¿Qué significa Nadie puede servir a dos Señores?

Nadie puede sevir a dos Señores significa la imposibilidad de tratar de mantener una lealtad dividida entre dos objetivos radicalmente distintos, de esta forma Jesús confrontó a los discípulos con la forma en que tratan el dinero y las cosas materiales.

En mateo 6:24, Jesús dijo: «Nadie puede servir a dos señores». Esta afirmación ha sido interpretada de diferentes maneras a lo largo de la historia, pero en general se entiende como un llamado a tomar una decisión clara sobre a quién servir.

En este artículo, vamos a explorar el significado de esta afirmación y cómo se relaciona con la vida del creyente. A menudo, nos encontramos en situaciones en las que nuestras prioridades están en conflicto y nos preguntamos a quién servir. ¿Servimos a Dios o servimos a nuestros deseos y necesidades mundanas? Jesús nos llama a elegir sabiamente y a seguir fielmente esa elección.

A través de la reflexión y el análisis, esperamos ayudarlo a comprender mejor el significado de «Nadie puede servir a dos señores» y cómo aplicar esta enseñanza en su vida, acompáñanos en la lectura.

¿Qué significa Mateo 6:24? Explicación y contexto

Los capítulos 5, 6 y 7 del Evangelio de Mateo contienen el sermón más largo de Jesús, conocido como el Sermón de la Montaña o del Monte. Entre muchas enseñanzas, Jesús confronta a sus discípulos con algo que tal vez nunca pensaron que podría ser tan peligroso: las riquezas.

En Mateo 6:19-34, Jesús habla de cómo deben tratar sus discípulos las riquezas materiales. Comenzó diciendo que «no acumulen tesoros en la tierra», sino que «acumulen tesoros en el cielo» (Mateo 6:19-20). Luego explicó: «Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón» (Mateo 6:21).

Siguiendo el contexto, en el versículo 24, Jesús afirmó que nadie puede servir a dos señores. Todo el mundo sólo puede comprometerse plenamente con uno de ellos. Luego viene la afirmación desconcertante: «No podéis servir a Dios y a las riquezas» (Mateo 6:24).

Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. (Mateo 6:24)

La palabra original griega para «riquezas» es «mammón» en Mateo 6:24 y en su versículo paralelo Lucas 16:13. «Mammón» es una palabra semítica que significa dinero o posesiones terrenales. De hecho, en este pasaje Jesús personifica a Mammón como si fuera el amo o el señor.

Aunque la palabra «mammón» originalmente no se refiere a un ídolo real o a un demonio, se presenta como un objeto de adoración en el Sermón de Jesús. «Mammón» se personifica en estos textos, de la misma manera que la «sabiduría» se personifica en Proverbios (por ejemplo, véase Proverbios 8:1-9:6).

Jesús nos estaba diciendo que la codicia puede ser tan poderosa como un ídolo a la hora de captar la devoción de una persona.

¿Dios o el dinero? No puedes servir a dos Señores

El dinero no es algo malo en sí mismo. Podemos hacer mucho bien con él. Necesitamos dinero para proveer las necesidades de nuestra familia. Sin embargo, debemos notar que el apóstol Pablo también dijo que «el amor al dinero es la raíz de todos los males» (1 Timoteo 6:10). Por tanto, el problema no es el dinero, es el «amor al dinero».

Como con cualquier cosa buena, si amamos y perseguimos esa cosa más que a Dios, se convierte en un ídolo en nuestros corazones. Por eso Jesús nos advirtió al respecto: no podemos amar a Dios y amar al dinero de la misma manera, con la misma dedicación, si lo hacemos, acabaremos amando a uno en detrimento del otro.

Nótese que la advertencia de Jesús no sólo es aplicable a la gente rica. Por ejemplo, una persona puede ser pobre económicamente porque no tiene dinero ni posesiones, pero su deseo de dejar atrás la pobreza y ser rica puede consumirla hasta el punto de que se convierta en lo más importante de su vida.

Pobre o rica, una persona que realmente ama a Dios por encima de todo lo demás necesita tener una relación sana con el dinero y las posesiones terrenales. Eso es lo que Jesús nos enseña en este versículo.

Dato importante # 1: Todo el mundo sirve a alguien. No hay una sola persona en este mundo que no tenga un señor a quien sirva con devoción. El apóstol Pablo habla de esto en Romanos 6 cuando personifica el pecado en la figura de un amo que domina a sus esclavos. El apóstol dice claramente que o una persona sirve a Dios o sirve al pecado. No hay término medio.

¿Qué significa Aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro?

Siguiendo su exhortación, el Señor Jesús aclara aún más la idea de que servir a dos señores es imposible. Dice: «porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro».

Al principio, una persona puede incluso pensar que puede servir a dos amos, pero pronto llegará el momento decisivo. Pronto llegará la ocasión en que se revelará el verdadero amo al que esa persona sirve.

Aquí podemos citar el ejemplo de Judas Iscariote. Siguió a Jesús por tres años y medio, lo llamó Maestro, pero en lo más íntimo de su ser su Señor era otro, y a su debido tiempo reveló a quién servía realmente; amaba a un Señor y odiaba al otro (Mateo 26:14-16; Juan 12:6).

Dato importante # 2: Un ejemplo práctico es nuestro trabajo, si tienes tu propia empresa o negocio y prefieres trabajar antes de ir a una reunión de iglesia, estas sirviendo a mammón y despreciando a Dios, o si eres empleado y tienes turno de trabajo a la hora de reunión y no intentas cambiar tu horario, Dios ve que te interesa más el dinero que las cosas del Señor.

No podéis servir a Dios y a las riquezas

Las riquezas y las posesiones pueden ser un amo esclavizante. Las personas que sirven a Mammón son las que aman las riquezas; y no es posible amar a Dios y a las riquezas al mismo tiempo.

El problema aquí no está en poseer riquezas, sino en ser poseído por ellas. Quien posee riquezas, pero sirve a Dios como Señor por encima de todo, pone todos sus bienes y todos sus esfuerzos al servicio del Señor. Pero aquellos que están poseídos por las riquezas, sus ojos son tan malvados que son capaces de querer acercarse a Dios sólo con la esperanza de aumentar aún más la cantidad de su Mamón.

En este punto, el apóstol Pablo es un verdadero ejemplo a seguir. Transformado por la luz del Evangelio, fijó sus ojos en la gloria de Dios; dedicó su vida a la obra del Señor, hasta el punto de considerar como pérdida todo lo que ya había poseído en su vida terrenal (Filipenses 3:7,8).

Reflexiones finales sobre nadie puede servir a dos Señores

De acuerdo a todo lo anterior, entonces ¿cómo debe tratar el dinero un verdadero discípulo de Jesús? Jesús respondió esa pregunta justamente después de Mateo 6:24. El continuó Su Sermón diciéndo: «No os afanéis por vuestra vida…?» (Mateo 6:25).

Jesús habla de que el Padre conoce nuestras necesidades, y que Él es nuestro proveedor, y que nosotros debemos buscar primeramente Su reino y nuestras necesidades serán suplidas.

Pero no malinterpretes a Jesús. Por supuesto, debemos trabajar lo mejor que podamos para ganar dinero con el que mantener a nuestras familias (2 Tesalonicenses 3:10-12). Pero debemos saber que esto no es lo más importante.

Los que sirven de verdad al Señor pueden descansar plenamente en su provisión, y no caminan desesperados por lo que está por venir (Mateo 6:25-34), sino que confían en las riquezas del Dios todopoderoso. Así que recuerda: ¡no puedes servir a dos Señores!

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Hola! 😃 Gracia y Paz del Señor.

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