Es muy probable que hayas escuchado la frase: «Jesús el cordero de Dios» o «Jesús el cordero de Dios que quita el pecado del mundo» está es una expresión muy común en el ámbito religioso. Sin embargo, ¿te has preguntado por qué Jesús es comparado con un cordero? este concepto no esta del todo claro en muchas personas, por tanto en este artículo vamos a tratarlo.
Un cordero es un animal adorable, precioso e inocente. Pero, cuando vamos a la Biblia, estos corderitos eran muy utilizados generalmente como sacrificio para quitar la culpa del pecado. Esto puede sonar injusto, sin embargo, gracias a la bendita soberanía de Dios es algo que debe maravillar a toda persona.
Jesús es llamado el Cordero de Dios porque fue ofrecido por el Padre como un sacrificio perfecto por nuestros pecados. En el Antiguo Testamento, los que se arrepentían de sus pecados ofrecían un cordero. El cordero tomaba el lugar de esa persona. Cuando Cristo murió en la cruz, él tomó nuestro lugar (tu lugar), como el cordero sacrificado.
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El cordero en el Antiguo Testamento
La primera vez que vemos el sacrificio de un cordero lo encontramos en Abraham e Isaac. Abraham se encuentra caminando por fe en un momento extremadamente difícil, donde ha sido puesto a prueba por Dios. Dios le pidió que ofreciera a Isaac en sacrificio. Abraham como siervo obediente que amaba a Dios más que a su propio hijo, obedece y justo en el momento de sacrificar a Isaac es detenido por Dios y le proporciona un carnero para ponerlo en lugar de su hijo como holocausto por el pecado (Génesis 22:13).
Vemos al cordero nuevamente en la historia de la Pascua, cuando al pueblo de Israel se le ordena sacrificar un cordero sin defecto por familia en lugar de su primer hijo y pintar con sangre las puertas de sus casas (Éxodo 12:3-7). La presencia de la sangre ocasionaría que el ángel de la muerte pasaría por encima de su casa sin hacer daño a sus hijos. La sangre de los corderos salvó al pueblo de Dios.
Importante: Esta simbología era un presagio de Jesús ofrecido como Cordero en ofrenda por el pecado del mundo.
¿Por qué el cordero no fue suficiente?
La muerte de un cordero no era suficiente para sustituir los pecados de alguien. Después de todo, los corderos son simples animales que no pueden cambiar la naturaleza pecaminosa de una persona. Siempre que una persona pecaba, volvía a tener deudas. Por lo tanto, los corderos tenían que ser sacrificados con regularidad.
El sacrificio de los corderos en el Antiguo Testamento era una señal de fe de un sacrificio mayor, porque estos sacrificios no eran suficientes para perdonar los pecados de la humanidad, para Dios era necesario hacer un sacrificio ofrecido una única vez (Hebreos 10:1-4).
Este sacrificio ofrecido una sola vez y para siempre fue capaz de destruir las consecuencias del pecado, la muerte y la separación de Dios (Romanos 3:23; Romanos 6:23). Por lo tanto, permitió que Jesús su hijo, fuera usado como cordero sin mancha como sustituto a los pecados de cada persona. El cordero murió en tu lugar para que puedas tener comunión con Dios nuevamente.
¿Cómo se convierte Jesús en el cordero de Dios según la Biblia?
Para los judíos, el cordero era el principal animal de sacrificio para el perdón de los pecados. En el templo se ofrecía un cordero todos los días. Por tanto cuando Dios envía a Jesús al mundo, para morir y salvarnos de nuestros pecados (Juan 3:16), el proceso es similar al que sucedió allí en el Antiguo Testamento:
Cada sacrificio que pudiéramos hacer siempre sería imperfecto. Por tanto, Dios tuvo que preparar el sacrificio perfecto: su propio hijo. Dios envío a su único hijo en forma de hombre para que viviera como un hombre en esta tierra pero sin pecar (Hebreos 2:14-15). De esta forma, Jesús se convirtió en el cordero sin pecado y sacrificio perfecto para ponerse en nuestro lugar y así reconciliarnos con Dios para siempre.
Juan el Bautista llamó a Jesús «el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» (Juan 1:29). Jesús voluntariamente se ofreció a morir en nuestro lugar, que precioso amor del Señor por nosotros. Él es el cordero: sin defecto.
Dado que Jesús nunca pecó siendo hombre, su sacrificio fue mucho mayor que el de un simple cordero. Él pagó un precio muy alto al entregar su vida en rescate por muchos, de esta manera, Jesús puede cubrir los pecados de todos los que lo aceptan como su salvador.
7 Razones por las que Jesús es el cordero de Dios
Veamos la razones de la conexión del simbolismo y el significado del cordero en la Biblia con Jesús.
Razón No 1. Nació en Belén. Los levitas o sacerdotes criaban a los corderos en Belén y los sacrificaban en el templo. De la misma forma, Jesús cuando nació fue visitado por los pastores.
Razón No 2. Juan el Bautista. Hijo de Zacarías sacerdote del templo, llamó a Jesús el Cordero de Dios. Los sacerdotes identificaban los corderos para el sacrificio. Juan, quien tenía autoridad a través de su línea de sangre sacerdotal, identifico a Jesús como el cordero que quitaba el pecado.
Razón No 3. Cumplió la historia de Abraham e Isaac. Abraham tomó a su hijo (su primogénito y único hijo de la promesa). Cuando Isaac preguntó dónde estaba el cordero del sacrificio, Abraham respondió que Dios proveería. De igual forma Dios proveyó a su propio y único hijo para ponerlo en el lugar de cada uno de nosotros.
Razón No 4. Jerusalén. Todos los corderos tenían que ser llevados a Jerusalén para ser ofrecidos al sumo sacerdote. Jesús murió en Jerusalén.
Razón No 5. El cordero de la Pascua. El padre de familia elige un cordero en la Pascua. Dios el Padre eligió a Jesús.
Razón No 6. Sin mancha. Jesús no tenía mancha ni defecto. El Señor era puro y sin mancha. Su cuerpo y su vida eran completamente santos. De igual forma, los corderos elegidos en la Pascua debían ser los mejores en su especie.
Razón No 7. Cordero de un año. Se consideraba que un cordero estaba maduro y listo para el sacrificio a esta edad. Jesús, a la edad de 33 años y con solo 3 años en su ministerio, estaba en la mejor etapa de su vida y en la madurez perfecta como hombre de Dios.