ᐅ✔️ La parábola del sembrador y su significado |【Holybiblia】

Una de las parábolas más famosas dentro de la Biblia, es la parábola del sembrador, así que si quieres encontrar su significado, llegaste al lugar correcto. En este artículo veras el contexto en el que fue dicha la parábola, su explicación y significado bíblico.

Cuando un creyente lee la palabra de Dios uno de sus deberes es pedirle al Señor que le permita entender por el Espíritu Santo lo que lee. De esta forma, podremos poner en práctica sus enseñanzas y mandatos, por tanto veamos lo que el Señor enseñó en la parábola del sembrador.

La parábola del sembrador es una historia enseñada por Jesús en la cual se representan los lugares en donde puede caer la Palabra de Dios en la vida de las personas. Está registrada en los Evangelios de Mateo 13:1-23, Marcos 4:1-20 y Lucas 8:5-15, y el Señor Jesús explicó claramente su significado.

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Contenido

1 Contexto de la parábola del sembrador
2 Significado y explicación de los símbolos en la parábola del sembrador
3 Lecciones de la parábola del sembrador
4 Conclusión sobre la parábola del sembrador

Contexto de la parábola del sembrador

La parábola del sembrador fue contada por Jesús a una gran multitud junto al mar. Jesús subió a un bote y la multitud se quedó junto a la playa a escuchar sus palabras. Ese día Jesús enseñó muchas cosas sobre el reino de los cielos mediante parábolas.

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En esta parábola del sembrador, se puede observar como Jesús utilizó elementos de la vida cotidiana de las personas para que pudieran entender sus palabras. La figura del sembrador que salió a sembrar le resultaba muy familiar a la mayoría de personas.

Por tanto, Jesús habló de un hombre que salió a sembrar. Mientras el hombre sembraba, una parte de las semillas cayó junto al camino. Luego vinieron los pájaros y se comieron las semillas que cayeron.

Otra parte de las semillas cayó en un camino pedregoso, donde no había suficiente tierra. Estas semillas, aunque germinaron pronto, no tenían raíz, por lo cual fueron quemadas rápidamente por el sol.

Otra parte de las semillas cayó sobre un terreno de espinas. Las espinas crecieron y ahogaron las semillas que habían caído allí. Finalmente otra parte de las semillas cayó en un buen terreno. Estas semillas germinaron, crecieron y dieron fruto: unas al treinta; otras al sesenta; y otras, al cien por ciento. Y Jesús termina diciendo: «el que tenga oídos, que oiga» (Mateo 13:9).

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Significado y explicación de los símbolos en la parábola del sembrador

En esta parábola, se pueden observar los diferentes símbolos que usó el Señor para representar su significado en el Reino de Dios:

La semilla. Es la Palabra de Dios, el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, que es la Palabra viva y verdadera.
El sembrador. Es la persona que anuncia la Palabra de Dios.
Cuatro (4) tipos de suelo. Son los «corazones» de las diferentes tipos de personas y su reacción al recibir la semilla. Cada tipo de suelo o «corazón» determinará lo que sucederá con la semilla.
El camino. Son aquellas personas que escuchan pero no creen, tienen corazones duros y no son receptivos a la Palabra de Dios.
Los pájaros, que comen la semilla, representan a Satanás que viene y quita la Palabra de Dios de los corazones de las personas que escuchan el Evangelio.
Terreno pedregoso. Son personas con un corazón superficial y emocionalista que reciben la palabra, pero cuando vienen problemas y obstáculos dejan de creer.
El calor del sol. Representan los problemas y pruebas que tienen los creyentes en el Señor, los cuales en algunas ocasiones generan intolerancia o rechazo debido a la fe en Cristo haciendo que algunos se extravíen.
Terreno con espinas. Son personas que escuchan la Palabra de Dios, pero a medida que pasan los días, el afán y las preocupaciones de este mundo, además de los placeres de la vida ahogan la semilla, de modo que no llega a dar fruto.
Las espinas. Son riquezas terrenales, negocios que despiertan ambición, codicia y pasión, estas representan el amor por todo lo que no es Dios.
El buen terreno. Son los verdaderos creyentes en el Señor, los cuales escucharon el evangelio y lo reciben con fe y esperanza, con corazón honesto y recto, dan fruto, aunque para ello tengan que afrontar dificultades en la vida.
Cosechas al 30, 60 y 100%. Son los muchos frutos que se producen a través de la buena semilla recibida por la fe en los corazones.

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Lecciones de la parábola del sembrador

La parábola del sembrador proporciona lecciones muy importantes derivadas de su significado principal. Aquí destacamos tres de ellos. Primero, la parábola del sembrador enseña que la semilla del Evangelio llega a diferentes terrenos o «corazones» y presenta diferentes resultados en cada uno de ellos. La mayoría de las personas, por diversas razones, no reciben las buenas nuevas de salvación.

Muchas personas tienen un corazón insensible que no responde al mensaje del evangelio. Estas personas no les importa el mensaje anunciado y lo desprecian. Otros tienen un corazón impulsivo y viven de emociones, reciben el mensaje superficialmente, sin tener en cuenta su verdadero valor; una vez que la emoción desaparece, estas personas regresan a su antigua vida.

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Otras personas están muy ocupadas y tienen su corazón en las cosas de esta vida. Engañados por deseos terrenales e ilusiones de riquezas, estas personas desprecian el verdadero tesoro que pudieron encontrar. Pero finalmente están aquellas personas que tienen un corazón bien preparado, un corazón que responde positivamente a la Palabra de Dios.

En segundo lugar, es innegable que esta parábola destaca, entre otras cosas, la responsabilidad humana. La responsabilidad del crecimiento o germinación de las semillas recae en la condición del suelo.

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El corazón que efectivamente recibe la semilla del Evangelio, no se compara con el duro terreno del camino; no se compara con el terreno pedregoso; y además, tampoco se compara con el terreno espinoso que no tiene raíz. El corazón cuyo Evangelio echa raíces se asemeja a la buena tierra. Obviamente, el buen terreno en una plantación es el que se ara y se trata adecuadamente para recibir la semilla.

En este punto es posible decir que la parábola del sembrador apunta a la obra del Espíritu Santo. Él es quien prepara y regenera el corazón del hombre, convirtiéndolo en un buen terreno para la semilla del Evangelio. Él es quien transforma el corazón de un hombre pecador, a un hombre temeroso y piadoso de Dios.

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En tercer lugar, la parábola del sembrador muestra las marcas de un verdadero cristiano. Todo discípulo verdadero del Señor Jesucristo dará fruto. Sin embargo, el grado de fructificación dependerá de cada uno de nosotros. Algunos producirán al cien por cien; otros al sesenta; y otros al treinta.

Conclusión sobre la parábola del sembrador

Después de entender y aprender las lecciones de la parábola del sembrador, la pregunta es ¿Qué tipo de terreno eres hoy? Si has escuchado y entendido el mensaje de salvación en Jesucristo, haz un compromiso con el Señor. No hay nada más maravilloso en esta vida que servir al único Dios verdadero.

El mensaje de Dios, que por amor envió a Jesús al mundo para dar su vida (Juan 3:16), debe dar mucho fruto en nosotros si realmente somos sus hijos, por tanto esfuérzate cada día por servir a Dios, y no permitas que el enemigo robe la semilla que está sembrada en tu corazón.