¿Qué significa bienaventurados los pobres en espíritu?

La predicación más extraordinaria de toda la historia la encontramos en el sermón del monte, en donde el Señor Jesús se sentó en medio de una gran multitud y compartió el mensaje más hermoso de todos los tiempos (Mateo 5:1-2).

Es precisamente en las primeras palabras del Señor Jesús que expresó las famosas bienaventuranzas, y en este artículo vamos a explicar el significado de la primera de ellas, así que, acompáñanos en la lectura para descubrir lo que Jesús enseñó realmente.

Bienaventurados los pobres en espíritu significa aquellas personas que reconocen su miserable estado espiritual y saben que están arruinados espiritualmente sin la presencia de Dios. Es quien está desprovisto de Dios y reconoce su pobreza total ante el Señor.

Mateo 5:3 Explicación y contexto

Para comprender el significado de Mateo 5:3 es necesario explicar el contexto en el que el Señor Jesús dijo las palabras, para así, hacer una correcta interpretación del pasaje y dar a conocer lo que realmente el Señor enseñó.

De acuerdo al contexto, el Señor Jesús se encontraba en medio de una gran multitud, y queriendo enseñarles y predicarles el evangelio, subió a una montaña en compañía de sus discípulos y empezó su enseñanza. En ese contexto, y después de sentarse, las primeras palabras expresadas a la multitud fueron:

Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. (Mateo 5:3)

De esta forma, Jesús comienza la lista de las bienaventuranzas con aquellos que en lugar de estar satisfechos en sí mismos apartados de Dios, se dan cuenta de su necesidad y de que por sí mismos no pueden hacer nada (Juan 15:4-5).

La recompensa que el Señor menciona para estas almas pobres, es el reino de los cielos. Esto significa que vivirán con el Señor Jesús y gobernarán con él en su reino glorioso y perfecto, porque hicieron del reino de Dios su prioridad.

En el mismo contexto del sermón del monte, Jesús dice más adelante que, para aquellos cuya prioridad sea el «reino de Dios y su justicia» (Mateo 6:33), Dios añadirá «todas las cosas necesarias» para una vida abundante, incluyendo no solo lo material, sino una riqueza espiritual.

¿Qué significa Mateo 7:3 Bienaventurados?

La palabra bienaventurados, proviene del griego «Makarios«, que significa ser feliz, pero no en el sentido habitual de felicidad basada en circunstancias positivas, sino desde una perspectiva que describe a una persona que está libre de preocupaciones y afanes diarios porque cada aliento y circunstancia suya está en manos de su Hacedor que le da tal seguridad tal «bendición».

Bienaventurado es una paz interior, una dicha interior, una felicidad interior. Es una alegría interior que no la producen las circunstancias.

Las bienaventuranzas hablan de esa alegría que podemos tener incluso a través de un dolor, esa alegría que la tristeza y la pérdida, el dolor y la pena, son impotentes para tocar, esa alegría que brilla a través de las lágrimas, y que nada en la vida o en la muerte puede quitar.

En el mundo podemos tener alegrías y tristezas, tener colapsos en la salud, fracasos, decepciones, incluso un cambio en el clima pueden quitar la alegría voluble que el mundo puede dar. Pero el cristiano tiene la felicidad serena e intocable que proviene de caminar para siempre en compañía y en presencia de Jesucristo.

Por lo tanto, bienaventurados se utilizaba para describir el tipo de felicidad que proviene de recibir el favor divino.

¿Qué significa los pobres en espíritu?

La palabra «pobres» usada en el griego en este pasaje es «ptochos» que significa agacharse, encogerse, acobardarse o esconderse por miedo, una imagen de alguien agachado y acobardado como un mendigo con un vaso de hojalata que recibe las limosnas que caen en el vaso.

Esta palabra era usada para referirse a una persona reducida a la indigencia total, que se agazapaba en un rincón pidiendo limosna. Y que, de hecho, cuando extendía su mano para pedir limosna, a menudo ocultaba su rostro con la otra, porque se avergonzaba de ser reconocido.

Una revelación impactante que podemos ver en las Sagradas Escrituras es que Pablo utilizó la palabra ptochos para describir a nuestro Señor Jesús en la carta a los Corintios en su gran exposición sobre dar de corazón (2 Corintios 8:9).

El apóstol dijo: «Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre«, palabra que literalmente significa se hizo extremadamente pobre, incluso mendigo, sin embargo, vemos que el Señor Jesús en su condición humana venció la muerte, y fue coronado como Señor de Señores y Rey de Reyes.

¿Quién es un pobre en espíritu?

Los pobres en espíritu son aquellos mendigos espirituales que reconocen su estado de dependencia absoluta en Dios, de modo que dependen completamente de Dios para todo y estos son los que poseen el reino de los cielos.

El mayor pobre en espíritu fue el mismo Señor Jesús, porque decía que no podía hacer nada sin el Padre, él en su humanidad reconoció que toda su vida debía ser gobernada por el Padre y que no hacía nada por cuenta propia, sino todo lo que el Padre le dijera. (Juan 5:30; 8:28).

Ser un pobre en espíritu es lo contrario de ser alguien arrogante, es decir, aquellos que creen que se bastan a sí mismos y que no necesitan a Dios. Su «espíritu» es rico sin su creador. Este es, por supuesto, un camino falso que terminará en destrucción.

Importante: Los pobres en espíritu exhiben una genuina humildad y están despojados de todo orgullo.

¿Qué significa porque de ellos es el reino de los cielos?

La palabra «Porque» en griego usada por el apóstol Mateo es «Hoti«, un término explicativo que se utiliza en las nueve bienaventuranzas, y sirve para explicar la razón de cada bienaventuranza respectiva.

¿Por qué son bienaventurados los pobres de espíritu? Porque poseen el Reino de los Cielos. Leemos esto demasiado deprisa. Pero reflexionemos sobre lo que Jesús promete a quienes depositan su fe en Él. Las personas más ricas y poderosas del mundo se perderán este superlativo «premio de premios», a menos que se arrepientan y crean.

Los «pobres» son ricos más allá de su imaginación más descabellada, porque «Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.» (1 Corintios 2:9).

Cuán pronto olvidamos esta verdad incomprensible cuando apartamos los ojos de Jesús y empezamos a contemplar el brillo y el glamour de este mundo presente que pasa. ¡El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre! (1 Juan 2:17). Qué contraste con el estado bendito del creyente, el cual permanece por toda la eternidad, por los siglos de los siglos.

El reino de los cielos, que es el reino milenial de Cristo aquí en la tierra, es prometido para los pobres en espíritu, por tanto, deseemos esa pobreza espiritual, la cual nos garantiza la entrada en el reino de Cristo.

Reflexión final sobre bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los cielos

Como reflexión final de Mateo 7:3, podemos recordar las palabras de Spurgeon…

El Antiguo Testamento se cierra con la palabra «maldición» (Malaquías 4:6). El Nuevo Testamento comienza aquí, en la predicación de Cristo, con la palabra «Bienaventurado». Él ha cambiado la maldición en bendición.

Tampoco comenzó de esa manera, para luego cambiar inmediatamente de tónica, pues nueve veces esa encantadora palabra salió de sus labios en rápida sucesión. Bien se ha dicho que la enseñanza de Cristo podría resumirse en dos palabras: «Creed» y «Bienaventurados».

Marcos nos dice que Jesús predicó diciendo: «Arrepentíos y creed en el Evangelio»; y Mateo en este pasaje nos informa que vino diciendo: «Bienaventurados los pobres en espíritu». Toda su enseñanza tenía por objeto bendecir a los hijos de los hombres; porque «Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»

Te recomendamos el siguiente video.

Hola! 😃 Gracia y Paz del Señor.

Puedes suscribirte a nuestro boletín para recibir actualizaciones sobre nuestros últimos artículos bíblicos.