¿Quién era la Hija de Jairo y cómo resucitó?

Cuando leemos los evangelios de la Biblia, en especial los evangelios sinópticos encontramos la extraordinaria historia de una niña, la cual sufría una grave enfermedad que la llevó a la muerte. Su padre, al enterarse de un profeta llamado Jesús que hacia milagros, fue a su encuentro para buscar la sanidad de su hija, el resto de la historia se cuenta aún en nuestros días.

Tener fe en situaciones difíciles no es tarea fácil, peor aún cuando lo que esta en juego es nuestra vida o la de uno de nuestros seres queridos, esta es la historia de la hija de Jairo, una pequeña que estaba al borde de la muerte y que su padre, llamado Jairo creyó fielmente en las palabras del Señor Jesucristo quien hizo un milagro de esos que solo el Señor puede hacer.

La hija de Jairo era una pequeña de 12 años de edad que sufrió una terrible enfermedad no registrada en la Biblia que la llevó a la muerte. Cuando murió, el Señor Jesús guiado por el Padre de la niña fue hasta su casa y la resucito al decir las palabras «Talita Cum» que significan «Niña a ti te digo levántate».

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La resurrección de la hija de Jairo, una de las tres resurrecciones que hizo Jesús

La resurrección de la hija de Jairo es uno de los milagros que muestran el poder que el Señor Jesús tiene sobre la vida y la muerte de las personas. En el Nuevo Testamento, se presentan dos milagros más similares a este donde Jesús durante todo su ministerio terrenal resucitó al hijo de la viuda de Naín y también a Lázaro su amigo.

El milagro de la resurrección de la hija de Jairo está registrado en la Sagradas Escrituras en los evangelios de (Mateo 9:18-26; Marcos 5:21-43 y Lucas 8:40-56). De los tres, Mateo es el que presenta un registro más detallado del milagro, mientras que Marcos y Lucas presentan los hechos generales del evento.

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También es importante ver, que en el contexto del milagro de la hija de Jairo, también se presenta otro milagro, es decir se habla de un milagro doble. Porque cuando el Señor se dirigía a la casa de Jairo a sanar a su hija, el Señor Jesucristo también sanó a la mujer que tenía un flujo de sangre la cual había gastado todos sus ahorros en médicos pero nadie había podido sanarla.

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¿Cuándo resucitó la hija de Jairo?

La resurrección de la hija de Jairo ocurrió cuando Jesús fue a la ciudad de Capernaum. Jesús cruzó junto con sus doce discípulos el Mar de Galilea desde la región de Decápolis donde había liberado al endemoniado gadareno, hombre el cual tenia una gran cantidad de demonios (Marcos 5:1-20).

Cuando Jesús llegó a la ciudad de Capernaum, los discípulos de Juan el Bautista se le acercaron y le hicieron varias preguntas sobre el ayuno (Mateo 9:14). Mientras conversaban, Jairo un dirigente judío se acercó a Jesús para pedirle que sanara a su hija. Jairo quien era un jefe de la sinagoga, importante dentro de la religión judía creyó en el Señor como salvador del mundo.

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La hija de Jairo estaba enferma

Cuando Jairo buscó al Señor Jesús, su hija estaba muy enferma. Es decir, la niña estaba viva. Por tanto, podemos observar que Jairo fue a Jesús en busca de una sanidad y cuando estuvo en frente del Señor, Jairo se postró a sus pies y le suplicó que sanara a su única hija.

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La hija de Jairo tenía doce años y aunque la Biblia no presenta la enfermedad que padecía, estaba claro que era una enfermedad terminal ( Marcos 5:21-23). Jairo le pidió a Jesús que fuera a su casa y pusiera las manos sobre su hija. Y de hecho, la Biblia narra que en ese momento uno de sus criados le dijo, ya no le pidas más que la sane, porque tu hija ha muerto.

A pesar de la noticia, se puede ver que en todo momento Jairo tuvo una fe extraordinaria. Ninguno de los evangelios muestra a Jairo dudando o con temor, sino que se muestra convencido de que si Jesús tocaba a su hija ella recibiría sanidad.

El camino hacia la casa de Jairo

Cuando Jesús escucho la petición de Jairo fue con él.  La Biblia dice que una gran multitud lo seguía, apretándolo y presionándolo en su caminar. Es muy probable que esto sucediera porque Capernaum fue la ciudad que el Señor tuvo como base de su ministerio terrenal. Por tanto, esto explicaba la gran cantidad de personas a su alrededor.

De camino a la casa de Jairo, el futuro milagro fue interrumpido temporalmente por un segundo milagro. Entre la multitud de personas, que no permitían caminar a Jesús tranquilamente, se encontraba una mujer que sufría de flujos de sangre o hemorragia. Un dato curioso para mencionar y que conectan los dos milagros, es que la hija de Jairo tenía doce años y la mujer había tenido hemorragia durante doce años.

Jesús, al caminar noto que salió poder de su cuerpo, al preguntar varias veces quien lo había tocado encontró la voz de la mujer, quien recibió sanidad de su terrible enfermedad por haber creído en Jesús como Señor y salvador.

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La muerte de la hija de Jairo

En el momento de la sanidad de la mujer de flujo de sangre, llegaron mensajeros de la casa de Jairo con la noticia de la muerte de su hija diciendo: «Tu hija ha muerto. ¿Para qué sigues molestando al Maestro?» (Marcos 5:35).

Al escuchar la noticia, Jesús consoló a Jairo y le dijo: «No tengas miedo; cree nada más.» (Marcos 5:36). Y a continuación Jesús continuo su camino hacia la casa de Jairo a pesar de las malas noticias. Cuando llegó a la casa de Jairo despidió a la multitud y a sus discípulos, excepto a Pedro, Santiago y Juan (Marcos 5:37). 

De acuerdo a la cultura de la época, los entierros tenían lugar inmediatamente después de la muerte. Es probablemente por esto que había tantas personas en la casa de Jairo, incluidos los dolientes profesionales que estaban en los entierros de aquella generación.

¿Estaba muerta o dormida la hija de Jairo?

Cuando Jesús entró en la casa de Jairo dijo: «¿Por qué tanto alboroto y llanto? La niña no está muerta, sino dormida.» (Marcos 5:39). Desde entonces, varias personas han malinterpretado estas palabras del Señor, diciendo que realmente la niña no murió.

Sin embargo, lo que se puede ver en la Biblia es que ¡Realmente la niña estaba muerta! Primero, las personas en casa testificaban la muerte de la niña (Lucas 8:53). Segundo, cuando Jesús oró por la niña, la Biblia dice que «Y volvió el espíritu de ella» (Lucas 8:55). Y en tercer lugar, esto era algo que Jesús también había declarado en la muerte de su amigo Lázaro, cuando les dijo a sus discípulos: «Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy a despertarlo.» (Juan 11:11). Pero poco tiempo después también dijo: «Lázaro ha muerto» (Juan 11:14).

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De esta forma podemos ver que realmente la hija de Jairo estaba muerta. La declaración de Jesús de que la niña estaba durmiendo fue una revelación del extraordinario del evento que estaba por suceder. Por tal motivo cuestionó a los que lloraban. Por supuesto que a los ojos humanos, esto era un acontecimiento de dolor y llanto, pero a los ojos del Hijo de Dios era una ocasión de gozo y alegría.

Importante: en esta escena se puede ver la incredulidad de muchas personas cuando Jesús dijo que la niña no estaba muerta sino que dormía. Esto refleja la falta de fe que muchas personas tienen al escuchar a Jesús y que aunque sus promesas son reales y verdaderas muchos no lo creen.

Jesús resucita a la hija de Jairo

Jesús entró a la habitación donde estaba la hija de Jairo. Y en presencia de Jairo, de la mamá de la niña y de sus discípulos de confianza dijo: «Talita cum (que significa: Niña, a ti te digo, ¡levántate!).» (Marcos 5:40).

Inmediatamente la niña recobró la vida y todos se asombraron por lo sucedido (Marcos 5:42). Después el Señor ordenó que alimentaran a la niña y que no divulgarán lo sucedido. Es probable que pidiera esto debido a que aún no había llegado el momento del gran clímax de su obra aquí en la tierra.

¿Qué aprendemos del milagro de la hija de Jairo?

Del milagro de la resurrección de la hija de Jairo podemos aprender y reflexionar varias cosas, por tanto veamos tres enseñanzas que pueden ser aplicadas en nuestra vida.

Primero, el milagro de la resurrección de la hija de Jairo muestra la deidad de Cristo en acción. Porque cada vez que Jesús resucitó a alguien de entre los muertos, simplemente daba una orden, el decía: «Levántate» (Lucas 7:14). ¿Por qué puede suceder esto? Porque sencillamente el es Dios y por tanto es el dueño y creador de la vida. 

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En segundo lugar, una gran enseñanza que nos deja este milagro es la confianza que debemos tener en Cristo a pesar de cualquier circunstancia. La fe de Jairo fue extraordinaria. Jairo fue probado hasta el extremo y no dudo nunca. Fue a buscar ayuda por su hija enferma y en ese proceso murió, sin embargo en lugar de rendirse y escuchar las voces de otras personas suplicó por un milagro de resurrección y creyó hasta el final.

En tercer lugar, podemos observar que Cristo tiene poder sobre todo acontecimiento en esta tierra, el es superior a cualquier demonio, enfermedad o incluso la muerte, Jesús debe ser nuestra verdadera esperanza, porque aunque para algunas personas no tengamos salvación, para Cristo no hay nada imposible, el libera endemoniados que nadie puede liberar, sana enfermedades que ningún medico puede sanar y da vida a aquellos que están muertos en delitos y pecados.

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