La Parábola del Trigo y la Cizaña Estudio y Explicación

El trigo representa a aquellos que se esfuerzan por crear una sociedad más justa y equitativa, donde la dignidad humana es fundamental. Por otro lado, la cizaña simboliza a quienes promueven el mal y cualquier cosa que va en contra de la dignidad humana.

Para nadie es un secreto la existencia del bien y del mal, y como esa mezcla está presente en todos los lugares, en los gobiernos, en los trabajos, en las familias y por supuesto también en la Iglesia del Señor.

Para el creyente debe ser claro que el enemigo tiene un gran objetivo en el mundo, destruir todo lo que pueda, la Biblia dice que él es el padre de mentira y como tal, desea llevar a la humanidad a la destrucción, por tanto, analicemos en este estudio el significado de la parábola del trigo y la cizaña.

La parábola del trigo y la cizaña se encuentra en Mateo 13:24-30 y habla sobre un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero mientras dormia, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo y se fue, representando así la existencia del mal en medio del bien.

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Resumen de la parábola del trigo y la cizaña

En la parábola del trigo y la cizaña, Jesús comparó el reino de los cielos con el campo de un hombre. Este hombre sembró buenas semillas de trigo en su campo.

Pero durante su período de descanso, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo. Con el paso del tiempo, el trigo creció y dio fruto, pero junto a él también llegó la cizaña.

Al ver que había cizaña entre el trigo, los siervos del agricultor le preguntaron por qué había cizaña en el campo cuando en realidad solo había sembrado trigo. El granjero respondió a sus sirvientes que lo había hecho un enemigo.

Entonces los siervos quisieron arrancar la cizaña sembrada, pero el propietario del campo se lo impidió. Según él, arrancando la cizaña, podrían arrancar también el trigo.

Así que les ordenó que dejaran crecer juntos la cizaña y el trigo hasta el día de la cosecha. En ese día, los segadores recibirían la orden de recoger primero la cizaña y separarla para quemarla, mientras que el trigo se guardaría en su granero (Mateo 13:24-30).

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Antecedentes de la parábola del trigo y la cizaña

Jesús pronunció la parábola del trigo y la cizaña un día que salió de una casa y se sentó junto al mar de Galilea. Ese día se reunió cerca de Él una gran multitud. Así que subió a una barca mientras la multitud estaba en la orilla escuchando su enseñanza.

Ese día pronunció una serie de siete parábolas sobre el reino de los cielos. Primero contó cuatro parábolas ante toda la multitud. Lo fueron: El sembrador, la cizaña y el trigo, el grano de mostaza y la levadura (Mateo 13:1-36). Las tres últimas parábolas fueron contadas exclusivamente a sus discípulos. Eran el tesoro escondido, la perla de gran precio y la red. (Mateo 13:36-53).

La Parábola del trigo y la cizaña tiene ciertas similitudes con la Parábola del Sembrador. Ambas utilizan el trasfondo de la agricultura, y hablan igualmente de un sembrador, un campo y semillas que se plantan.

Pero al mismo tiempo también tienen diferencias significativas. En la parábola del sembrador solo se siembra una clase de semilla, la buena. Mientras que en la Parábola del trigo y la cizaña hay dos tipos de semillas, las buenas y las malas.

Importante: En la Parábola del sembrador el maligno aparece como el que arranca la semilla sembrada en un determinado tipo de suelo. Mientras que en la Parábola del trigo y la cizaña, el enemigo aparece como el responsable de plantar la mala semilla.

Explicación de la parábola del trigo y la cizaña

Jesús explicó a sus discípulos la parábola de la cizaña y el trigo. No habían entendido esta parábola, y después de que Jesús despidió a la multitud, le pidieron una explicación.

Jesús explicó la parábola diciendo que el hombre que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre, es decir, Él mismo. Conviene saber que el título de «Hijo del hombre» es la autodenominación más utilizada por Jesús. Se trata de un título muy significativo que señala tanto su plena humanidad como su plena divinidad.

El campo, en la parábola, sirve como representación del mundo. La buena semilla de trigo representa a los hijos del Reino, mientras que la cizaña representa a los hijos del maligno. En consecuencia, el enemigo que sembró la cizaña es el diablo.

Por último, la cosecha representa la consumación del tiempo en este mundo y los segadores, los ángeles.

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La diferencia entre trigo y cizaña

La cizaña de la que habla Jesús en esta parábola, es una terrible hierba llamada técnicamente Lolium Temulentum. Esta maleza es una plaga relativamente común en muchos campos de trigo.

En sus primeros días, cuando aún está en hoja, se asemeja mucho al trigo, lo que hace imposible arrancarlo de raíz. Pero las similitudes terminan ahí. Las malas hierbas pueden albergar un hongo que produce toxinas venenosas que pueden causar efectos muy graves si son consumidas por animales y humanos.

Así, mientras que el trigo es la base de muchos alimentos diferentes, la cizaña es una mala hierba. Pero en la madurez, cuando se forman las espigas, las similitudes entre estas dos semillas terminan. El día de la cosecha, ningún segador cometerá el error de cosechar cizaña en lugar de trigo.

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El significado de la parábola del trigo y la cizaña

La parábola del trigo y la cizaña habla del carácter heterogéneo actual del Reino, pero también destaca su futura consumación en plena pureza y esplendor. Al igual que en un cultivo que mientras las plantas crecen las malas hierbas no deseadas también crecen junto a ellas, lo mismo ocurre en el Reino.

Pero al final, tanto la labranza como el Reino, se someten a una rigurosa limpieza. Esto ocurre el día de la cosecha. En este día los segadores separan el resultado de la buena semilla de la plaga que ha crecido entre ella.

Así que el significado de la Parábola del trigo y la cizaña apunta a la realidad de la existencia del mal entre los buenos en el Reino. En ciertas etapas, el mal se propaga de forma tan sigilosa que es casi imposible diferenciarlo.

El significado de esta parábola también revela la verdad de que al final el Hijo del hombre se encargará, a través de sus ángeles, de separar a los buenos de los malos. En ese día los malvados serán sacados de entre los redimidos. Los hijos del maligno se distinguirán claramente de los hijos de Dios y serán arrojados al lugar de tormento.

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Lecciones de la parábola de la cizaña y el trigo

La Parábola del trigo y la cizaña, por su significado central, nos enseña valiosas lecciones, veamos las principales.

1. La necesidad de tener paciencia con la cizaña

La principal lección que debemos extraer de la parábola de la cizaña y el trigo se refiere a la paciencia. El mandato de dejar crecer la cizaña entre el trigo habla exactamente de esto. Pero, en contra de lo que algunos piensan, esto no es una orden para que se tolere el pecado en medio de la Iglesia.

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2. La cizaña se mezcla con el trigo

Satanás se esfuerza por falsear el mensaje del Evangelio, para que sus representantes se mezclen en medio del verdadero pueblo de Dios. Es interesante notar que la cizaña no se sembró en un campo vecino del que se sembró el trigo. La cizaña sembrada por el maligno está en medio de la iglesia visible.

Esto representa que habrán personas que no son hijos de Dios pero que aparentan serlo. Por eso, los que profesan el falso evangelio parecen trigo, pero en realidad son cizaña. Nunca podrán ser auténticos embajadores del Reino, pues son agentes de Satanás.

3. La cizaña será definitivamente separada del trigo

Por mucho que la cizaña crezca en medio del trigo, esta aparente unión no será definitiva.

En el Día del Juicio Final toda impureza será desarraigada del Reino. Todo lo que afrenta y transgrede la Ley de Dios será eliminado. La verdadera Iglesia se reunirá finalmente en todo su esplendor con Aquel que la plantó y que fue su Piedra Angular.

Entonces los redimidos vivirán por toda la eternidad en el universo transformado, sin estar ya sujetos a los efectos del pecado. Pero es importante que no olvidemos nunca: esta separación sólo tendrá lugar el día de la siega, no antes.

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