Historia del apóstol Pedro: ¿Quién fue Pedro?

El apóstol Pedro fue uno de los hombres más cercanos a Jesús. El Señor dijo que sobre la revelación que Dios le dio, Cristo edificaría Su Iglesia. Pedro fue un apóstol que recibió mucha revelación del Señor Jesucristo y fue uno de los líderes de los apóstoles.

Uno de los hombres más importantes y referentes en la Biblia es el apóstol Pedro. Un hombre sencillo y humilde que recibió el llamado del Señor en un momento de su vida donde no lo esperaba y en el que estaba dedicado a su profesión y a su familia.

La vida del apóstol Pedro es un reflejo de la vida del cristiano. Terco, testarudo, imprudente, el que opinaba y creía saber más, sin embargo, cuando analizamos su vida observamos que era un hombre que necesitaba ser trasformado por el Señor, al igual que cada creyente e hijo de Dios.

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La historia de Pedro

El apóstol Pedro era de Betsaida, una aldea de pescadores cercana a Capernaúm, situada a orillas del mar de Galilea (Juan 1:44). Pedro tenía una casa en Capernaúm, en Galilea (Marcos 1:29). Algunos sugieren que su residencia estaba en realidad en Capernaúm, y Betsaida sólo su pueblo natal.

El apóstol Pedro era hermano del apóstol Andrés, ambos eran pescador de profesión. Es muy probable que su padre, Jonás, fuera también pescador (Juan 1:42). El apóstol Pedro era un hombre casado debido a que en una ocasión Jesús sanó a su suegra de una fiebre muy alta (Marcos 1:30). Además, es muy probable que su esposa lo acompañara en los viajes ministeriales de la iglesia primitiva (1 Corintios 9:5).

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Pedro tuvo un educación limitada y tenía un acento de Galilea (Mateo 26:73; Marcos 14:70); lengua que también utilizaba para leer y escribir. Sin embargo, Pedro también hablaba algo de griego, muy probablemente debido a su profesión, que requería un contacto constante con los gentiles. El griego estaba muy extendido en aquella época y fue el idioma en que se escribió el Nuevo Testamento.

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Pedro, Cefas, Simón y Simeón

Es muy probable que el nombre original de Pedro fuera Simeón proveniente del hebreo, utilizado originalmente en algunos textos de Hechos 15:14 y 2 Pedro 1:1; y quizás adoptó el griego «Simón», de pronunciación similar.

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Cuando Jesús conoció a Pedro lo llamó Cefas, del arameo Képhas, que significa «roca» o «piedra», que en griego es Petros, es decir, Pedro (Juan 1:42). Su significado es debido al hecho de que Pedro se convertiría en la persona que estaría a cargó del liderazgo de los apóstoles y de la iglesia de Jerusalén.

De esta forma, se puede observar que el apóstol Pedro era llamado de diferentes formas en el Nuevo Testamento, por ejemplo, el apóstol Pablo lo llamó Cefas (1 Corintios 1:12; 15:5; Gálatas 2:9); el apóstol Juan lo llamaba Simón Pedro; y Marcos lo llamó Simón hasta el capítulo 3 de su evangelio y luego lo llamó Pedro.

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¿Cómo fue la personalidad del apóstol Pedro?

Gracias a todas las referencias disponibles tanto en los Evangelios como en todo el Nuevo Testamento, los estudiosos dicen que el apóstol Pedro era un campesino, una persona sencilla, directa e impulsiva.

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Es muy posible que tuviera una aptitud natural para ejercer el liderazgo, porque era una persona vigorosa y normalmente comunicativa. En algunas ocasiones, especialmente en el episodio de la traición de Jesús en Getsemaní, Pedro se mostró airado, seguro de sí mismo e incluso sanguinario al cortarle la oreja a Malco (Juan 18:10).

¿Cómo eligió Jesús al apóstol Pedro?

El primer contacto entre Jesús y Pedro se produjo antes del comienzo del ministerio público del Señor en Galilea por medio de su hermano Andrés (Juan 1:41). Después de ese primer contacto, Pedro y Andrés continuaron trabajando como pescadores por un tiempo, hasta que el Señor los llamo a seguirlo mientras pescaban en el Mar de Galilea y le dijo que los iba a volver pescadores de hombres (Marcos 1:16-18).

Posteriormente, Jesús eligió a sus doce apóstoles para que fueran sus discípulos más cercanos. De esta forma, el apóstol Pedro fue uno de los primeros discípulos y también fue uno de los más cercanos Junto con el apóstol Juan y Santiago (Marcos 5:37; 9:2; 14:33). En las listas que enumeran a los doce discípulos de Jesús, el nombre del apóstol Pedro siempre aparece en primer lugar (Marcos 3:16-19; Lucas 6:14-16; Mateo 10:2-4; Hechos 1:13,14).

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El apóstol Pedro durante el ministerio de Jesús

El apóstol Pedro tuvo una participación bastante importante durante el ministerio terrenal de Jesús y en muchas ocasiones actuó como portavoz de los Doce (Mateo 15:15; 18:21; Marcos 1:36; 8:29; 9:5; 10:28; 11:21; 14:29; Lucas 12:41).

Pedro fue quien le pidió a Jesús que le permitiera encontrarse con Él caminando sobre las aguas (Mateo 14:28). Además, fue junto con Santiago y Juan, quien estuvo en la transfiguración del Señor (Mateo 17:1-8). Y también fue el discípulo que reprendió al propio Señor ante el anuncio de su muerte en el Calvario (Mateo 16:22).

El Padre le reveló a Pedro quien era Jesús

Un día Jesús preguntó a sus discípulos quién creían que era Él, el apóstol Pedro respondió diciendo tu eres el Hijo del Dios viviente (Mateo 16:16). El Señor atribuyó la respuesta de Pedro como una revelación divina del Padre Celestial.

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Después de esta revelación, el Señor dijo la siguiente frase: «Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella.» (Mateo 16:18). Frase muy famoso y de la cual la religión católica hizo una doctrina que no es bíblica.

La vida del Apóstol Pedro como discípulo

El apóstol Pedro junto con el apóstol Juan, fueron los encargados de organizar la última cena en Jerusalén antes de la muerte de Jesús (Lucas 12:8). Además, fue el único discípulo que se negó a que Jesús le lavara los pies, pero cuando el Señor le dijo de la importancia y la necesidad de hacerlo, pidió un baño completo (Juan 13).

Pedro fue el discípulo que negó al Señor tres veces antes de que cantara el gallo. Aunque le había prometido al Señor estar con Él en todo momento. Al ver a Jesús luego de haberlo negado por tercera vez, Pedro lloró amargamente (Mateo 26:75; Marcos 14:72; Lucas 22:62; Juan 18:27).

Cristo Jesús se le apareció al apóstol Pedro de forma resucitada personalmente y antes que los otros 10 apóstoles (Lucas 24:33,34; 1 Corintios 15:5).

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El ministerio del apóstol Pedro en la Iglesia primitiva

El apóstol Pedro fue quien predicó en el día de Pentecostés. En aquella ocasión después de la predicación del evangelio se convirtió una multitud cercana a las 3.000 personas (Hechos 2:14). Pedro, durante los primeros años de la iglesia primitiva fue el líder de la iglesia en Jerusalén, sin embargo, se puede observar que Santiago el medio hermano del Señor, después de haber creído, fue quien dirigió el Concilio de Jerusalén donde se tomaron importantes decisiones sobre la participación de los gentiles en la Iglesia (Hechos 15:1-21).

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Pedro como líder de los apóstoles fue quien expuso la necesidad reemplazar a Judas Iscariote; y de elegir a otro hombre testigo ocular del ministerio terrenal de Jesús. El hombre elegido por el Señor fue Matías (Hechos 1:26).

El apóstol Pedro llegó a tener tanta unción de Dios, que se produjeron grandes milagros, entre ellos algunos extraordinarios como que su propia sombra sanara enfermos (Hechos 3:1-10; 5:12-16).

El apóstol Pedro fue quien dijo: «No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!» (Hechos 3:6). Entre los milagros más extraordinarios del apóstol se encuentra la resurrección de la discípula Dorcas (Hechos 9:36-41).

El apóstol Pedro fue también el que disciplinó a Ananías y Safira (Hechos 5:1-11). A causa de su pecado, en el cual ocultaron unas ganancias en la venta de su casa y ambos fueron asesinados de forma increíble.

El apóstol Pedro fue quien le predicó el evangelio a Cornelio y a su familia en Cesárea (Hechos 10:1-45).

El conflicto entre Pablo y Pedro

En la carta a los Gálatas, el apóstol Pablo presentó un conflicto que tuvo con Pedro mientras este se encontraba en Antioquía (Gálatas 2:11). Dicha discusión hace referencia al actuar de Pedro, cuando éste se comportó de forma hipócrita y deshonesta al asociarse con cristianos gentiles y luego retirándose de ellos por miedo a la presión de los del «grupo de la circuncisión» quienes aceptaban a los gentiles solo si celebraban las ceremonias de la Ley de Moisés.

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El conflicto fue tan grave que incluso acabó influyendo en Bernabé. Así que Pablo reprendió públicamente a Pedro por su comportamiento hipócrita. Sin embargo, se puede observar que este problema fue resuelto por completo, y el propio Pedro menciona posteriormente a Pablo como «nuestro querido hermano Pablo» (2 Pedro 3:15).

Es probable que el apóstol Pedro en algún momento de su ministerio visitó la iglesia de Corintios debido a que en un episodio muy complejo de división dentro de la iglesia, algunos hermanos decían ser de Pedro, mientras que otros decían ser de Pablo, Apolos y Cristo.

La muerte del apóstol Pedro y el fin de su ministerio

Después del año 50 d.C. la información sobre el apóstol Pedro es muy poca. Considerando sus dos epístolas, sabemos que permaneció activo en la predicación de la Palabra de Dios y en el pastoreo del rebaño del Señor hasta el momento de su muerte (1 Pedro 5:1,2).

Uno de los grandes debates sobre Pedro es si el apóstol vivió en Roma. Lo que si podemos comprobar es que Pedro no fundó la iglesia de Roma, sino el apóstol Pablo no hubiera dejado de mencionarlo en su carta a los romanos.

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Sin embargo, es muy probable que Pedro estuvo en Roma al final de su vida, y que escribiera sus dos epístolas en esta ciudad. En 1 Pedro 5:13 el apóstol escribe que estuvo en «Babilonia». La mayoría de los estudiosos creen que esta referencia esta asociada a la ciudad de Roma. Además, la presencia de Marcos también favorece esta interpretación.

Existe una tradición muy antigua y uniforme dentro del cristianismo según la cual el apóstol Pedro fue martirizado en Roma alrededor del año 68, al igual que Pablo. Tertualiano (200 d.C.) defendió tal información, y Orígenes afirmó que Pedro fue crucificado al revés, una información también presente en algunos libros apócrifos.

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