El árbol de Navidad con luces y adornos se convierte en la temporada de fin de año en la pieza central de la casa y de la celebración navideña. Pero, ¿alguna vez te has preguntado de dónde viene la tradición? Además, ¿debe el creyente ser parte de esa tradición y tener un árbol de navidad?
En el presente artículo estudiaremos cual fue la posición cristiana de los primeros siglos, cómo se popularizó el árbol de navidad moderno y cuál debe ser la posición del creyente en la actualidad, así que acompáñanos en la lectura.
Cada creyente tiene libertad en Cristo de decidir si quiere tener un árbol de Navidad o no. La Biblia dice que el creyente debe hacer todas las cosas para agradar a Dios (Romanos 14:5), por tanto, dependerá de su conciencia y convicción.
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Contenido
- 1 ¿Es pecado armar el árbol de Navidad?
- 2 ¿Cuál es el origen del árbol de Navidad?
- 3 ¿Tiene el árbol de Navidad orígenes paganos?
- 4 ¿Dónde se originaron los árboles de Navidad modernos?
- 5 ¿Cuándo se popularizó realmente el árbol de Navidad?
- 6 De acuerdo a todo lo anterior, ¿debe el creyente tener un árbol de Navidad?
La Biblia no dice directamente que armar un árbol de Navidad es pecado, sin embargo, aquellos que tengan un árbol y adoren más «el espíritu de la navidad» que a «Cristo» mismo, estarán cometiendo un pecado de idolatría.
Si bien es cierto que la tradición a lo largo de los siglos y de nuestras culturas ha sido tener un árbol de navidad el fin de año, como cristianos tenemos el deber de conocer el origen de nuestras principales tradiciones y a partir de conocerlas, tomar la decisión de seguir celebrándolas o no.
Entre el pueblo cristiano encontramos dos posiciones al respecto, aquellos que ven con buenos ojos tener un árbol de navidad y aquellos que prefieren no tener uno debido a su origen pagano.
Para conocer el origen del árbol de navidad debemos remontarnos al Imperio Romano o incluso antes, en aquella época para celebrar festivales de invierno se utilizaban árboles y plantas de hoja perenne.
De hecho, en aquella época los primeros romanos usaban árboles de hoja perenne para decorar sus templos en el festival de Saturnalia, mientras que los antiguos egipcios usaban juncos verdes como parte de su adoración al dios Ra.
Sobre un estudio del origen del árbol de navidad, el Dr. Dominique Wilson de la Universidad de Sydney dijo: «La idea de traer el árbol de hoja perenne a la casa representa la fertilidad y la nueva vida en la oscuridad del invierno, que era mucho más de los temas paganos».
Entonces, la idea de traer árboles de hoja perenne a la casa comenzó allí y eventualmente evolucionó hasta convertirse en el árbol de Navidad.
✅ Dato importante: Muchos de los primeros cristianos se opusieron a tales prácticas. Ejemplo de ello fue Tertuliano, teólogo del siglo II, quien condenó a los cristianos que celebraban los festivales de invierno, o que decoraban sus casas con ramas de laurel en honor del emperador, Teruliano dijo: «Que aquellos sobre los que el fuego del infierno es inminente, coloquen en sus postes laureles condenados a arder en breve: a ellos les convienen los testimonios de las tinieblas y los presagios de sus penas. Tú eres una luz del mundo, y un árbol siempre verde. Si has renunciado a los templos, no hagas de tu propia puerta un templo.»
De acuerdo a lo anterior, podemos observar que los primeros cristianos como Tertualiano (160 d.C. a 220 d.C.) condenaron el uso de árboles en las casas de los creyentes debido a que su origen era la adoración a otros dioses.
Respecto al árbol de navidad como símbolo cristiano, tiene varias teorías y leyendas sobre cómo se originó; una de ellas la atribuye al monje benedictino inglés Bonifacio, famoso por su labor misionera en Alemania durante el siglo VIII.
«La historia común dice que Bonifacio se encontró con algunos nativos alemanes que realizaban algunos sacrificios frente a un poderoso roble, los robles eran sagrados para el dios Thor», dijo el Dr. Wilson.
Bonifacio tomó su hacha y derribó el árbol para evitar que los paganos adoraran a un ídolo falso y los paganos esperaban que lo derribara un rayo, pero no sucedió. «Así que en esta etapa aprovechó la oportunidad para convertirlos».
La leyenda cuenta que del roble caído creció un abeto.
«Eso se convirtió en un símbolo de Cristo, al tener forma triangular representa la trinidad, y de ahí surgió la idea de que el árbol debería ser un símbolo de Cristo y la nueva vida», dijo el Dr. Wilson. Ese es uno de los principales orígenes del árbol de Navidad y traerlo a la casa.
Los árboles de Navidad modernos surgieron en Alemania occidental durante el siglo XVI, cuando los cristianos llevaron los árboles a sus casas y los decoraron con pan de jengibre, nueces y manzanas.
La costumbre se hizo popular entre la nobleza y se extendió a las cortes reales de toda Europa a principios del siglo XIX.
A medida que los alemanes emigraban a otras partes del mundo, la tradición también se extendía.
Pero en lugares como Estados Unidos, tener un árbol de Navidad se consideraba una costumbre pagana extranjera hasta mediados del siglo XIX.
Aunque el árbol de Navidad tiene su origen en Alemania, fueron la reina Victoria y el príncipe Alberto de Gran Bretaña quienes lo popularizaron en las décadas de 1840 y 1850.
La madre de Victoria, era alemana, por lo que la reina creció teniendo un árbol decorado.
Pero la idea de decorar un árbol entero no era común entre los británicos hasta que un dibujo de la familia real celebrando alrededor de un árbol de Navidad decorado en el castillo de Windsor fue publicado por el Illustrated London News en 1848 y popularizó la tradición.
Victoria y Alberto eran miembros populares de la realeza y pronto todos los hogares británicos tenían un árbol engalanado con adornos, velas y dulces.
La misma imagen se publicó dos años más tarde en Estados Unidos en el Godey’s Lady’s Book, aunque se eliminaron la tiara de Victoria y el bigote de Alberto para hacer la imagen más americana.
Fue la primera imagen de un árbol de Navidad decorado de hoja perenne que circuló ampliamente en Estados Unidos y pronto el árbol de Navidad se puso de moda.
Después de analizar todo lo anterior, podemos ver que realmente el árbol de Navidad no tiene un origen cristiano, sino que al igual que la celebración de Halloween su origen es pagano, pero que tuvo una adaptación al cristianismo.
Aunque durante los siglos XIX y XX el árbol de Navidad se presentó como una tradición cristiana referente al nacimiento de Jesús, hoy en día la mayoría de lo países están cambiando la tradición cristiana por una celebración de fin de año.
De hecho, muchos países han cambiado el festejo «Feliz Navidad», el cual es una clara referencia al nacimiento de Cristo, por «Felices Fiestas» o «Felices Vacaciones».
Por tanto, aunque tener un árbol de navidad en casa no es pecado en sí mismo, el creyente debe tener una conciencia plena de lo que hace. Aquellos cristianos que tengan un árbol de Navidad deben tenerlo para adorar a Dios y recordar el nacimiento de Jesús y su pronto regreso y no para tenerlo como un ídolo (Romanos 14:5,22).
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