ᐅ ✔️ ¿Qué significa: El Señor es mi pastor, nada me faltará?

Uno de los grandes desafios de un cristiano es aprender a depender de Dios. En nuestra generación actual, una gran cantidad de creyentes están acostumbrados a depender de sus propias habilidades, estudios, profesión, inteligencia o trabajo y estas son las bases para sostener su vida, pero realmente ¿esto es lo que quiere Dios?

El rey David, fue quien escribió el Salmo 23, y en su declaración dejó claro que nuestras habilidades no son realmente lo más importante, sino que es la confianza en Dios la que debe priorizar nuestro ser. Así que en este artículo encontrarás el significado de el Señor es mi Pastor, nada me falta.

Jehová es mi pastor, nada me faltará es una afirmación bíblica que significa que Dios es quien cuida de sus hijos. Providencialmente, Él provee para todas las necesidades de aquellos que son suyos y los pastorea como un pastor que cuida de sus ovejas.

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Contenido

1 Jehová es mi pastor
2 Explicación el Señor es mi pastor
3 Nada me faltará
4 Jesús es el buen Pastor

Jehová es mi pastor

Esta afirmación constituye las palabras introductorias del que seguramente es el salmo más conocido de la Biblia: el Salmo 23. Fue el rey David quien escribió: «El Señor es mi pastor, nada me falta» (Salmos 23:1).

Salmo 23 1 Qué significa El Señor es mi pastor, nada me faltará

Aunque David era pastor cuando era joven, es posible que escribiera este salmo siendo un hombre maduro. Incluso algunos estudiosos creen que pudo ocurrir durante la rebelión de Absalón (2 Samuel 13-19).

Así que el hombre que escribió: «El Señor es mi pastor; tengo todo lo que necesito» era ya un hombre experimentado en la vida; era un hombre que había pasado por muchas dificultades, superado muchos retos y visto de cerca el cuidado del Señor.

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Explicación el Señor es mi pastor

El pastoreo de ovejas era una de las actividades más comunes en el antiguo Oriente Próximo. Por lo tanto, es perfectamente comprensible el uso frecuente de este tipo de figura retórica en la Biblia que presenta a Dios como el Pastor de su pueblo.

Desde el libro del Génesis Dios aparece como el Pastor que sostiene y cuida a Israel (Génesis 48:15; 49:24). Por eso en la profecía del profeta Isaías leemos: «Miren, el Señor omnipotente llega con poder, y con su brazo gobierna. Su galardón lo acompaña; su recompensa lo precede. Como un pastor que cuida su rebaño, recoge los corderos en sus brazos; los lleva junto a su pecho, y guía con cuidado a las recién paridas.» (Isaías 40:10-11; cf. Salmos 28:9; Isaías 49:10 etc.).

Además, de hecho, la oveja es también la figura más adecuada para representar al creyente. Se sabe que las ovejas son indefensas y necesitan orientación y cuidados constantes. Sin la figura del pastor, las ovejas se pierden fácilmente y no pueden alimentarse correctamente. Además, son muy susceptibles de caer en trampas o sufrir ataques de animales salvajes.

Así que las ovejas dependen totalmente de su pastor, al igual que los creyentes dependen del Señor. En la afirmación «El Señor es mi pastor», la designación «Señor» se refiere al nombre personal de Dios, Yahvé -traducido en español como «Jehová».

Esto significa que el salmista deja claro que no tiene ningún pastor. De hecho, su pastor es el propio Yahvé, el único Dios verdadero que ha establecido un pacto con Israel.

Además, originalmente en esa afirmación el salmista aplica el verbo en gerundio. Así que básicamente dice: «El Señor [Jehová] me pastorea». El Señor es el Pastor de su pueblo, y su pastoreo es constante e infalible. Él cuida personalmente y sin cesar de sus ovejas. Al igual que un pastor permanece con su rebaño, Dios permanece con su pueblo.

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Nada me faltará

Uno de los nombres de Dios más emblemáticos en el Antiguo Testamento es «Jehová-Jireh». Este nombre significa «El Señor proveerá» (Génesis 22:14). Como ya se ha dicho, las ovejas dependen totalmente de su pastor para alimentarse, obtener agua, curarse cuando están enfermas o heridas y protegerse de los animales salvajes.

Así que el buen pastor es el que suple todas las necesidades de las ovejas de su rebaño. Con esto en mente, David declara enfáticamente que con el Señor como su Pastor, definitivamente no le faltará nada. Aquellos que verdaderamente declaran: «El Señor es mi Pastor»; naturalmente también pueden decir con toda sinceridad: «Nada me faltará».

Sin embargo, esto no significa que el pueblo de Dios esté exento de experimentar dificultades y pruebas. Más bien, cuando el creyente dice: «El Señor es mi pastor; nada me falta», significa una afirmación de su total dependencia del Señor y su confianza inquebrantable en que, independientemente de cualquier circunstancia, el cuidado del Señor estará sobre él.

Sin duda, aquí aprendemos una gran lección del salmista. David era un hombre rico y poderoso, pero ante el Señor no se veía como el rey más importante de la historia de Israel. Todo lo contrario. Se veía a sí mismo como una frágil oveja que dependía de los cuidados ininterrumpidos de su pastor para sobrevivir.

David sabía que ni su poder, ni sus riquezas, y menos aún sus propias fuerzas podían suplir sus necesidades. Solo el Pastor Supremo es el que puede hacer que descanse en delicdos pastos y conducirlo junto a aaguas de reposo (Salmo 23:2).

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Jesús es el buen Pastor

Por último, en el Nuevo Testamento se presenta a Jesús como el Buen Pastor, el que cumple plena y finalmente la promesa de que Dios alimentaría a su pueblo (Juan 10:11-14; Ezequiel 34:7-23).

Los creyentes son las ovejas de Cristo que le han sido entregadas por el Padre (Juan 17:12).

Por tanto, como hijo de Dios, pídele al Señor que te enseñe a depender de Él, y que al igual que el rey David, aunque tengas habilidades o posesiones materiales reconozcas que eso no es lo más importante, sino que realmente quieres ver milagros diarios de provisión y protección de Dios como tu pastor.

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