunca escucharon el Evangelio y vivieron su vida de forma escéptica o inmersos en costumbres paganas, pues este tipo de comportamiento es, en verdad, fruto del pecado del hombre que desvió la gloria debida a Dios hacia sus propias formas de idolatría (Romanos 1:23).

Por otro lado, hay quienes escuchan la llamada y responden con fe y arrepentimiento. En comparación con la amplitud de esa llamada, son relativamente pocos los que responden efectivamente a la oferta de salvación.

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¿Quiénes son los llamados y quiénes los escogidos?

La gran mayoría de estudiosos de la Palabra del Señor están de acuerdo en que «muchos son los llamados» son los que son invitados al arrepentimiento durante su vida, y «pocos son los escogidos» son los que responden con verdadera fe a esa invitación.

Los debates, sin embargo, se producen a partir de la discusión de cómo estos pocos escogidos ocupan tal posición.

Algunos defienden que los escogidos son aquellos que, capacitados por la gracia de Dios, y por su libre elección y voluntad responden con fe a este llamado, pasando a formar parte del grupo de los escogidos del Señor.

Otros, sin embargo, como los calvinistas, defienden que los escogidos son aquellos que fueron elegidos soberanamente por Dios de entre el género humano caído, y, al escuchar el llamado general, el Espíritu Santo obra en sus corazones de manera efectiva, generando el arrepentimiento, de modo que dicho llamado se vuelve irresistible.

Los escogidos están llenos de la vida de Cristo

Volviendo a la parábola, es interesante observar que los invitados se presentan de tres maneras:

1. Aquellos que recibieron la invitación y le restaron importancia.

2. Los que recibieron la invitación tras la negativa de los primeros invitados y asistieron al banquete ofrecido por el rey.

3. El hombre que asistió a la fiesta, pero no tenía el vestido de bodas.

Esto significa que incluso entre los que inicialmente parecen atender a la invitación de salvación, hay algunos que solo son llamados, es decir, responden a la llamada del Evangelio con una simple profesión de fe superficial, pero su vida no se llena de buenas obras.

Por lo tanto, los escogidos deben estar llenos de la vida de Cristo (Apocalipsis 19:8). Porque la única forma de tener el vestido de bodas es haciendo buenas obras para el Señor, no que la salvación sea por obras, pero que por el poder de Dios el creyente haga buenas obras.

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Conclusión sobre muchos son los llamados pero pocos los elegidos

En el futuro cercano, cuando el Señor Jesús regrese por segunda vez, veremos el contraste entre estos dos grupos.

En ese día, los muchos llamados que ignoraron la invitación serán arrojados a un lugar de llanto y crujir de dientes, o también llamada el daño de la segunda muerte y esto será para todo aquel cristiano que no vivió una vida de santidad y entrega al Señor (Apocalipsis 2:11).

Mientras que los relativamente pocos escogidos, aquellos que sirvieron fielmente al Señor a lo largo de su vida y vencieron este mundo en una vida espiritual e intima con el Señor, se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, y disfrutarán de la presencia amorosa del Dios que los llamó (Lucas 13:27-29) en el milenio de Cristo en está tierra.

Para reflexionar más sobre la declaración de Jesús sobre muchos son los llamados y pocos los escogidos y entender como puedes llegar a ser vencedor en este mundo para ser escogido de Dios, te recomendamos el siguiente video.

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