ᐅ ✔️ ¿Qué significa Dios es nuestro amparo y fortaleza?

El Salmo 46 es un precioso salmo escrito por los hijos de coré que presenta las grandes dificultades por las que podemos pasar en esta tierra, tribulaciones, aflicciones y un sin número de pruebas debemos pasar a lo largo de nuestra vida como creyentes, sin embargo, Dios siempre estará con sus hijos.

El versículo 1 de este salmo ha sido un consuelo para los creyentes de diferentes tiempos y lugares. Por ejemplo, fue al leer que Dios es nuestro amparo y fortaleza que Martín Lutero, compuso su conocido himno «Castillo fuerte es nuestro Dios«. Así que, en este artículo vamos a estudiar el significado de Dios es nuestro amparo y fortaleza.

Decir que Dios es nuestro amparo y fortaleza significa sentirse plenamente convencido de la protección de Dios, es sentir la mano del Señor en el hombro, el cual nos hace caminar tranquilos y confiados independientemente de las circunstancias que puedan afligirnos.

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Explicación Dios es nuestro amparo y fortaleza

En la frase: «Dios es nuestro amparo y fortaleza», la palabra amparo traduce un término hebreo que significa literalmente «un refugio«.

Este término se utilizaba comúnmente para indicar un lugar apropiado para protegerse del peligro de una tormenta. La palabra fortaleza, por su parte, traduce un término que significa «poder» o «fuerza», y procede de una raíz hebrea que transmite la idea de «ser fuerte», «prevalecer» o «hacer firme» y «fortalecer».

Así podemos entender que, si bien Dios es nuestro refugio al ser lo suficientemente poderoso para preservarnos cuando todo a nuestro alrededor parece derrumbarse, también es nuestra fortaleza y comunica su fuerza en nosotros, haciéndonos firmes.

Warren Wiersbe explica este concepto diciendo que Dios no nos protege como un refugio para mimarnos, sino que nos refugia para fortalecernos para volver a la vida con sus responsabilidades y peligros.

Como dice John Gill, Dios es la fuente de toda la fuerza espiritual que necesitamos para ejercer la gracia, cumplir con los deberes, soportar a los enemigos, soportar pacientemente la cruz y mostrar firmeza de espíritu bajo las más terribles angustias hasta el final. Dios mismo es la fuerza de los corazones de los redimidos.

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Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones

La afirmación «Dios es nuestro amparo y fortaleza» habla de la omnipotencia divina. Su complemento, «nuestro pronto auxilio en las tribulaciones», habla de la omnipresencia de Dios. Nuestro Señor está siempre a nuestro lado y nos proporciona ayuda oportuna en los momentos más difíciles.

Salmo 46-1 Qué significa Dios es nuestro amparo y fortaleza

La palabra tribulaciones o angustia, dependiento de la versión de la Biblia, está originalmente en plural, e indica situaciones problemáticas de aflicciones y dificultades intensas.

En otras palabras, el salmista está diciendo que cuando nos encontramos en situaciones difíciles de las que no podemos escapar, cuando estamos en un verdadero «callejón sin salida», el Dios que es nuestro refugio y fortaleza nos rescata providencialmente.

Dios nunca llega tarde, no es como el hombre. Con Él no hay imprevistos. Su ayuda es siempre oportuna; siempre está dispuesto a ofrecer a sus hijos su asistencia.

El verdadero creyente no tiene nada que temer ante un Dios que le dice repetidamente en su Palabra: «No temas, porque yo estoy contigo» (Isaías 41:10; Deuteronomio 1:21; 3:2; 31:6-8; Jueces 6:23; 2 Reyes 1:15:).

Por eso el salmista también dice: «Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar» (Salmo 46:2).

Si Dios es nuestro refugio y fortaleza, no temeremos

El famoso teólogo Juan Calvino explica que cuando las cosas se desordenan, cuando los cielos parecen bajar con intensa violencia, cuando la tierra se mueve de su sitio y las montañas se desgarran desde sus mismos cimientos, nosotros, sin embargo, debemos conservar y mantener la calma y la tranquilidad del corazón (Salmo 112:7).

Debemos tener siempre presente que nuestro Dios es soberano. Aunque todo sea caótico a nuestros ojos, aunque el mundo se desmorone ante nosotros, debemos saber que todas las cosas están bajo el control de nuestro Dios.

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Wiersbe dice que las circunstancias pueden cambiar, pero el pacto del Señor con su pueblo nunca cambia. Dios es nuestro refugio y fortaleza en medio de las incertidumbres de la vida, así que, cada día debemos acercarnos al Señor confiados en que Él será nuestro oportuno socorro (Hebreos 4:16).

Si quieres escuchar un mensaje de reflexión acerca de como el Señor es tu amparo y fortaleza, no dejes de escuchar este video recomendado.